El MAM recibió el premio Gubbio 2015 – Sección América Latina y Caribe, otorgado por la Asociación Nacional de Centros Históricos Artísticos de Argentina, el Ayuntamiento de Gubbio (Italia), la Dirección General del Casco Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, y la Oficina del Historiador de La Habana, con el apoyo de CICOP Argentina.

El reconocimiento tiene como fin dar a conocer los avances, las buenas prácticas y los métodos de gestión que plantean soluciones para una multiplicidad de aspectos en temas de protección patrimonial y recalificación urbana en los centros históricos.

Los trabajos que aspiraban al premio en esta oportunidad coincidieron todos en haber contribuido a la recuperación de sus zonas y barrios de anclaje. En el caso de nuestro Mercado Agrícola su recuperación se inició hace ya 10 años bajo la dirección del arq. Carlos Pascual, cuando el barrio Goes tenía ya un deterioro visible. El arquitecto relató sentirse completamente orgulloso de la obra y sus resultados, que superaron las expectativas que se tenía. A partir del buen funcionamiento del Mercado, otras iniciativas han cobrado fuerza, como la construcción de nuevas viviendas, las actividades culturales, espacios verdes, entre otros.

Las virtudes del Mercado

El jurado otorgó el premio al Mercado Agrícola de Montevideo por unanimidad, evaluando “Las virtudes propias de su restauración son acompañadas por una operación social y urbana que revitaliza el sector. Es un proyecto integral que abarca las diversas escalas del diseño, desde la urbana hasta el detalle. El espacio interior articula perfectamente con el espacio exterior y el conjunto manifiesta una coherencia destacable entre las distintas intervenciones. Se trata de un proyecto movilizador que reactiva el barrio montevideano de Goes en que se sitúa, generando un foco de atención. Seguramente incidirá en su prosperidad y desarrollo”.

La distinción permitirá exponer la intervención realizada en el Mercado Agrícola y su entorno en la ciudad italiana de Bergamo, en el marco de la Expo Milán 2015.

Fuente: La República