El 16 de marzo fue inaugurada oficialmente la primera escuela pública sustentable de Latinoamérica, la escuela rural N° 294, ubicada en el balneario Jaureguiberry, en Canelones.

Poco antes de entregar las llaves de la escuela a las autoridades del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CIEP), representantes de la organización Tagma, impulsora del proyecto, firmaron el convenio que habilita a la utilización de la marca país Uruguay Natural.

El convenio fue suscripto por la ministra de Turismo, Liliam Kechichian; el director ejecutivo de Uruguay XXI, Antonio Carámbula; y Martín Espósito coordinador general de Tagma.

Durante la firma del acuerdo, Carámbula felicitó a quienes impulsaron la creación de la escuela reconociendo el trabajo de los responsables directos, de los voluntarios que llegaron de varias partes del mundo y de las empresas sponsor del proyecto. El ejecutivo sostuvo que la firma del acuerdo es un reconocimiento al hecho de que hayan elegido a Uruguay para hacer esta escuela, y también hacia la modalidad de trabajo que va involucrando desde el principio a la comunidad, a los chicos de la escuela, a maestros, padres y vecinos. “Los felicito por el trabajo que nos debe inspirar a todos y por lo conquistado”, enfatizó Carámbula.

Por su parte Martín Espósito destacó el orgullo que representa la firma del acuerdo y el aporte de instituciones como la Liga de Fomento de Jaureguiberry y de toda la comunidad que también apoyó el proyecto desde el comienzo. Señalo además el interés de vecinos de balnearios cercanos y de gente de todas partes del país que se acercaron para ver la escuela. “Cosas como esas son las que nos permiten entender que estamos haciendo algo importante para el país”, sostuvo y agregó: “Poder llevar todo esto hacia el público del exterior junto con la marca Uruguay Natural es importante, es un paso más para poder dar a conocer esto que sucedió acá”.

La ministra Kechichian señaló que el acuerdo con la escuela sustentable enriquece la diversidad de rubros que hacen a la marca país. “No es casualidad que la primera escuela sustentable del país y de Latinoamérica esté en Jaureguiberry, un lugar que tiene un tejido social y un conjunto de organizaciones sociales importante, que lo han sostenido y serán buenos difusores de esta escuela. Esto ayuda al posicionamiento de la marca país, a la sustentabilidad del Uruguay Natural y a ese Uruguay que tenemos que seguir construyendo entre todos y especialmente con los más jóvenes”, resaltó.

Autosuficiente y con capacidad para 100 alumnos

El proyecto de levantar un edificio educativo de estas características partió del arquitecto estadounidense Michael Reynolds, quien desde hace 45 años se dedica a la construcción de viviendas autosustentables.

La organización Tagma junto Reynolds de la empresa Earthship Biotecture, Nevex y cientos de voluntarios trabajaron durante varias semanas para cumplir con el objetivo de una escuela de estas características en la zona de Jaureguiberry, a 80 kilómetros de Montevideo.

Esta escuela rural recibirá desde la última semana de marzo a 34 alumnos y permitirá a toda la comunidad vivir a diario la reutilización de residuos, el aprovechamiento de los recursos naturales y el respeto hacia el medioambiente.

Con una superficie de 270 m2 y 100% autosuficiente en energía eléctrica, agua potable y calefacción, la escuela podrá recibir hasta 100 alumnos cada año. Según datos aportados por Tagma, la electricidad proviene de paneles fotovoltaicos y molinos de viento, y el agua se recolectará a partir de cuatro tanques instalados especialmente para este fin. Asimismo la escuela contará con invernaderos internos que permitirán producir una buena cantidad de alimentos y plantas. Un edificio anexo a la escuela albergará a un comedor y una cocina.

La firma de Michael Reynolds

Construcciones similares con la firma de Reynolds se encuentran presentes en lugares tan diversos como Sierra Leona, Australia, Escocia, Bélgica, España, Francia, Holanda Canadá, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Argentina, México, entre otros.

Estas edificaciones están diseñadas para generar energía eléctrica, calefacción, agua corriente y alimentos orgánicos. Además, para su construcción se re-utilizan diversos desechos como neumáticos, latas y envases de plástico.

En Uruguay el proyecto surgió a través de la organización local Tagma, que contactó a Reynolds, presentó la idea ante la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y vinculó a la empresa Unilever a través de su marca de jabón en polvo Nevex, que donó los siete millones de pesos que insumió la construcción.

El centro educativo cumple con los requisitos de la Administración Nacional de Educación Pública y se utilizaron para su creación materiales tradicionales y no tradicionales con reutilización de residuos como vidrios, llantas, plásticos, latas y cartones, entre otros.

Esta nueva escuela pública representa un modelo que permitirá a la comunidad de Jaureguiberry llevar adelante la reutilización de los residuos, el aprovechamiento de los recursos naturales y el respeto hacia el medioambiente.

Fotos

Fuente: Marca País y Tagma