Agro, forestación, alimentos, plásticos, energía renovable, entretenimiento, son solo algunos de los sectores donde empresas uruguayas apostaron al cambio y cosecharon buenos resultados.

Para las empresas, innovar dejó de ser una aspiración para transformarse en una obligación. Para diferenciarse en productos o modelos comerciales, darle «una vuelta de tuerca» al negocio es clave. Y si bien es difícil comparar, «en la región, en innovación Uruguay está bien; pero si nos miramos en la economía global falta mucho trabajo, inversión en innovación e investigación, sobre todo privada», dijo Fernando Brum, presidente de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII).

La agencia se ha transformado en un motor importante. En sus 10 años de existencia ha aprobado más de 6.000 proyectos y desembolsó unos US$ 279 millones en iniciativas que involucraron formación académica, investigación e innovación y emprendedurismo. «La tasa de crecimiento interanual (en cantidad y montos de proyectos) es mayor de lo que crece el país. Hay más demanda de innovación de lo que la ANII puede subsidiar. Eso supone una buena señal, porque habla de una mayor demanda en el país», apuntó.

Según Brum, los dos sectores más dinámicos son tecnología de la información y agro («el primero por cantidad de proyectos, el segundo por importancia en monto de inversión») y destacó biotecnología como «uno de los que más crece». Para seguir potenciando el gen innovador, el titular de la ANII dijo que ahora las energías están puestas en «tejer la trama», «acortar las distancias entre academia, industria, emprendedores, inversores y gobierno».

1-Caviar Uruguayo para el mundo
Estuario del Plata, empresa productora de caviar, apeló al instrumento de ANII «Herramientas para la innovación» para contratar a una responsable del área de Innovación y calidad. Optaron por Gabriela Schroeder, uruguaya con más de 20 años de experiencia en acuicultura en Chile para desarrollar las áreas vinculadas a la innovación y optimización de los procesos productivos. «Competimos en los mercados más exigentes del mundo, por lo que la innovación influye definitivamente en nuestro negocio», indicó el gerente general, Facundo Márquez. En concreto, Schroeder implementa un sistema de gestión integrado y las certificaciones internacionales como Global Gap, Friends of the Sea e ISO 22.000. Esto permite «responder mejor y más rápido a las exigencias de los clientes y estar un paso adelante de nuestros competidores», destacó. Como resultado, la empresa logró abrir mercados «no tan fáciles» para productos de ultra lujo de la región.

2-Un envase conveniente
La fábrica de plásticos Atma recurrió en 2012 al “Programa de estímulo a la demanda tecnológica” de la ANII para desarrollar un molde y la tecnología adecuada que permitiera hacer envases de un litro con decoración de calidad fotográfica en toda su extensión, denominada “etiquetado in mold”. “La ventaja de esto es que el producto ya sale pronto de la máquina y mejora los tiempos de entrega, a la vez que genera de a dos envases al mismo tiempo, algo que no existía en el mercado local”, destacó Agustín Tassani, gerente de Operaciones. Esto permitió desarrollar capacidades internas inexistentes en el país y en 2014 llevar esa técnica a envases de 4 y 20 litros y así ampliar la cartera de clientes. “Ganamos un gran cliente nuevo y también ampliamos las ventas a otros que no lo conocían, que lo importaban o hacían envases con otras técnicas”, indicó.

3-Asfalto adaptado a las rutas uruguayas
En 2011, la empresa Bitafal Asfaltos creó un nuevo material modificado más adecuado a la realidad local. El instrumento «Innovación tecnológica de alto impacto» de la ANII fue el elegido para desarrollarlo, recordó Santiago Kröger, director técnico de la compañía.
«Logramos un asfalto que resiste mucho más al ahuellamiento, tiene mayor resistencia a la fisuración, al envejecimiento, y una vida útil tres veces mayor por un precio que solo supera un 35% al asfalto tradicional», destacó. Desde entonces la empresa duplicó las ventas gracias a este producto. Desde 2012 fabricaron unas 20.000 toneladas, lograron «ampliar la torta del negocio» además de comenzar a exportarlo a Argentina este año.

