“Una historia sencilla y en una escala acorde con el país que cuenta”. Así definió Eduardo Lamas, director cinematográfico a “La vida crece en Uruguay”, el cortometraje que lleva su firma y que será el encargado de presentar las bondades de Uruguay en la Expo Milán 2015.
El corto fue presentado la semana pasada ante autoridades nacionales y un variado e interesado público que se acercó al Movie de Punta Carretas para conocer esta producción cinematográfica que podrá apreciarse en el stand de Uruguay en Milán.
El guión del cortometraje está basado en un diálogo intergeneracional a través del cual se narran las cualidades de Uruguay y la forma de ser de los uruguayos, a la vez que muestra como en nuestro país se cuida la vida, la energía y el origen de los alimentos, lo que llevó a que se alcancen avances en trazabilidad, sustentabilidad, tecnología y educación. Todos estos aspectos hacen a la calidad de vida en Uruguay – uno de los pilares de la marca Uruguay Natural-, y son esenciales como aportes locales a la discusión global que se dará en Milán acerca del desafío que implica “Alimentar el planeta, energía para la vida”, la propuesta temática de la Expo, que será abordada por los 140 países participantes.
“La Vida Crece en Uruguay” es una producción cinematográfica de alto nivel filmada en 4k, resultado del trabajo en conjunto entre Súbito Red Desarrollos, Transparente Films y el Instituto Uruguay XXI, quienes conformaron un equipo multidisciplinario compuesto por 40 técnicos de rodaje. La filmación tuvo lugar en 20 locaciones de todo el país, y la posproducción de imagen y sonido fue realizada en Madrid y Milán.
Según contó el director del cortometraje, el desafío de realización fue particular porque la película será exhibida a través de pantallas robóticas cuyos movimientos juegan como un elemento narrativo más a la hora de contar la historia.
Apoyado en un equipo multidisciplinario, Lamas logró concretar un trabajo que dijo, “tiene mucho de coreografía dado que es un corto que se muestra a través de los movimientos específicos que aportan las pantallas montadas en brazos robóticos, según el maping dinámico que se quiera mostrar”.
La experiencia de percepción será particular porque de hecho el corto será exhibido en un espacio particular del pabellón donde es posible vivir una experiencia audiovisual envolvente. Luego, los visitantes pasarán a una rampa sonora en la que conocerán diferentes paisajes sonoros típicos de Uruguay que funcionan como introducción al espectáculo principal: el cortometraje. Éste será proyectado con tecnología de punta que sin embargo servirá de soporte para llegar a los visitantes con un mensaje emotivo.
“Es una forma de mostrar absolutamente innovadora con desarrollo de software y conocimiento especialmente desarrollado para esto. Pero la tecnología no va a mostrar solo una modernidad sino que está al servicio del relato. No quisimos hacer un video institucional que hable de trazabilidad o energías renovables, sino que la idea es llamar la atención desde la historia de los personajes, desde la comparación de diferentes generaciones y la mirada de una niña en contrapunto con la de su abuelo”, destacó Lamas, quien también es director de publicidad y tiene un pasado como videoartista en Uruguay y en otras partes del mundo.
El cortometraje dura 7.10 minutos y según el punto de vista de su creador, se trata de un trabajo de primer nivel que no tiene nada que envidiarle a lo que puedan presentar otros países. Destacó además que “la cantidad de cabezas que están trabajando en esto es importante, por eso se trata de una cosa única y novedosa”.