Profesionalización intensiva, encare empresarial y un impulso a la marca Teros apuntalan la preparación de la selección uruguaya de rugby para la Copa del Mundo, donde será la única amateur. La marca Uruguay Natural acompañará a los Teros en esta etapa fundamental.

Desde hace algo más de dos años la Selección Uruguaya de Rugby, Los Teros, junto a la Unión Uruguaya de Rugby (URU), viene trabajando con intensidad en un proceso de profesionalización a nivel de organización con el objetivo de fortalecer y expandir el deporte en el país. Este proceso, que se ha hecho tangible con la remodelación del Estadio Charrúa, adjudicado por la Intendencia de Montevideo (IMM), y la cantidad de partidos internacionales que se han disputado en el último tiempo, se ha acelerado con la clasificación al Mundial que se disputará en setiembre en Inglaterra, y las exigencias que un torneo de estas características conlleva a nivel deportivo y empresarial.

Manos a la obra

La World Rugby (WR), federación que organiza los mundiales de esa disciplina, exige a los equipos que participan tener una plataforma organizativa armada, además de lo estrictamente deportivo. Por tal motivo, Uruguay creó un equipo de trabajo compuesto por 15 personas, que cuenta con cargos administrativos como el de gerente y el de prensa, además de profesionales del deporte como técnicos, preparadores físicos y cuerpo médico. Estos últimos son empleados remunerados, pero hay parte del personal que trabaja de forma voluntaria.

“Lo que a nosotros nos diferencia de otros países es que, si bien somos una empresa con trabajo diario, tenemos ingresos y gastos, gente remunerada y contratamos servicios, todavía una parte de nuestro staf es honorario y los jugadores no tienen contrato laboral. Salvando eso, todos los actores se comportan como si fuesen empleados, cumplen horarios y tareas, y tenemos un plan estratégico armado”, explicó a Café & Negocios el general manager de Los Teros, Santiago Slinger, que es voluntario. “Igualmente, en ningún momento nos excusamos en nuestro amateurismo, queremos ser iguales o mejores que otros”, agregó Slinger.

El camino de preparación para el Mundial, incluyendo las competencias previas, preparación y obras que se continúan haciendo para mejorar los gimnasios del Estadio Charrúa, tiene un costo total de US$ 1,5 millones. La financiación está dividida en terceras partes: por un lado la WR brinda apoyo económico a las selecciones que participan, por otro, el gobierno a través del Ministerio de Turismo y Deporte, y por último el apoyo de sponsors privados como ANTEL, Volkswagen y Scotiabank.

“La gran mayoría no ayuda con dinero, pero, por ejemplo, tenemos un altísimo gasto de seguros de viajeros en el exterior y Universal Assistance nos provee los seguros. DHL, que es sponsor de la Copa del Mundo se acercó a aprovechar la combinación de la marca con el rugby en Uruguay. Nunca es fácil conseguir recursos y siempre estamos atrás, pero obviamente que el Mundial es una vidriera y genera un adicional a las marcas”, explicó Slinger.

Para José Manuel Lestido, integrante del directorio de la empresa importadora oficial Volkswagen, a la compañía le interesa vincular a su marca con el rugby por tratarse de un público joven, además de los valores que el deporte pregona como es el trabajo en equipo, sacrificio, respeto a las normas y la solidaridad. Lo mismo para el banco Scotiabank. “El estar junto a la Unión de Rugby del Uruguay nos permite fomentar los mismos valores de este deporte, ayudando al banco a posicionarse en lugares estratégicos”, opinó su encargado de Marketing, Martín Saucedo.

La mayor parte del dinero se gasta en las competencias de preparación previas, y de enero a la fecha del mundial Uruguay tiene 17 encuentros en Montevideo y el exterior.

Slinger puso como ejemplo el campeonato auspiciado por Uruguay Natural que se disputó en marzo, por el cual, por ser anfitriones, debieron asumir todos los gastos de comida y alojamiento de los equipos. Se desembolsó allí US$ 100.000. “La WR exige un estándar de atención. No es que los podemos llevarlos a un albergue, los tenemos que alojar en los mejores hoteles de Montevideo. La mayor cantidad de recursos se invierte en recibir equipos y viajar. La otra parte va para el personal rentado”, apuntó Slinger.

Por amor a la camiseta

Uruguay llega al Mundial, después de 12 años sin participar, como el único equipo amateur de la competencia. De 31 jugadores del plantel solo cinco son profesionales, viven exclusivamente del deporte, y están radicados y jugando en equipos del exterior. Entre ellos Rodrigo Capó, que juega en primera división y salió campeón con su equipo en Francia, además de otros integrantes del plantel que también participan en esa liga y uno en la de Italia. Los restantes viven en Uruguay y juegan en Los Teros por amor a la camiseta. A raíz de la clasificación al mundial y el incremento de entrenamientos de preparación para los que deben acomodar sus horarios y comprometerse a concurrir, la URU los ayuda económicamente con el pago de viáticos que van de $ 10.000 a $ 25.000, dependiendo si el jugador es estudiante universitario o si tiene una familia con hijos.

Según un informe del diario argentino La Nación un jugador de la liga francesa, por ejemplo, puede llegar a percibir hasta US$ 70.000 mensuales.

Los Teros como marca

Una de las opciones que se manejan para recaudar más recursos es el aprovechamiento de la marca Los Teros, hasta ahora poco explotada.

“Estamos tratando de hacerlo de forma más organizada y todavía hay un camino que recorrer para jerarquizarla y que llegue a más gente, para hacerla un negocio”, señaló el general manager. En este sentido, Los Teros firmó un acuerdo con la marca inglesa Kooga, quien será el proveedor de indumentaria para la Copa del Mundo, y la filial argentina está preparando todo el merchandising que se lanzará al mercado uruguayo en el mes de junio.

“Hay que aprovechar el año mundialista y la gente que quiere acceder a la marca. Nos hemos convencido que el interés de la gente por tener algo de Los Teros, ya sea una camiseta o un gorro, va en alza”, subrayó Slinger.

Hoy día se pueden encontrar productos de la marca en algunos locales específicos de venta de artículos de rugby, pero a partir de mediados de este año se va a realizar una distribución masiva en tiendas deportivas de todo el país, incluyendo los shoppings de Montevideo. Por otro lado, también habrá una tienda de Los Teros en el Estadio Charrúa.

El Estadio Charrúa como parte del proceso

Según explicó el general manager de Los Teros, Santiago Slinger, los años 2012 y 2013 fueron los de grandes cambios para la Unión de Rugby del Uruguay (URU) cuando se pasó a tener una visión netamente empresarial, más allá de la deportiva y sin descuidar los valores del deporte. Fue en ese momento cuando se firmó el convenio por el Estadio Charrúa y se comenzó la reconstrucción del lugar. El costo de la inversión fue cercano a US$ 1 millón. Hoy día el estadio está administrado por la URU, más allá que un acuerdo con la Asociación Uruguaya de Fútbol permite la utilización de las instalaciones a diferentes planteles. Cuenta con oficinas, cuatro vestuarios bien equipados, un gimnasio de última generación hecho a nuevo gracias a aportes del Ministerio de Transporte y una clínica de fisioterapia. También hay un hostel que se alquila a delegaciones deportivas de Montevideo y el interior, y que además está a disposición de la IMM para diferentes actividades. El centro Charrúa tiene una vida diaria intensa que comienza a las 7:00 de la mañana y hay 20 personas contratadas que trabajan allí.

Fuente: El Observador