Vestimenta, cosméticos y hasta ladrillos, además de los más conocidos productos para el cultivo y el consumo.

Fabricación de prendas de vestir, cosméticos y ladrillos para la industria de la construcción, y la importación de semillas y productos para el cultivo y el consumo de plantas son algunas de las posibilidades de negocio que aparecen y que se abrirán a futuro con la regulación del mercado local del cannabis.

Algunos emprendimientos ven más cercanas sus posibilidades de prosperar, pero otros deben aguardar por la implementación de las disposiciones contenidas en el decreto que regula la implementación industrial del cáñamo, además de la aprobación del decreto sobre el uso medicinal de la marihuana y otras reformas legales que permitan una mayor participación de privados en esta cadena.

Particulares uruguayos y extranjeros están a la espera de la puesta en marcha de la legislación que regula el mercado local y aguardan apertura en el próximo gobierno para dialogar sobre la concreción de negocios.

Esto quedó de manifiesto en la primera Expo Cannabis, que se desarrolló el 14 y el 15 de diciembre en el predio del LATU. Empresas nacionales y extranjeras expusieron sus iniciativas y participaron de talleres sobre el marco legal recientemente aprobado y los posibles usos del cannabis más allá del meramente recreativo.

Cultivo y parafernalia

Hace unos dos años que existen en Uruguay los llamados grow shops –tiendas que venden artículos para el cultivo de marihuana y para su consumo– pero con la regulación del mercado se espera una mayor apertura de este tipo de locales, dijeron a Café & Negocios, responsables de Planeta Ganja, una firma que opera desde julio.

Los grow shops como Ganja importan y venden sustratos preparados que facilitan el desarrollo de las raíces de la planta de cannabis, otros que permiten mantener la humedad de la tierra y que aceleran los procesos de crecimiento. Además, ofrecen carpas para el cultivo interior, tecnología lumínica que simula la luz y el calor solar, y filtros para limpiar el aire y evitar la salida de olores de las carpas.

Asimismo, las empresas del ramo comercializan parafernalia para el consumo de marihuana: hojillas, pipas, bongs para fumar la droga con agua y, de esa manera, filtrar algunos residuos de la combustión, entre otros elementos.

El suizo Fernand Cuénod, uno de los socios de la empresa Garden Highpro, instalada en China hace cinco años, vende en Punta del Este desde hace un año todo tipo de productos a través de la firma local Hydro Point, con excepción de fertilizantes.

Cuénod apunta a que aumenten las ventas con la regularización de los emprendimientos de autocultivo, pero especialmente por la aparición de clubes de membresía como los que autoriza la ley uruguaya.

La compañía vende sus productos en España a clubes que tienen alrededor de 1.000 socios, lo que les asegura operaciones de mercadería que es trasladada desde China. Según explicó, espera que en el futuro cercano pueda replicarse ese modelo en Uruguay.

Un panorama similar presenta la empresa argentina Cultivo para Todos, que desde hace seis meses ofrece por internet en el vecino país la comercialización de productos para el cultivo y el consumo.

Uno de sus responsables, Tomás Constanzo, explicó que en Argentina tienen un acuerdo con la empresa de logística OCA para el transporte de sus mercaderías por todo el país. Se encuentra en tratativas con couriers locales para poder vender por internet a Uruguay y distribuir la mercadería.

“Primero hay que entender la regulación y, dentro del marco legal, empezar con nuestro negocio, que es online, comercializando cosas que hasta ahora son igual de legales, como accesorios, insumos y equipamiento que rodean el concepto de cultivo interior y exterior”, afirmó.

La apuesta es a lograr ventas a particulares que cultiven, pero también a los clubes de membresía. “Ofrecemos una carta de productos para que cada uno encuentre su manera de cultivar. A mí no me interesa cómo lo hacés. Me interesa que entiendas que el concepto de autocultivo es simple, accesible y económico. Hoy por US$ 90 podés tener un kit y en una hora estás cultivando”, afirmó.

Vestimenta

La posibilidad de fabricar vestimenta con cáñamo es una veta para la industria textil local, ahora que fue aprobado el decreto reglamentario del uso industrial del cannabis.

La diseñadora uruguaya Patricia Motta, de 29 años, fundó pocos meses atrás el emprendimiento llamado Cañamama.

Según explicó, confecciona prendas varias para hombre y mujer hechas 100% de cáñamo o combinando en porcentajes reducidos con seda o algodón. En la Expo Cannabis expuso por primera vez sus diseños.

Importa de China la fibra extraída del cáñamo y en un taller textil se encarga de confeccionar las prendas junto a un equipo que trabaja otras telas.

Motta espera la implementación del decreto para poder comprar la fibra en Uruguay o contar con la cantidad suficiente de plantas como para tener su propia materia prima.

Reveló que dialoga con personas interesadas en cultivar e integrar clubes cannábicos que le puedan vender a futuro la fibra, y de la mano de ellos apalancar la industria de la vestimenta a partir del cáñamo.

Con su emprendimiento pretende tener una web por la que comercializar sus prendas, pero más adelante colocarlas en tiendas multimarcas y tener un local propio.

“Lo del cáñamo en Uruguay va a funcionar. Si el gobierno ayuda a explotar todo lo que nos da la planta de marihuana puede ser una ayuda importantísima para el país porque se abren muchas posibilidades de trabajo”, dijo.

Construcción

Emprendedores vinculados a la bioconstrucción también ven una posibilidad de negocio con el decreto reglamentario del uso industrial del cáñamo. Es el caso, por ejemplo, de Kumari Hemp, vinculada a la confección de prendas a partir de la planta que también experimenta con la confección de ladrillos hechos de cáñamo.

Uno de los responsables, Fernando Pastore, indicó que se espera poder participar en el mercado de la construcción de viviendas de interés social una vez que se pueda certificar la calidad del material diseñado.

“Estamos con pruebas experimentales de los ladrillos”, dijo tras explicar que la idea es vender los bloques a barracas y ofrecer soluciones habitacionales bajo la modalidad llave en mano.

Durante la Expo Cannabis, el mexicano Steven Clark, representante de Hemp Tech Global, que opera en México y Estados Unidos, explicó en un taller que al mezclar el cáñamo con algunos tipos de cal se puede obtener un material que cumple la función del hormigón. “Con otros materiales combinados se puede lograr edificaciones de cinco o seis pisos sin problema”, afirmó tras explicar que la planta del cannabis cuenta con una parte “maderosa” en el tallo que se llama cañamiza y que se utiliza para la fabricación de ladrillos.

Importación de semillas

Aunque la legislación no prevé la libre importación de semillas de cannabis, existen privados que están a la espera de “avances” en la regulación para suministrar semillas a las plantaciones estatales o a los clubes cannábicos.

El uruguayo Francisco Cabrera se contactó con una de las empresas holandesas más grandes del sector, Royal Queen Seeds, que está dispuesta a comercializar en el país distintas cepas si en algún momento se aprueba la libre importación.

Fuente: El Observador