Cuando se enumera la lista de inventos que pusieron a Uruguay en el mapa, el S.U.N. (hoy prohibido) y las Usinas Potabilizadoras de Agua son los primeros que vienen a la mente, aunque los más pasionales también recordarán la vuelta olímpica.

Hoy, sin embargo, son otros los «inventos» que marcan presencia. Y, en general, están relacionados a innovaciones en el mundo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

«La diferencia que manejamos entre un inventor y un innovador es que el innovador presenta algo nuevo y diferente para el mercado y atrás de eso hay un negocio rentable», explica a El País Laura Di Giovanni, responsable del Programa de Apoyo a Emprendedores Innovadores de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación. Hoy, los innovadores se ganan la vida con su invento.

Por eso, hoy los proyectos están lejos de gestarse en medio de herramientas y tornillos en algún garaje del país. Las innovaciones surgen frente a una pantalla de computadora y, muchas veces, dentro de un salón de clase o una incubadora.

Así surgieron, por ejemplo, diversas apps (aplicaciones) que facilitan la vida de los uruguayos. Paganza, que permite pagar facturas desde el teléfono sacándole una foto al código de barras, ¿Dónde retiro?, que muestra la ubicación de los cajeros automáticos más cercanos y GXBus, que muestra horarios y recorridos de ómnibus, son algunas de las nuevas apps uruguayas.

Por otro lado están también las páginas web como Woow y PedidosYa, que en poco tiempo y tomando modelos internacionales lograron posicionarse como una vía de acceso a promociones en el primer caso y a pedidos de comida mediante la web en el segundo.

En todos estos casos, si bien existen gastos, el riesgo de innovar es menor, ya que la inversión inicial no es extravagante. «Con poco dinero podés hacer algo que llegue a la otra parte del mundo», comenta Sylvia Chebi, ingeniera y fundadora de ThalesLab y Greentizen. «Es un buen nicho porque con poco podés llegar a lo global. Y Uruguay es un excelente mercado de prueba», agrega.

Los nuevos inventores uruguayos, sin embargo, no se limitan al mundo virtual y llegan a destacarse internacionalmente. Es el caso, por ejemplo, de Victoria Alonso Pérez, quien ideó Chipsafer, una plataforma que puede rastrear y detectar tempranamente anomalías en la salud del ganado de forma remota. En 2013, la innovación ganó la competencia para Jóvenes Innovadores de la Unión Internacional de Telecomunicaciones y en 2013, Alonso ganó el Premio a Mejor Inventor Joven de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.

«Siempre tuve esa veta creativa», explica Alonso a El País. Hoy, gracias al premio y al apoyo de ANII, su invento está a punto de concretarse. Alonso espera comercializar los chips de un momento a otro. «Mi idea es seguir con Chipsafer, potenciarlo, que llegue a ayudar a los productores rurales no solo de acá sino de todo el mundo», explica. En paralelo, mantiene una empresa de desarrollo de drones que sigue creciendo.

Cultural

Desde hace algunos años, el país intenta ampliar su matriz de negocio y se fomentan los nuevos emprendimientos desde diversos ámbitos. El cambio debe ser cultural.

«(Desarrollar mi propia empresa) no fue fácil. Yo venía de una formación muy académica y de la nada empecé en el emprendedurismo», ejemplifica Alonso. «La parte de monetizar me fue muy difícil». Además, comenta que en Uruguay existe la costumbre de trabajar y estudiar a la vez, lo que puede llegar a entorpecer la cultura de la innovación y el emprendedurismo, sacándole tiempo a quienes estudian y tienen ideas frescas.

A su vez, se tiende a creer que la innovación es solo cosa de jóvenes, pero la experiencia enseña lo contrario.

«Existe ese concepto. El estereotipo del emprendedor es el jovencito entre 20 o 30 años que anda de ojotas y hoodie. Las startups que nosotros apoyamos no son de chicos que salieron de la universidad con una idea brillante, sino de gente que tiene experiencia en un área y detecta un problema», explica Chebi.

«Innovar no es un tema de edad, aunque es más fácil para los jóvenes ya que arriesgan menos cuando no tienen familia formada. Pero hay también mucha innovación o creación de emprendimientos muy buenos de emprendedores mayores, o reincidentes, que no les funcionaron previos emprendimientos o que encontraron una veta nueva para un emprendimiento en curso y se transforman en exitosos», agrega María Noel Ache, vicepresidenta de Endeavor Uruguay, organización sin fines de lucro que potencia las startups uruguayas.

