En 2019 la economía uruguaya creció un magro 0,2% respecto a 2018, la menor expansión desde 2002.

En 2019 la economía uruguaya completó su 17° año consecutivo de crecimiento (un registro sin precedentes en la historia). Sin embargo, el dato muestra una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de solamente 0,2% frente a 2018 (la menor desde 2002 cuando incluso cayó 8%).

Por si fuera poco, cuatro de los siete sectores que conforman el PIB del lado de la oferta mostraron caídas en su actividad en 2019.

Adicionalmente, en el cuarto trimestre del año en forma desestacionalizada, la economía uruguaya cayó 0,6%, según los datos del Informe de Cuentas Nacionales que el Banco Central (BCU) divulgó ayer. Mientras, el crecimiento interanual (octubre-diciembre de 2019 frente al mismo período del año previo) tuvo una expansión de 0,2%.

Estos datos según los analistas consultados por El País pautan una economía estancada.

El economista de CPA Ferrere, Santiago Rego dijo que “el dato (del PIB acumulado de 2019) fue bastante malo y peor a lo que prevemos”. Los números muestran “una economía estancada en 2019 y con una contracción en el cuarto trimestre”.

Por su parte, Gabriela Mordecki, del Instituto de Economía, hizo notar que la revisión de datos de trimestres anteriores -el tercero y el segundo se corrigieron al alza mientras que el primero a la baja (ver gráfico)- varió “la trayectoria proyectada” del PIB para el cierre del año.

“Si uno mira por sectores, los únicos que crecen son dos, que son poco intensivos en mano de obra y que tienen un efecto sobre la estadística pero en realidad no representa una mayor actividad”, explicó.

Según cálculos de El País, si la economía no creciera en 2020, el efecto de arrastre estadístico daría una baja de 0,02%.

El panorama que deja para este año es poco alentador. Para los analistas consultados por El País es el de un “escenario muy comprometido” para la economía local, con un “piso (de crecimiento) muy bajo”. La expansión del coronavirus a nivel mundial con cuarentenas voluntarias y obligatorias en varios países ha llevado al cierre de fábricas, caída en la producción y menor demanda en general. Esto pesa fuerte en los primeros trimestres del año a nivel global y Uruguay no es la excepción.

En términos nominales, el PIB totalizó US$ 56.001 millones durante los últimos 12 meses cuando a diciembre de 2018 ascendía a US$ 59.568 millones. Cabe destacar que la medición en dólares del último año se vio afectada a la baja dado que el tipo de cambio promedio subió un 15,227% en el período.

Sectores en el año.
De los cuatro sectores que cayeron en 2019 el que lo hizo más fue Actividades primarias que bajó 3,8% (con las Actividades agropecuarios con una caída del 3,9%) por “la disminución en la faena en frigoríficos y de las exportaciones de ganado en pie”, indicó el BCU.

A su vez retrocedió Comercio, reparaciones, restaurantes y hoteles (-2,1%), donde “se destaca principalmente la caída en la comercialización de bienes nacionales, y en menor medida de bienes importados, así como la caída de los servicios de restaurantes y hoteles por la menor demanda de turistas”, señaló.

También hubo menor actividad en la Construcción (-2%) y en Industrias manufactureras (-1,1%) durante 2019.

“La incidencia de todos estos sectores fue casi totalmente compensada, sin embargo, por el aumento en Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones, que creció en un 3,5%”, indicó el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) en un comunicado. En este sector esa expansión se dio “como resultado del crecimiento en las telecomunicaciones”, dijo el BCU.

El suministro de Electricidad, gas y agua, por su parte, creció 5,7% “explicado por la mayor generación de energía eléctrica para exportación”, explicó el Central.

En tanto, las denominadas Otras actividades (incluye Servicios de Actividades inmobiliarias, Financieros, Prestados a las empresas, entre otros) crecieron 0,3%.

El PIB en el último trimestre.

Más allá de “la película” de todo 2019 en la economía, para lo que viene importa “la foto” del último trimestre.

En ese sentido, en términos desestacionalizados la caída del PIB del último trimestre (respecto al tercero) fue de 0,6%. Eso se explicó por “la menor actividad en Industrias manufactureras (-5,3%) y Comercio, reparaciones, restaurantes y hoteles (-1,7%) que no logró ser compensada por el crecimiento en Transporte, almacenamiento y comunicaciones (+1,6%) y en menor medida, de Suministro de electricidad, gas y agua (+6,1%)”, afirmó el BCU.

