La diseñadora uruguaya radicada en Nueva York es un clásico del evento, sin embargo, siempre estrenó sus colecciones en forma de presentación.

Desde 2011 Gabriela Hearst ha sido una de las diseñadoras participantes de la Semana de la Moda de Nueva York, pero cada colección de su grifa Candela había sido exhibida de manera de presentación: con modelos posando en una escenografía, sin pasarela.

Sin embargo, para la colección otoño-invierno 2017 de su más reciente marca que lleva su nombre, la diseñadora realizó por primera vez un desfile, que se caracterizó no solo por mostrar sus prendas lujosas, de alta calidad y la lana como primordial materia prima, sino que también se puso el objetivo de realizar el menor impacto medioambiental posible.

De esta manera, la pasarela fue conformada por sillas que llevó de su casa y su oficina, y fueron decoradas con almohadones hechos por Manos del Uruguay con lana sobrante de sus creaciones. Los snacks y bebidas, por su parte, fueron servidos en recipientes de vidrio o cartón.

Su colección siguió la misma idea. Según reportó Financial Times, cerca de un tercio de las prendas fueron realizadas con materiales ya existentes, y en lugar de desarrollar nuevas telas, compró sobrantes de las fábricas, incluso uruguayas. Esto, según explicó la diseñadora, hizo que los tiempos de producción se acortaran, pero también que los materiales fuesen más limitados. Por eso, ciertas prendas se hicieron en pequeñas cantidades, haciéndolas también más exclusivas.

La nueva colección mantiene los ideales de femineidad y calidad que caracterizan a la marca, aplicados a prendas prácticas y utilitarias, pensadas para mujeres que tienen al trabajo como prioridad. Allí se destacaron sus sacos, sus vestidos de lana merino y sus conjuntos de traje y pantalón.

Fuente: El Observador