La escasez de profesionales hace que algunas empresas evaluen cubrir con trabajadores extranjeros, tanto de forma remota como atrayéndolos para que se instalen en Uruguay

Es una realidad harto conocida que el sector tecnológico necesita más profesionales especializados de los que puede encontrar y que en Uruguay —y en cualquier parte del mundo— el desafío para las empresas es atraer y retener a los “talentos” que se desempeñarán como programadores, desarrolladores o ingenieros.

Según Leonardo Loureiro, presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), “la escasez de talento a nivel mundial está estimada en 40 o 50 millones de personas” y en Uruguay lo que más falta son programadores con conocimientos profundos y experiencia en ciertas tecnologías. “De lo que hay una escasez muy fuerte —por la demanda que tenemos de trabajo en el extranjero— es de personas ya formadas, lo que llamamos un plug and play”, explica Loureiro en referencia a los que están capacitados más allá de lo académico. Loureiro resalta que la formación base es fundamental y lo que les permite luego moverse dentro de las diferentes áreas y lenguajes del sector: ya sea en Inteligencia Artificial, Machine Learning, ciberseguridad, Big Data, realidad aumentada o Analytics.

“En Uruguay, casi todas las personas que están bien formadas y capacitadas para el sector tienen trabajo”, dice Loureiro. Para las empresas locales el desafío está en atraer a estos profesionales tan codiciados de todas partes.

Para Eduardo Mangarelli, presidente de Endeavor, decano de la facultad de Ingeniería de ORT, “parte del desafío de las empresas, en términos de condiciones laborales, es ser atractivas para que los empleados decidan trabajar para las propias empresas uruguayas”. Y pone como ejemplo la inversión que hacen muchas empresas en oficinas cómodas y en beneficios para sus equipos. Pero la demanda no siempre se llena con la oferta y las empresas tienen que recurrir a contratar personal en el exterior, ya sea de forma remota a través de servicios empresariales o tratando de atraer a esos talentos extranjeros para que se radiquen en Uruguay.

Mangarelli percibió en 2019 un incremento de contrataciones a extranjeros calificados que llegaban al país, pero este año, con el cierre de fronteras debido a la pandemia, eso disminuyó, por lo que el fenómeno no se repitió y no detecta que haya habido un aumento en la contratación de personal extranjero fuera de fronteras, ni siquiera de forma remota, al menos en las empresas en las que está involucrado.

Para Loureiro tampoco “ha habido nada extraño estos últimos meses distinto a lo que ya veníamos haciendo hace tiempo”. Sin embargo, algunas consultoras regionales reclutadoras de personal han recibido solicitudes específicas desde Uruguay para buscar profesionales con perfil tecnológico, especialmente, en Argentina.

Contexto atractivo
“El mundo TI cada vez tiene menos generalistas a diferencia de otros rubros y la realidad es que con la situación de estabilidad económica que está teniendo Uruguay, con la confirmación de que a distancia se puede trabajar mucho mejor de lo que se esperaba, la búsqueda de personal está trascendiendo los límites geográficos del país y tenemos varias empresas que nos están encargando la búsqueda de profesionales en Argentina, en algunos casos para trabajar de forma remota y, en otros, para venir a trabajar a Uruguay”, dice Juan Pablo Lara, director de Administración y Finanzas de la consultora Randstad.

La diferencia cambiaria, la estabilidad y la casi “normalidad” que vive Uruguay en plena pandemia son elementos tentadores para muchos profesionales argentinos del sector TI que evalúan radicarse en el país, y las empresas que los buscan van al grano con propuestas concretas. “Las empresas compiten, no solo a nivel de salarios sino de la propuesta integral, eso hace que haya mucho movimiento, es un sector muy dinámico”, dice Lara para explicar la rotación dentro del sector. “Otra cosa importante es que el nivel profesional es muy bueno en ambos países. Estas migraciones de fuerzas laborales se dan porque la prestación es muy buena, por eso ambos países desarrollan y prestan servicios al exterior y exportan conocimiento”, señala en relación a que no hay diferencia de calificación entre uruguayos y argentinos, simplemente una coyuntura puntual que impacta en estos movimientos.

En ese sentido, al ser una empresa regional, Randstad corre con la ventaja de poder hacer los llamados en ambas orillas. “Tenemos un pedido de una importante compañía que nos pidió 146 posiciones. En este caso puntual, el reclutamiento puede ser en ambos países; si son argentinos que se quieren venir, no hay ningún problema”, dice Lara. En general los perfiles que buscan son de programadores, ingenieros, analistas y los salarios están por encima de los tres mil dólares. “La realidad es que los argentinos vienen porque a Uruguay le está yendo muy bien y está cerquita”, apuntó.

¿Todo legal?
A la hora de contratar a personal extranjero hay que tener en cuenta cuatro aspectos: el migratorio, las normas laborales, las normas de seguridad social y los impuestos, según explica Fernando Reggio, socio de Impuestos de la consultora Ernst and Young (EY) .
En el caso de los profesionales que vienen a instalarse a Uruguay los requisitos son claros, como contar con la residencia, pero para contratar extranjeros como empleados dependientes para trabajar de forma remota desde sus respectivos países, la legislación no es tan clara y la situación se torna compleja.

“Estamos teniendo muchísimas consultas de empresas que quieren contratar extranjeros que están en el exterior y que pueden trabajar desde ahí para Uruguay”, dice Reggio. “Si es dependiente, desde el punto de vista migratorio no hay ningún problema porque la persona no vendría al país, lo que no sabemos todavía es cuál es la posición del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) al respecto”, dice Reggio.

En este sentido, lo que no está claro es cuál de las normativas laborales seguir, si la uruguaya o la del país de origen. “No hemos encontrado algo que diga que está prohibido, pero técnicos del MTSS han opinado verbalmente que no debería poder emplearse como dependiente a una persona que no esté alojada en Uruguay. Nuestro consejo a las empresas para estos casos es que averigüen las normas del país donde reside la persona, para ver qué cosas hay que cumplir”, dice Reggio.

Señala que en algunos casos las personas empiezan a trabajar para las empresas uruguayas de forma remota pero con la idea a futuro de instalarse en Uruguay. “Para poder ingresar a la persona dentro de la normativa laboral uruguaya, debería hacer el trámite de residencia en migraciones, pero si está viviendo en el exterior podría iniciar el trámite pero no obtenerlo porque no se alojó en Uruguay. En algún momento le van a negar la residencia porque no está en Uruguay”, sostiene Reggio, para quien este tema debería incluirse en la discusión del proyecto de ley sobre teletrabajo, para aggiornar la normativa laboral a lo que se dará en la práctica.

Fuente: El Observador