Ante un mercado de trigo sacrificado, con precios a la baja y pocas alternativas de invierno, la colza se instala como un cultivo rentable e ideal para el aprovechamiento y optimización de los campos. ADP – Agronegocios del Plata fue una de las empresas pioneras en el cultivo y en los últimos años duplicó el área de siembra llegando a las 7.500 hectáreas actuales.

Alexis González, gerente de producción  agrícola de la empresa señaló que el cultivo viene evolucionando con vigor en el país y cada vez más son los productores que lo eligen en base a “los buenos números” que se obtienen.  El costo por hectárea es US$ 525, que se cubre con un rendimiento de 1.500 kilos, y actualmente el rinde viene siendo bueno con más de 1.700 kilos.

“Es un buen cultivo, que se puede sembrar bien a fines de abril o principio de mayo, cuando los campos están libres y una de sus grandes ventajas es que, al ser de ciclo corto, libera las chacras temprano porque a mediados de octubre se está cosechando. Esto es beneficioso porque permite sembrar una soja de segunda en una buena fecha. La soja sobre rastrojo de colza rinde más que sobre rastrojo de trigo o cebada y si bien los costos son algo superiores, el precio de la tonelada es mayor, lo que compensa y hace que sea viable”, explicó González.

Uno de los puntos débiles de la colza es el control de las malezas, hay algunas que son difíciles de erradicar con los herbicidas que se utilizan, pero lo positivo es que se pueden aplicar una amplia gama de herbicidas hormonales en rotación con el glifosato- que se utiliza en pre siembra, no dentro del cultivo- lo que disminuye las probabilidades de generar resistencias a determinado principio activo.

Para plantar colza se requieren campos que no tengan acumulación de rastrojo del año anterior (si hay mucho aumenta la probabilidad de perder plantas en implantación por efecto de la helada), que no se pare el agua, que no tenga grandes bajos y sin problemas de compactación. También hay que analizar el residuo de los herbicidas aplicados con anterioridad, porque algunos de ellos, sobre todo de la soja, pueden afectar el nacimiento de las plantas que son delicadas, como por ejemplo el diclosulam.

El experto de ADP señaló que este 2017 viene siendo un año complicado a nivel climático, con lluvias abundantes, escasa luz y temperaturas altas que han acelerado los cultivos, lo que hace que las expectativas bajen. Asimismo, explicó que el resultado final dependerá de que la primavera se presente con buen estado de tiempo, con sol y temperaturas bajas (libre de heladas), para que el llenado de granos compense y el rendimiento sea bueno.

Por otro lado, el clima también favoreció a la proliferación de enfermedades, sobre todo Alternaria brassicicola, para la que se está aplicando fungicidas.

“Para ADP es un ingreso económico importante y le vemos mucho futuro al cultivo. Hay capacidad de seguir aumentando el área de siembra en Uruguay, pero se necesita conseguir mercados donde colocarla. El desarrollo del cultivo tiene que ir atado a un plan comercial de exportación, que es lo que ofrecen las empresas hoy. En el caso de ADP somos proveedores de Alur, para la generación de Biocombustible, pero es algo que tiene un límite. También tenemos negocios de exportación de grano. Falta investigar más, pero se ha aprendido mucho y cada vez está más sólido el cultivo en el país”, apuntó.

En este sentido, el próximo jueves 19 de octubre, la clásica jornada de exposiciones y charlas con especialistas del agro ADP Zone, contará con la participación de unfitopatólogo experto en colza, quien contará la experiencia del cultivo en su país, sobre todo lo relacionado a las enfermedades y cómo reducir el impacto de las mismas en la producción.

Por su parte, Bayer, aliado estratégico de ADP dispone de la variedad Igranola, que es la que se comercializa en Uruguay de forma conjunta entre ambas empresas.

“Toda la colza que comercializó ADP este año salió tratada con fungicidas y polímeros Bayer. Desde el laboratorio realizamos el tratamiento profesional de las semillas, con máquinas curadoras y ofrecemos una nueva categoría de productos que asegura la calidad y los resultados en la siembra.

A su vez la empresa cuenta con varios productos para este cultivo, entre los que se destaca Prosaro, fungicida para colza de referencia a nivel mundial.  Hace varios años que Bayer ve en el mercado de las semillas un negocio importante a futuro, sobre todo en relación a las nuevas tecnologías que pueden venir a solucionar una gran cantidad de problemas”, explicó, por su parte, el ingeniero agrónomo de Bayer, Ignacio Achard.

Fuente: espectador.com