Di Giovanni reconoce, por su parte, que la mayoría de los proyectos que llegan a ANII provienen de personas menores de 35. Sin embargo, la Agencia decidió eliminar los topes de edad para permitir que cualquier persona con una buena idea, pueda recibir apoyo. «Tratamos de fomentar que sean equipos. No que sean emprendedores aislados», aclara Di Giovanni.

Área que promete

«Ha costado que el uruguayo se anime a innovar, a tomar riesgos, pero creo que hoy la actividad pro innovación, la difusión, los ejemplos reales, etcétera han despertado a los jóvenes y no tan jóvenes. Y el movimiento emprendedor ha crecido mucho. Para prosperar necesitan creer que se puede, sobre todo, y luego el apoyo de diferentes ángulos, no solo financieramente, sino de ayuda en planificación, validación de proyectos, etc.», explica Ache.

La apuesta por la innovación y los emprendimientos uruguayos es cada vez más fuerte en el ámbito privado, incluso con la aparición de inversores ángeles que apoyan a los emprendimientos desde las primeras etapas, pero también desde el ámbito público (ver recuadro).

«El perfil del innovador uruguayo es el de una persona técnica, que no tiene tanto conocimiento de lo que son los negocios. Después hay todo un mundo de gente que sale de facultades o personas que buscan desarrollar su emprendimiento pero desde el punto de vista del negocio. Las universidades, sobre todo las privadas, apoyan», agrega Chebi.

Si bien la ayuda más preciada es la económica, otro de los apoyos más requeridos es el consejo de aquellos que innovaron y fueron exitosos.

«Me encantaría apoyarlos. Yo no creo en la competencia, creo más que nada en la colaboración. Y los mejores consejos vienen de gente que ha pasado por lo mismo», comenta la joven emprendedora Alonso.

Las organizaciones que apoyan lo nuevo

ANII: Emprendedores Innovadores

Es un instrumento dirigido a la puesta en marcha de una nueva empresa que desarrolle productos, procesos, servicios o sistemas de comercialización innovadores. ANII financia hasta el 80% del proceso, quedando el 20% restante en manos del responsable. La Agencia otorga hasta US$ 25.000 en la modalidad de subsidio no reembonsable. Los proyectos deberán contar con una institución patrocinadora (organizaciones que brindan servicios y asesoramiento a emprendedores). Los interesados ingresan una consulta en la web de ANII, luego lo recibe un ejecutivo y se definirá si el proyecto es viable. En ese momento comienza el proceso de selección.

ANII: Incubadoras de Empresas

La Agencia, en el marco del Programa Apoyo a Futuros Empresarios, financia la creación y fortalecimiento de incubadoras de empresas de manera de potenciar el ecosistema emprendedor uruguayo. Las incubadoras apoyadas por ANII son Sinergia, Ingenio, Khem, Fundación Da Vinci, Bioespinn y Gepian. Mediante este sistema, no es necesario que los proyectos sean innovadores, o sea que no tienen por qué ser precursores en el mercado. Sí deben aportar un valor agregado y potencial de crecimiento.

Endeavor

Endeavor es una organización internacional que permite a un emprendedor recibir capacitaciones, formarse, aprender a pensar en grande y generar la estrategia para el futuro y generar relacionamientos, contactos, networking con distintos innovadores del mundo en cualquier industria. Ejecuta, además, programa para promover el emprendedurismo femenino.

ThalesLab

Company Builder. Es una startup que se dedica a crear empresas tecnológicas innovadoras. El emprendedor presenta su idea en etapa temprana a ThalesLab. La company builder evalúa si está interesada y, en el caso de que así sea, le ofrece una inversión por un porcentaje de la empresa. Cada monto difiere según el proyecto. Se fomenta que las empresas hagan spin off. O sea, que de una empresa consolidada y emprendedores con experiencia surjan nuevos negocios. Las iniciativas de los empleados son también bienvenidas.

Dinapyme

La Dirección Nacional de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas (Ministerio de Industria) es encargada de fomentar el desarrollo de las artesanías, micro, pequeñas y medianas empresas y su entorno. Dinapyme implementa programas para mipymes para desarrollar sinergias que potencien la competitividad.

Jóvenes empresarios

Tiene como propósito ayudar a construir, impulsar y fortalecer la nueva generación de empresarios y promover la formación de las siguientes generaciones. Apuntan a generar oportunidades de negocios, facilitar el acceso a redes de contacto y crear un espacio de vinculación entre pares.

Fuente: El País