Dispositivo creado en la Universidad de la República despierta el interés de la selección uruguaya de fútbol y de clubes extranjeros

Hasta ahora hay dos formas habituales de conocer el control de la fuerza muscular de las piernas de un paciente, sea deportista o no: por el uso de equipos de isocinesia que, según apuntó Franco Simini, coordinador del Núcleo de Ingeniería Biomédica de las facultad de Ingeniería y Medicina de Universidad de la República (UdelaR), cuestan “decenas de miles de dólares”, o la intuición.

Darío Santos, fisioterapeuta del Departamento de Rehabilitación del Hospital de Clínicas, confesó que se ha valido de la última: “Me guío por mi experticia de hace 20 años en tratar lesiones de rodilla”.

Ambos forman parte de un equipo de ingenieros y médicos que han estado desarrollando un proyecto denominado Dinabang desde 2017 con el objetivo de cambiar la rehabilitación de pacientes con problemas en las rodillas y entrenamientos deportivos, en particular, en situaciones de pre y post cirugía de reconstrucción del Ligamento Cruzado Anterior.

Es un aparato de bajo costo y con un peso de 200 gramos, que se conecta a dispositivos móviles y a la historia clínica electrónica, y auxilia al fisioterapeuta en el seguimiento del ejercicio físico con cinta elástica, realizando en tiempo real las mediciones cinéticas (fuerzas) y cinemáticas (movimientos) del paciente. Además, emite alarmas para evitar el exceso de carga.

“Es un aparato que permite mejorar la rehabilitación muscular, principalmente de los miembros inferiores. Es una novedad a nivel mundial. Nadie vende este tipo de instrumentos en el mundo y menos con esta forma”, presentó Simini.

Dinabang, que comprende una tobillera, un sensor inercial con dos acelerómetros y dos giroscopios y medidor de fuerza, será comercializado por la empresa uruguaya MOVI, con la que se firmará el viernes 30 de octubre la transferencia tecnológica; es decir, la licencia para producir y comercializar el dispositivo para el mercado.

El director técnico de la selección uruguaya ha mostrado interés en adquirir el equipo.

“Nos lo confirmó el propio maestro Tabárez: muchas lesiones de los futbolistas que se producen en la rodilla son por efectos de asimetría muscular en los miembros inferiores”, dijo Santos. Se trata de una asimetría en la relación de fuerza que existe entre los cuádriceps y los posteriores de un
miembro con respecto al otro. Este cuadro, afectado por el efecto repetitivo y el esfuerzo, puede traducirse en lesiones. “Esas asimetrías no son detectadas y pasan desapercibidas en el deporte”, apuntó.

MOVI ha estado trabajando con el atleta Andrés Silva y con Josefina Dondán, jugadora de la selección uruguaya de handball. Santos, por su parte, lo ha aplicado en tratamientos con varios pacientes más allá de deportistas. En este caso ha sido una pieza clave para la recuperación de personas con prótesis de rodilla, roturas del ligamento cruzado anterior y rotura de meniscos que, de por sí, tienen disminuida la masa muscular.

Dinabang nos permite cuantificar y dosificar los esfuerzos, registrarlos en la historia clínica y retroalimentar al paciente con esos valores”, agregó el fisioterapeuta. Por otra parte, se logra que la rehabilitación, al ser por primera vez personalizada a los requerimientos del paciente, se haga más rápido.

Considerando la distribución estadística obtenida para hombres y mujeres en la fase de pruebas y normalizando por peso corporal, el dispositivo advierte que un ejercicio es insuficiente por debajo de 0,9 N/kg en hombres y 1,1 N/kg en mujeres. Y advierte de un posible daño cuando detecta que se realiza un esfuerzo superior a 2,5 N/kg en hombres y 3,1 N/kg en mujeres. El ejercicio para recuperar la fuerza muscular posterior del muslo con cinta elástica constituye un riesgo si involucra un esfuerzo mayor al que puede soportar el músculo del que se sacó la plastia del Ligamento Cruzado Anterior (este es el que está en la parte media de la rodilla e impide que la tibia se deslice hacia afuera frente al fémur).

“Los aparatos (de isocinesia) no bajan de 20 mil euros y hay algunos por 80 mil euros. Este es un cilindro más barato, pequeño y liviano, que puede ser usado en el consultorio o en el campo de juego”, describió Santos.

Se estima que Dinabang tendrá un costo hasta 50 veces menor que la tecnología disponible.

Jorge Domínguez, director de MOVI, dijo a El País que recibió solicitudes del Club Atlético Boca Juniors y de otros clubes deportivos de Argentina, Brasil y México, así como de clínicas y profesionales particulares. “Tenemos confirmaciones de compra, no solo en Uruguay, sino también en Latinoamérica. Dinabang no tiene competencia directa y soluciona una problemática común en los países”, apuntó.

Los profesionales calculan que el 75% de las roturas del Ligamento Cruzado Anterior se vinculan directamente con el deporte y es más frecuente en mujeres.

Devolución a la universidad.
Domínguez, como ingeniero electrónico egresado de la UdelaR y coautor del proyecto siendo estudiante junto a Rodrigo Barboza, consideró que la formación de una empresa para la comercialización de Dinabang y su salida al mercado es, a su juicio, una forma de “devolverle” al centro universitario “el apoyo que nos dio en todo este tiempo”.

Al respecto, Simini agregó: “Inventos, patentes, propuestas, líneas de la UdelaR están siendo ofrecidas a la industria en general que recién ahora está empezando a adoptar estos hijos pródigos para la posibilidad de hacer negocio y generación de empleo para el país”.

Los “hijos pródigos” de la universidad.
“Es un aporte de la Universidad de la República a la actividad productiva del país”, afirmó Franco Simini, coordinador del Núcleo de Ingeniería Biomédica, sobre la trasferencia tecnológica de Dinabang a la empresa MOVI, la que, además, está conformada por egresados de la Facultad de Ingeniería. Este hecho que es “habitual” en otros países, fue considerado un “hito” por parte del experto. No es frecuente que un desarrollo universitario se traslade al mercado. “Recién la industria está empezando a entender lo que es una universidad que aporta y que es potente”, comentó.

Este año, a pesar de las dificultades que ha planteado la pandemia por coronavirus, se ha logrado visibilizar la investigación que se realiza en distintos ámbitos de la UdelaR.

Simini destacó, por ejemplo, los proyectos de testeos serológicos y testeos rápidos para la detección de COVID-19 o la máquina para esterilizar mascarillas N95 (las de uso sanitario) que han salido del trabajo multidisciplinario entre estudiantes y profesores de las facultades de Medicina, Química, Ingeniería y Ciencias.

Dinabang, en particular, “es el resultado de una investigación de la UdelaR, interdisciplinaria, de médicos, fisioterapeutas e ingenieros. Su transferencia tecnológica es un ejemplo de que se está creando valor en base a una línea de investigación”.

Y añadió: “Inventos, patentes, propuestas, líneas de la UdelaR están siendo ofrecidas a la industria en general que recién ahora está empezando a adoptar estos hijos pródigos para la posibilidad de hacer negocio y generación de empleo para el país”.

El Núcleo de Ingeniería Biomédica un grupo interdisciplinario activo en enseñanza, investigación y transferencia tecnológica en Ingeniería Biomédica e Informática Médica.

Fuente: El País