Marjorie Spitalnik y sus Pequeñas Rebeldes compiten en las grandes ligas de la industria estadounidense de juguetes.

Malala Yousafzai, Amelia Earhart, Marie Curie y Mary Jackson componen la colección de muñecas de Little Rebels, emprendimiento de la uruguaya Marjorie Spitalnik que está marcando tendencia en Estados Unidos.

Spitalnik había incursionado en la confección de peluches con el proyecto Tedybujo en 2013, en el que transformaba dibujos y pinturas de niños en muñecos. Pero luego de cinco años, el proyecto quedó en pausa porque no era escalable y la emprendedora se concentró en sus pequeñas rebeldes.

En Estados Unidos hay dos grandes premios de la industria del juego, los Toy & Game International Excellence Awards (TAGIE) y los Toy of the Year Awards (TOTY), que llevado a una jerga cinematográfica corresponderían a los premios Emmy y los Oscar.

Hace unas semanas, Little Rebels se llevó el primer lugar en la categoría Innovative Art And Visuals Of The Year de los TAGIE y recibió la nominación a los TOTY 2021 como Mejor Peluche del año, categoría en la que compite por ejemplo, con el bebé Yoda de Star Wars. Por lo que ganó en los Emmy y ahora va por los Oscar.

En los premios TOTY hay una categoría en la que el público decide y la votación está abierta hasta el 5 de enero. Se puede votar aquí al proyecto de la emprendedora uruguaya.

Estos reconocimientos impactaron directamente en la marca en Estados Unidos y fue lo que le permitió llegar a grandes cadenas como Walmart y Target, por lo que ahora la marca está en pleno proceso de sumar fondos para hacer una segunda orden de producción a China.

Agrandar la cuadrilla

Si bien las muñecas están pensadas para niños y niñas de entre 5 y 9 años, muchas veces los adultos también las piden para coleccionarlas. “Me han escrito profesores y maestros para usarlas como material de enseñanza en sus instituciones. Es para todo el mundo”, dice Spitalnik.

Para el año que viene Little Rebels lanzará una línea de mujeres latinoamericanas entre las que estará la poeta uruguaya Delmira Agustini y un juego de caja estilo trivia con realidad aumentada.

En Uruguay las muñecas pueden adquirirse a través de la web de Little Rebels y a partir de la semana que viene también en la tienda Mis Petates.

La creadora de estas pequeñas rebeldes cuenta que recibe muchas devoluciones positivas de madres y padres, además de fotos y videos de los niños con sus muñecas.

“Me han pasado cosas muy lindas, comentarios de padres que me dicen ‘dejó a su peluche de toda la vida a un costado para dormir con la muñeca’, o niños dibujando en una caja un avión y sentándose con Amelia a jugar a ser aviadores. Ver que realmente el objetivo de empoderar y educar se está logrando es increíble”.

La génesis

En 2018, motivada por la falta de referentes mujeres que veía en la educación formal de su hija de 13 años, decidió investigar ella para enseñarle por su cuenta. “Empecé a googlear distintos tipos de materiales, encontré un montón de libros muy copados pero no había nada con lo que se pudiera jugar, que fuera ‘abrazable’, que fuera más entretenido que simplemente leer un libro”, cuenta la emprendedora y ese fue el puntapié para empezar a gestar la idea de Little Rebels.

En paralelo, Spitalnik estaba cursando un máster en Emprendedurismo en la Universidad de Columbia en Nueva York y su tesis se enfocaba en Tedybujo, hasta que recibió una llamada de El Observador que la hizo cambiar de rumbo. Se la consultaba para una nota sobre emprendedores que dejaron de emprender.

“Cuando me llamaron del diario yo tenía una foto de una muestra de Little Rebels que me habían mandado de la fábrica de China. Ni siquiera existía el emprendimiento para ese entonces. Días después, estando en Nueva York, me llega una llamada del Departamento de Estado de Estados Unidos (que me había invitado en 2016 a participar del Programa Young Leaders of the Americas Initiative (YLAI)), diciendo que habían leído la nota en El Observador sobre mi nuevo emprendimiento y me querían consultar si tenía stock suficiente para que ellos lanzaran un tweet contando la idea y yo pudiera cumplir con la demanda. Y yo pensaba, ‘¿de qué me hablan? ¿Qué está pasando?’. Después me llamó pila de gente para hacerme una nota de algo que en ese momento no existía, había solo una foto de la muñeca en la fábrica”, recordó.

Ese hecho fue un llamado de atención y un diagnóstico de que había interés. “Ahí pisé el acelerador, pausé Tedybujo y decidí terminar mi máster con Little Rebels”, resumió.

Rebelde con causa

Tras un año de idas y vueltas virtuales con fábricas de China, llegar a una muestra final con la calidad que quería y entablar conversaciones por licencias de uso de imagen, Marjorie Spitalnik juntó a sus cuatro pequeñas rebeldes (que en ese momento eran Malala, Frida Kahlo, Marie Curie y Amalia Eckhart) y se fue a la Toy Fair de Dallas, una de las ferias de juguetes más importantes del mundo.

“Me presenté frente a los mandamases de todas las empresas de juguetes grandes de Estados Unidos con cuatro muestras de una idea que tenía, que no había terminado de desarrollar del todo. Les encantó, pero todos me decían, ¿viene con un libro?”», comentó.

No tenía libro porque para Spitalnik libros ya había muchos. Pero en octubre de 2019 volvió a Montevideo, se contactó con Unicorn Games, se incubó en Ingenio, consiguió fondos de ANDE y comenzó a desarrollar una aplicación que hoy incluye un e-book con la historia de cada muñeca, videos en formato de dibujo animado, un trivia, sección para colorear y otra de realidad aumentada, donde puede verse la muñeca en la pantalla del dispositivo. “Estamos empezando a sumar Machine Learning para que los niños y niñas puedan hablar con el 3D de la muñeca y que esta les responda”.

En setiembre de 2020 Spitalnik volvió a juntarse con las grandes empresas en la feria de Dallas —de forma online— y comenzó conversaciones con varios grupos como Nickelodeon, Mattel y Universal que siguen hasta el día de hoy. “No puedo contar mucho porque es todo como hipersecreto, pero la idea es ver si están interesados en las licencias”, dice la emprendedora que tiene registrados los diseños de las muñecas y la marca Little Rebel en Estados Unidos.

Fuente: El Observador