4-Tratamiento de aguas residuales en poco espacio
Seinco, empresa que desarrolla soluciones de tratamiento de agua y efluentes, diseñó un sistema de saneamiento para poblaciones medianas (hasta 300.000 personas). Esa solución, que pudo ser desarrollada gracias al instrumento «Innovación de alto impacto», consiste en plantas depuradoras de alta eficiencia y rápida construcción por su sistema de prefabricado, destacó Julio Molinolo, gerente de Operaciones de la compañía. «En tan solo cuatro meses se instala una planta que ocupa 700 metros cuadrados y procesa unos 100 litros por segundo de aguas residuales, removiendo nutrientes y tratando los lodos generados. Una planta convencional ocupa hasta cinco veces más esa superficie, con costos de inversión y operación un 50% más altos», graficó. El plan de la empresa es que éste sea su principal negocio a corto plazo. Al presente ya ingresaron al mercado brasileño donde en septiembre de 2016 construyeron su primer planta en Canasvieras (que en verano reúne a unas 60.000 personas) y otras cuatro están en construcción, resumió.

5- Extracto de porpóleos que gana mercados
Con el instrumento de la ANII «Innovación de alto impacto», en 2011 el Laboratorio Apiter desarrolló un extracto de propóleos controlado en su composición y contaminantes que cumple con los estándares internacionales. Esto le valió a la empresa triplicar el valor comercial de su producto, lograr acceder a nuevos mercados altamente exigentes y consolidarse en Nueva Zelanda, Alemania, España y Canadá, entre otros, según explicó Andrea Roth, directora del laboratorio.

6-Un estudio de película
El Fondo Orestes Fiandra fue el instrumento que eligió la productora La Mayor para construir una sala para mezcla de sonido 5.1 y 7.1 con pantalla grande, algo que hasta el momento no existía en Uruguay. «Está aprobada la certificación Dolby. Ahora se puede hacer la totalidad de una película en Uruguay y a los productores uruguayos les está cambiando la lógica de coproducción», resumió su director, Federico Moreira. Ya captaron producciones uruguayas y argentinas.

7- Energía para la región
La consultora en eficiencia energética SEG Ingeniería se presentó en 2012 al Fondo Orestes Fiandra de la ANII para consolidar su salida al exterior con parques eólicos y solares fotovoltaicos. «Queremos desarrollar 1.500 MW en América. Invertimos en un nuevo modelo de negocio (entrega de proyecto ready to build), en software y capacitación. Hoy somos el mayor desarrollador de Uruguay y unas de las principales empresas en América en este modelo», indicó Fernando Schaich, socio fundador de la empresa. «Ganamos un primer proyecto en Argentina y tenemos listos otros para México, Chile y Argentina. Además, contamos con iniciativas en Brasil, Perú y Uruguay para participar en licitaciones en los próximos años», destacó.

8- Máquinas forestales más eficientes
La metalúrgica JHartwich, con experiencia en equipamiento para el área forestal, decidió crear una máquina que une las tres etapas de plantación de árboles (limpieza de las fajas, roturación y plantado) en una sola. Para ello, en 2015 apeló al instrumento «Implementación de la innovación». «Este equipo innovador a nivel mundial permitirá reducir los costos del plantación entre 30% y 50%. Para nuestra empresa podría ser una parte muy importante del negocio», resaltó Carlos Hartwich, director de la empresa.

9- Bioinsecticidas
Buscar una alternativa innovadora al control de plagas en el cultivo de soja es el desafío que se autoimpuso Barraca Erro en 2016. Bajo el paraguas del instrumento “Implementación de la innovación» comenzó a investigar el uso de bioinsecticidas y enemigos naturales de la lagarta a escala comercial. «Es algo que hasta el momento se hace a escala experimental; nosotros lo llevaremos a nivel comercial», apuntó Germán Bremmerman, director de Barraca Erro.

10- Vacunas para grandes animales
En 2012 el laboratorio Prondil optó por el instrumento «Innovación de alto impacto» para generar en forma recombinante la toxina de botulismo para vacunas en grandes animales, algo que no existe en el mundo. En cuatro años lo logró. “Es más eficiente, se fabrican 3.000 litros (un lote) en tres días; el método tradicional insume unos 50 días. Esto generará espacios libres en la planta y duplicará la capacidad de producción sin agregar un solo tanque», graficó Rafael Costoya, gerente de administración de la compañía.

Fuente: El País