Desde este lunes y hasta el martes 9 de marzo, París albergará su semana de la moda; Gabriela Hearst hará su debut como cabeza de la firma francesa de lujo Chloé.

La Semana de la Moda de París arranca este lunes con una cuarta edición virtual de su pasarela, tras un año marcado por la pandemia, con casi un centenar de desfiles en línea y novedades como el estreno de la uruguaya Gabriela Hearst en Chloé.

A partir de este lunes y hasta el próximo 9 de marzo, más de setenta firmas mostrarán sus creaciones para el otoño-invierno 2021/2022, a las que se suman otras como Sonia Rykiel, que presentarán sus líneas fuera del calendario oficial.

Este mismo domingo, Rykiel revela su nueva colección en el que es además su regreso a la pasarela de París. Lo hace con un homenaje a la que fue «la reina del punto» concebido por el nuevo equipo interno de la casa tras haber sido adquirido por los empresarios franceses Eric y Michael Dayan.

El lunes y el martes será el turno de jóvenes creadores, como Cecilie Bahnsen, Kimhékim, Marine Serre o Koché, antes de que llegue el turno de grandes marcas como Chloé, Acne Studios y Dries Van Noten el miércoles, Loewe e Issay Miyake el viernes, o Hermès y Elie Saab el sábado.

El domingo 7 de marzo a primera hora será el turno de Jil Sander, que en esta ocasión cambia la pasarela de Milán por la parisina, mientras que a última hora de la noche el estadounidense Matthew Williams mostrará su segundo desfile como director creativo de Givenchy.

El penúltimo día de la Semana de la Moda parisina será el turno de firmas como Lanvin, Schiaparelli o Christian Dior, antes de que Chanel, Paco Rabanne y Louis Vuitton clausuren la pasarela el martes 9 de marzo.

Debut uruguayo en París

Pese a tratarse de encuentros virtuales, se esperan grandes momentos como el estreno en Chloé de Hearst, que fue nombrada directora creativa el pasado mes de diciembre.

La uruguaya se ha hecho un hueco en la moda con su firma homónima, conocida por su ambición sostenible, sus colaboraciones con artesanos y su visión atemporal de la ropa.

Pero su carácter bohemio a la vez que femenino parecen encajar a la perfección en la estética que Chloé ha propugnado los últimos años en sus colaboraciones con diseñadoras como Clare Waight y Natacha Ramsay-Levi.
Otra novedad será el estreno del belga Nicolas Di Felice en Courrèges, el miércoles 3 de marzo.

Fuera de calendario

Fuera del calendario oficial, presentarán sus colecciones Saint Laurent, Balenciaga, Kenzo y AMI, algunas de las marcas que aprovechan los cambios que vive el sector para poner a prueba nuevas estrategias que conecten con el público.

Todos los desfiles podrán seguirse de las redes sociales de las marcas y en la página web de la Federación de la Alta Costura y la Moda, organizadora del evento, que actúa como sindicato, y que gracias a una serie de acuerdos con plataformas tecnológicas está logrando resistir al terremoto de la pandemia.

El presidente ejecutivo de la federación, Pascal Morand, admitió en enero en una entrevista al medio especializado Fashion Network, que cuando los desfiles vuelvan a ser presenciales, la dimensión digital se mantendrá como una forma de innovación y creatividad.

«Estamos viendo una extensión del campo de la creatividad en colaboraciones con cineastas, ilustradores y creadores de videojuegos», dijo Morand.

Un año sin pasarelas

Fue precisamente hace un año, en marzo de 2020, durante la presentación de las colecciones otoño-invierno 2020/2021, cuando el brote de la primera ola del coronavirus estalló en Europa: miles de personas llegadas de medio mundo se congregaban en los desfiles, días antes de que Francia implantara un primer confinamiento.

Desde entonces, la moda se ha visto obligada a despedirse de sus grandes y glamurosos eventos, aunque tras varios meses de adaptación las pasarelas virtuales parecen ya haberse asentado.

Con la excepción de algunos eventos puntuales durante la pasarela del pasado mes de octubre, son ya tres las ediciones que se celebran íntegramente en línea.

Pero esto no ha paralizado a la industria del diseño, que vive este trance como un paréntesis, a la espera de volver a conectar con el público en persona, por mucho que esta experiencia esté siendo un aprendizaje intensivo sobre las ventajas del mundo virtual.

 

Fuente: El País