Proyecto de una base espacial para 11.500 humanos, obtuvo un premio.

Como parte de un concurso que realiza cada año la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA por sus siglas en inglés), alumnos del colegio Woodside de Punta del Este, debieron elaborar una base espacial autosustentable que permita a los seres humanos vivir en el planeta Marte y que a su vez sea rentable a partir de la explotación de la supuesta riqueza mineral que existe en el planeta rojo.

El proyecto creado por los estudiantes uruguayos, que permitiría albergar a 11.500 terrícolas y que les llevó menos de cuatro meses de elaboración, ganó el segundo puesto a nivel sudamericano, ubicándose por detrás del Colegio «Island School» de Buenos Aires. Por esa razón, a fin de mes algunos de los integrantes que formaron parte de la elaboración del trabajo como Nicolás Mayora, Mónica Cruz, Santiago Mechozo, Enea Sernesi y Octavio Tarigo, junto al profesor Andrés Rapetti como tutor, viajarán a Estados Unidos invitados por la NASA para visitar sus instalaciones y participar de un segundo proyecto junto a más de 300 jóvenes de todas partes del mundo.

Pero las características de ese nuevo desafío no se conocen hasta el mismo momento en que comience la competencia que transcurrirá entre el 29 y el 31 de julio.

«No sabemos de antemano las características del proyecto. Es una sorpresa. Sale y hay que ponerse a trabajar de inmediato. Los chicos casi no duermen porque tienen que trabajar en apenas tres días lo que en la primera parte le llevó más de tres meses», contó Rapetti.

Cada equipo está integrado por alrededor de 60 estudiantes de distintos colegios de todas partes del mundo.

«Los equipos funcionan como una empresa. Por eso se arman cuatro grandes compañías con distintos nombres. En cada compañía hay cuatro o cinco colegios. En este caso, el trabajo que los chicos hicieron entre octubre y marzo para buscar un lugar en la competencia, ahora tendrán apenas tres días para definir el proyecto junto a alumnos de diversas nacionalidades», contó el tutor.

Desempate

La base espacial que crearon los uruguayos y con la que lograron el segundo puesto a nivel sudamericano, fue diseñada entre noviembre y febrero pasado, y el 1° de marzo el proyecto se envió a EE.UU.

La definición no fue fácil. El colegio Woodside debió desempatar el segundo lugar con los alumnos del Liceo 4 de Maldonado, que ya había participado de esa competencia en más de seis ocasiones. Ambos debieron desarrollar y mejorar algunos aspectos del proyecto para desempatar, y finalmente, se impuso el Woodside.

En el trabajo de ese liceo, participaron estudiantes de entre 12 y 17 años.

«En nuestro caso son alumnos de tercero, cuarto y quinto año de Secundaria del Woodside», explicó el profesor. Para concretar la idea, se dividieron en grupos en base a sus habilidades y fortalezas en física, matemática y bioquímica, ya que la NASA establecía que debía haber cinco departamentos para elaborar el proyecto: departamentos de Operaciones, de Recursos Humanos, de Diseño Estructural, de Automatización y de Tiempos y Costos.

Orgullo

Rapetti explicó que es «un orgullo para Uruguay» que los estudiantes de Maldonado se presenten año a año a estos concursos, pero indicó por otro lado que «es un esfuerzo muy importante tanto para los chicos como para sus padres ya que la NASA no se hace cargo de los pasajes, sino solo de la alimentación y de la estadía durante la competencia».

Desde el año 2007, cuando Uruguay se integró al concurso internacional de la NASA, han participado además del Liceo N° 4 de Maldonado, el Liceo de Juan Lacaze de Colonia y la UTU de Minas.

La NASA ha venido desarrollando la competencia desde el año 1980. Los estudiantes deben resolver desafíos relacionados con la creación de colonias humanas en el espacio.

Una base espacial para 2075

Cada año la organización del concurso plantea un nuevo escenario de diseño, con sus propios requisitos y desafíos. Los estudiantes de secundaria deben trabajar en equipo para crear un informe de 40 páginas que se ocupa de los problemas y comunica sus ideas y soluciones.

Según explica el tutor Andrés Rapetti, este año el «Desafío Espacial Latinoamericano» consistía en planificar una base en Marte para el año 2075 donde habitarían 10.000 personas. Inicialmente se debía crear la estación donde estarían los científicos que preparan todo el ambiente. «Se debía prever todas las condiciones de habitabilidad y confort para los humanos, como áreas recreativas, eliminación de desechos, obtención de agua y oxígeno, seguridad y planes de contingencia en caso de algún desastre», contó el profesor. Indicó que se debió considerar la baja gravedad marciana, así como las permanentes tormentas similares a los tornados que ocurren «casi todos los días».

La base científica debía estar terminada para el año 2035, dijo Rapetti.

Fuente: El País