A su vez hubo caída en Actividades primarias (-1,3%) y un leve repunte de la Construcción (+0,4%).

En tanto, al comparar el último trimestre de 2019 con igual lapso de 2018, el PIB tuvo una suba de 0,2%.

En el desempeño de los sectores de actividad durante el cuarto trimestre del año, “se destaca el aumento en Transporte, almacenamiento y comunicaciones y Suministro de electricidad, gas y agua, contrarrestados por los descensos en Actividades Primarias e Industrias manufactureras”, explicó el BCU.

“Piso muy bajo” para la actividad en 2020
“El piso para 2020 es muy bajo. Lo que llamamos arrastre estadístico, sobre todo por la caída del cuarto trimestre, es cero. O sea que dependerá (el registro del PIB) únicamente de lo que crezca la economía en 2020”, explicó Gabriela Mordecki del Instituto de Economía.

Previo al derrumbe que se estima en la economía en marzo por los efectos del coronavirus, en enero y febrero, la actividad tuvo ciertos indicadores positivos como una temporada turística “que fue casi un empate en la cantidad de visitantes -no tan mala como se había previsto-, que es lo que más pesa en términos del PIB, aunque hayan estado menos tiempo”, dijo la analista.

En sentido contrario, la sequía puede afectar negativamente a la producción agropecuaria, como también las exportaciones que sufrieron un golpe en febrero por la menor demanda desde China. “La construcción era un sector que venía mejorando”, pero volvió a caer en el último trimestre de 2019 y ahora podría sufrir por la paralización de las obras, agregó Mordecki.

Santiago Rego, economista de CPA, señaló que la actividad tiene tras una caída al cierre del año pasado “un menor envión para 2020”, un año con un “escenario muy comprometido” para la economía local. “Es muy difícil” que haya crecimiento en el primer trimestre por los impactos del coronavirus, sostuvo. “Desde una óptica general todos los sectores (desde el lado de la demanda) deberían tener caída del PIB, esperando que las obras de infraestructura y UPM le pongan un soporte adicional” a la actividad, aunque “la posible cuarentena sería un shock adicional a la baja y no podemos descartar que la economía tenga una recesión”, manifestó.

Como efectos del coronavirus hacia adelante, Rego mencionó que “la depreciación más intensa (por la suba del dólar) enfriará el consumo”, sumado a que “caerán los precios internacionales” de los productos que exportamos.

La inversión retomó el crecimiento en 2019
En 2019 la Formación Bruta de capital fijo aumentó 1,4% respecto a 2018 tras varios años de caída. Esto respondió a un incremento en la inversión en maquinaria y equipos por parte de los privados, señaló el Banco Central.

Respecto a estos números, el analista de CPA Ferrere, Santiago Rego, destacó “la mejora de la inversión en la segunda mitad del año” pasado, luego de “varios trimestres de contracción”.

Atribuyó esta evolución a “los primeros impulsos de las obras de infraestructura y de UPM 2”. Igualmente, indicó que “sobre todo la inversión privada venía de niveles muy bajos” en los últimos años.

Por su parte, Gabriela Mordecki del Instituto de Economía señaló que es “muy positivo” el incremento que mostró “la formación bruta de capital fijo”, es decir la inversión de empresas en maquinaria y equipos, más allá del dato de caída de “la formación bruta de capital que se produjo por la variación de existencias”, es decir los stocks de las empresas.

El consumo desaceleró pero sigue como motor
Uno de los motores del lado de la demanda es el consumo y en ese sentido, el Gasto de consumo final creció 0,5% en 2019 respecto a 2018, explicado por un mayor consumo de familias y empresas (+0,5%) y del gobierno (+0,8%).

Santiago Rego, analista de CPA Ferrere, dijo que “en línea con lo que veníamos viendo en los últimos datos del PIB, el consumo se desaceleró” en 2019. Aunque destacó que así y todo “siguió siendo el componente que más contribuyó a la actividad” por el lado de la oferta.

Por su parte, otro motor de la demanda son las exportaciones. El Banco Central señaló que “las Exportaciones de bienes y servicios presentaron un incremento de 1,2% y las Importaciones de bienes y servicios crecieron 0,2%. Esto determinó que el volumen del saldo comercial con el exterior resultara menos negativo que el del año anterior en términos de volumen físico”.

El consumo incidió en 0,4 puntos porcentuales en el crecimiento del PIB desde la demanda y las exportaciones en 0,3 puntos.

Fuente: El País