A diferencia de la región, los comicios en el país no generan dudas en inversores y calificadoras.

Las elecciones presidenciales en primera vuelta no significaron ninguna preocupación para los analistas financieros e inversores que observan que Uruguay se mantiene firme y sin sobresaltos en su política económica. A diferencia de los comicios en Brasil, donde los mercados y las bolsas reaccionaron negativamente ante la reelección de Dilma Rousseff, los agentes financieros destacan que existen perspectivas de estabilidad para el país.

Delfina Cavanagh, directora asociada de Standard & Poors, dijo aEl Observador que los comicios del domingo 26 no han tenido “impacto en la calificación” sobre Uruguay. Esta calificadora tiene al país en grado inversor desde mayo pasado. “En Uruguay no es un factor que preocupe en términos de calificación. Asignamos en mayo de este año el grado inversor y la perspectiva es estable. Decimos hoy lo mismo, la calificación no está sujeta a cambios de gobierno”, argumentó.

La estabilidad política de Uruguay se ha incrementado en la última década y ha sido factor de referencia para los inversores. Un reciente estudio del Banco Mundial y de la Brookings Institution, sobre calidad institucional y gobernanza, muestra que el país pasó de 69,2 puntos a 80,3 entre 2003 y 2013 en el indicador que califica la estabilidad política, con un aumento de 16%.

Uruguay se muestra firme en este aspecto en la región, ante los problemas de Brasil y también de Argentina, donde los inversores aguardan la definición de las elecciones de octubre de 2015 para tomar decisiones. “En Uruguay existe un sistema político estable y también cuenta con estabilidad económica. Tanto si gana Tabaré Vázquez o Lacalle Pou en el balotaje, no creemos que vaya a haber grandes cambios en la política económica uruguaya”, aseveró la directora asociada de Standard & Poors.

La analista comentó que las cuestiones más debatidas están por fuera de la política económica, como los asuntos en seguridad, educación y salud. “Esto es visto como positivo, que a pesar de que pueda haber cambio de gobierno, hay consensos en torno a las políticas macroeconómicas”, dijo Cavanagh. “Hay madurez política” que permite la continuidad, añadió.

Entre los puntos a corregir, señaló la inflación como el principal elemento en ese sentido. La uruguaya “es una economía que crece bien, pero obviamente preocupa una inflación que está por encima del rango objetivo del Banco Central (BCU); es uno de los principales asuntos a resolver y es el desafío que tendrá que afrontar el próximo presidente”. La inflación está en 8,36% interanual y el rango meta del BCU se ubica entre el 3% y 7%.

Consultada por si la constante suba del dólar incide decididamente en la inflación, aseveró que se trata de un dato puntual que no explica el fenómeno. “Es una cuestión más que puede llegar a influir, y que puede generar una suba estacional en algún producto. Pero creemos que la cuestión es más de política que por cuestiones puntuales como la suba del dólar”, explicó Cavanagh.

Por su parte, Jason Graffam, vicepresidente asistente la calificadora canadiense DBRS, aseguró a El Observador que el peso experimentó una leve depreciación “siguiendo las elecciones brasileñas”. Sin embargo, esa depreciación se dio de forma tardía e independiente del resultado de los comicios locales. El día después de las elecciones, tanto en Uruguay como en Brasil, el dólar se disparó 1,96% en el vecino país debido al descontento de los mercados con el resultado de las urnas. En tanto, en Uruguay, registró una baja de 0,25%.

Según Graffam, “la apreciación del peso en el último mes pareció suceder más por influencia de factores domésticos, como la decisión en setiembre del BCU de eliminar los requerimientos de reservas para los no residentes”.

El socio del estudio Guyer & Regules, Nicolás Piaggio, comentó que la percepción de los inversores es, en general, positiva y observan un panorama estable en el futuro próximo, más allá que hubieran preferido que no existiera mayoría parlamentaria. “(Tabaré) Vázquez ya gobernó y es conocido, tiene un equipo probado, y se tiene la expectativa de que (Danilo) Astori sea el ministro (de Economía), un hombre promercado; por lo tanto, no he escuchado preocupación de los inversores”, dijo a El Observador.

Piaggio aseguró que la preocupación de los inversores se concentraba en una posible mayoría parlamentaria, que finalmente concretó el Frente Amplio. Es un punto que “no hace gracia a ningún inversor”. No obstante, el socio de Guyer & Regules destaca que Vázquez –gran favorito para ganar el balotaje el 30 de noviembre– es parte del gobierno que trajo el grado inversor y que, más allá de las preferencias de los inversores, la mayoría “no va a generar problemas”. “Además el dólar se movió independientemente y hasta llegó a bajar”, ejemplificó.

Franco Uccelli, analista del banco JPMorgan, destacó en un informe que las mayorías en las dos cámaras proveerán mayor gobernabilidad a una eventual administración de Vázquez y de sus “políticas progresistas”. Sin embargo, aseguró que el resultado de la elección evidenció un electorado “profundamente dividido”.

Fuente: El Observador