Podrán participar niñas y niños de entre ocho y 12 años; el plazo vence el 4 de febrero.

El 11 de febrero se celebra el Día Mundial de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia. Para contribuir a la reflexión sobre el rol de las mujeres en la ciencia y fomentar el acercamiento de los más pequeños, en especial de las niñas, a la investigación científica, el Institut Pasteur de Montevideo lanzó, por segundo año consecutivo, el concurso artístico infantil que invita a niñas y niños de entre ocho y 12 años a presentar trabajos plásticos que reflejen qué idea tienen de las mujeres en el mundo científico.

Las desigualdades entre hombres y mujeres que se dedican a la ciencia son notorias. De hecho, es el motivo por el que, a fines de 2015, la Organización de las Naciones Unidas declaró este “día de”. A pesar de que en Uruguay más de la mitad de las personas que se dedican a la ciencia son mujeres, estudios nacionales demostraron que la inequidad de género se mantiene arraigada en instituciones dedicadas a la investigación científica, sobre todo en los niveles de mayor jerarquía. Por ejemplo, las mujeres tienen 7% menos de probabilidades de ingresar en el Sistema Nacional de Investigadores que los hombres.

Combatir estereotipos

En el camino a estrechar la brecha de género existente en el mundo de la ciencia, son muchos los frentes de batalla que deben trabajarse; en ese sentido, el Institut Pasteur vuelve a plantear esta propuesta. La idea es reflexionar, a partir de los trabajos de las niñas y niños, sobre la percepción y los estereotipos sociales que permanecen respecto de científicas, y quizás encontrar más sorpresas, como ocurrió el año pasado. El objetivo principal es profundizar en el acercamiento de los más pequeños a la ciencia, explicó a la diaria Daniela Hirschfeld, encargada del área de comunicación de la institución.

Entre los trabajos presentados –pueden ser dibujos u otras expresiones plásticas– la Comisión de Género del Institut Pasteur elegirá 20. Sus autores serán invitados a pasar una tarde con investigadoras y recorrer las instalaciones de los distintos laboratorios del establecimiento. Además, tendrán la oportunidad de hacer experimentos y, por supuesto, se interiorizarán sobre las características del trabajo científico. Las obras seleccionadas se expondrán durante la semana del 11 de febrero en el hall de la institución.

Las niñas y niños pueden presentar sus obras hasta el lunes 4 de febrero a las 16.00, junto con una breve reflexión por escrito sobre sobre la consigna. El viernes 7 se anunciará cuáles son los trabajos seleccionados: un representante del Institut Pasteur se comunicará con un adultos responsables de cada participante. Por más información: http://pasteur.uy/novedades/participa-y-veni-a-pasar-un-dia-al-instituto-2/

Ampliar el círculo

En la primera edición, el verano pasado, los resultados fueron muy positivos. Hirschfeld subrayó que se presentaron más de 80 trabajos. El día de la actividad muchos participantes se acercaron a conocer el instituto con sus padres, hermanos y hermanas. “Había un interés por conocer el lugar”, dijo Hirschfeld. Destacó que no todos los participantes estaban involucrados en el mundo de la ciencia y llegaron al concurso por la difusión en las redes sociales y los medios de comunicación. “Justamente, lo que quisimos fue romper el círculo de hablar entre hijos y nietos de científicos”, sostuvo Hirschfeld. El objetivo se cumplió satisfactoriamente.

“Lo estamos repitiendo porque los chicos se entusiasmaron e hicieron muy buenos trabajos. La experiencia en el laboratorio fue muy divertida y enriquecedora para nosotros. Te sorprende. Estaban muy contentos y les encantó venir”, comentó la doctora en ciencias biológicas e integrante de la Comisión de Género del Institut Pasteur, Vanesa Pattoni.

Una semilla para la reflexión

La investigadora Victoria Prieto, también integrante de la Comisión de Género, sostuvo que esta actividad tiene dos aspectos: “dirigirse a las niñas y los niños y trabajar en el entorno laboral”. Para eso se lleva a cabo el encuentro con las investigadoras. “Muchas veces el interés ya está y lo único que falta es que las niñas no se autoexcluyan y que el entorno no les dé mensajes negativos. Me parece que para complementar ese tipo de actividad hay que seguir trabajando en los ambientes laborales, a fin de crear igualdad en las carreras de las científicas”, sostuvo.

Prieto explicó que el rango de edad que se definió para la convocatoria al concurso se basó en datos que establecen que cerca de los cinco años los niños y las niñas se perciben igual de competentes e interesados por la ciencia, pero tan sólo un año más tarde esa percepción cambia. En un año de vida se fijan estereotipos que hacen que las niñas “no se sientan tan capacitadas y tan interesadas en la ciencia como los varones”. Pattoni dijo que “llega un momento en que socialmente las niñas se empiezan a sentir limitadas” y surge esa percepción de que “hay cosas de mujer y cosas de varón”. Por eso se seleccionó este rango de edad para que niños y niñas puedan acercarse al trabajo científico sin ningún tipo de preconcepto o miedo. “Esta es una buena edad para acercarlos, antes de que empiecen a elegir carreras o a pensar qué seguir el día de mañana. Es una edad en que los niños y niñas pueden vivir sus experiencias sin ningún tipo de prejuicio”, agregó la investigadora.

Naturalizar que las mujeres hacen ciencia

Hirschfeld dijo que el año pasado niñas y niños participaron en el concurso en cantidades similares y que, si bien la temática del concurso no fue un obstáculo para que se presentaran varones, la propuesta se podría haber cerrado únicamente a niñas. De hecho, fue un tema que estuvo en discusión, manifestó Prieto. Pero justamente la idea es involucrar a los niños para extender la reflexión sobre el género y la ciencia e incentivar a que los varones tengan también un modelo de referencia femenino en ciencia. En esta oportunidad, al igual que en la ocasión anterior, pueden presentarse niños y niñas por separado o en duplas. La condición para poder presentarse en duplas es que haya una niña en el grupo.

“Estamos convencidas de que el público objetivo tiene que incluir a los varones”, subrayó Prieto y prosiguió: “Las actividades de género, y de ciencia y género, tienen que incluir a los varones como espectadores y también como actores”. Esta actividad está abierta a niñas y niños “para que ambos vean realidades nuevas, rompan los estereotipos que todos tenemos” y “empiecen a naturalizar que las mujeres hacen ciencia, y crezcan sin reproducir los sesgos que todos tenemos”. “Ese es el esfuerzo en incluir a los varones y hacerlos activos, porque los hace reflexionar y confrontar con los estereotipos que traemos y recibimos de la escuela, de la familia y de toda la sociedad. La idea es tener una experiencia que trate de sembrar una semilla de cuestionamiento”, enfatizó.

Finalmente, Prieto dijo que el concurso cubre sólo un aspecto el Día Mundial de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia, y recordó que según UNESCO “hay distintos niveles para actuar sobre el estudiante, sobre la familia, sobre la escuela, la sociedad”, explicó. “Este es un aporte a un cambio que tiene que ser global, enmarcado en políticas públicas que tiendan hacia la igualdad y la inserción de las mujeres, las niñas y las diversidades, no sólo del eje género, en la ciencia”, reflexiona.

Fuente: La Diaria