La jornada de presentación de Sistema B permitió conocer diferentes experiencias de aquellos directivos, que pretenden reducir drásticamente los daños ambientales que genera el empresariado.

A través de sus productos, prácticas y ganancias, los negocios deben aspirar a beneficiar a todos y no a hacer daño”. Este es el pensamiento detrás del surgimiento de Sistema B hace casi ocho años. Con especial foco en los valores compartidos y el progreso social, las empresas B se proponen ser “las mejores para el mundo y no las mejores del mundo”.

En Uruguay este movimiento tomó fuerza el viernes 27 de junio con la jornada de presentación “Un día B”, impulsado entre otras por 3Vectores, la primera empresa uruguaya en contar con una certificación B.

Los oradores expusieron sus historias emprendedoras y como miembros del sistema B. Aunque algunos de ellos aclararon que no son “empresarios verdes”, –asumiendo que sus objetivos son absolutamente con fines de lucro–, el denominador común de las presentaciones fue el foco en la fundamental relación entre el hombre y su medio, y la relevancia del equilibrio en materia de ambiente a la hora de hacer negocios.

“¿Cómo sería el mundo si tuviéramos nuestras economías alineadas con la tierra?”, se preguntó Pedro Tarak, co-fundador de Sistema B y Emprendia (primer empresa B en Argentina), especializada en sustentabilidad y comunicación para transformar a la gestión sustentable y la regeneración de ecosistemas para la ciudadanía. Tarak destacó que en Uruguay el sistema B es el inicio de un proceso.

“Para nosotros es mucho más importante la complicidad de causa que la decisión institucional”, añadió.

Tarak provenía del sector ambiental cuando pudo visualizar que generando un pequeño rediseño o prestando especial atención al “para qué” al fundar una empresa se podían resolver gran cantidad de problemas.

“El dinero es un instrumento pero nunca un fin (…) Lo más grande es el fin común”, comentó. Subrayó que el hecho de ser B es garantía de ser “público” ya que el puntaje en materia de cuestiones humanas de las empresas se da a conocer.

También se destacaron las charlas del chileno, Gonzalo Muñoz, co-fundador de Triciclos, la primer empresa B certificada en Sudamérica) y del Ricardo Fenton, co fundador de Ovis 21, empresa B dedicada a la regeneración de pastizales.

“La gente piensa que somos una ONG, pero somos empresa” dijo Muñoz sobre Triciclos, un emprendimiento dedicado a la trata de desperdicios en Chile que ya se expandió a Colombia y Argentina. Próximamente se instalará en Brasil.

En tanto, Fenton es parte de la quinta generación de su familia dedicada a la producción lanar. A través del método de Ganadería Holística y la regeneración del pastizal, propone “trabajar con la naturaleza”.

Uruguayos en la B

Dos son los uruguayos que participaron del evento y que son parte de la red empresarial impulsada en parte por el multimillonario Sir Richard Branson: Guillermo Casarotti y Giselle Della Mea.

Casarotti está radicado en Argentina, luego de una ajetreada aventura de estudios universitarios y altos puestos corporativos por el mundo. Actualmente es fundador de Inti Zen y Chamana, ambas empresas adheridas al Sistema B y dedicadas a la industria del Té de alta gama.

“Sí se puede ser empresario y tener una conciencia social”, aseguró.

Puso como ejemplo cómo en su empresa se logró abatir el alto consumo de energía eléctrica. Preocupado por el tema, Casarotti planteó varias soluciones que fracasaron. Entonces se le ocurrió repartir entre los empleados (son ocho trabajadores) el ahorro en dinero que se generara. Los empleados empezaron a cuidar tanto el consumo eléctrico, que hasta le llamaban la atención al propio Casarotti cuando por ejemplo dejaba alguna luz encendida.

Por su parte, Della Mea, en parte la responsable de la llegada del movimiento B en Uruguay, contó cómo fue “el camino endógeno de ser B”.

“Es cuestión de asumir posición; hablar del cambio sin hacerlo es imposible”, comentó.

Marcar presencia

Junto al escenario, se pudo ver una enorme B mayúscula que a lo lejos parecía hecha de granito, pero para que al verse en detalle, se descubría que estaba confeccionada en cartón, aluminio y plástico. Este trabajo estuvo a cargo de la uruguaya Uruplac, dedicada al reciclaje de envases tipo Tetra Brick, y que contó con un stand en la jornada.

Si bien no son B aún, su propuesta tiene mucho que ver con ésta filosofía. Se basa en la construcción de resistentes placas similares al compensado en madera. La planta de Uruplac, comenzó a funcionar a principios de 2013 y se ubica en Nuevo Paris, con una capacidad de procesamiento de unas 40 toneladas mensuales de envases reciclados.

Otro emprendimiento que llamó la atención fue Halo, del Centro de Promoción por la Dignidad Humana (Ceprodih). Con productos “inspirados en el agua”, Halo ofrece bolsos, estuches y sobres confeccionados en plástico reciclado con una interesante terminación estética.

Las claves

  • En dos años Se prevé que se realice el primer encuentro mundial de empresas B en Brasil, coincidiendo con el Festival de Innovación Social y las Olimpíadas.
  • Argentina Ya está sobre la mesa la creación de una cámara de comercio de empresas B, informó Pedro Tarak.
  • Los pasos Para certificar una empresa en el Sistema B es necesario realizar una evaluación en bimpactassessment.net, entregar documentación de respaldo, comprometerse firmando un documento donde se detallan deberes y derechos, realizar los cambios de estatutos necesarios y pagar una certificación anual.

Fotos lanzamiento Sistema B Uruguay

Fuente: El Observador