Es la actual subsecretaria de Estado estadounidense para el Hemisferio Occidental, y esta semana llegó a Montevideo en el marco de una gira por Uruguay y Brasil. Se entrevistó con el canciller Rodolfo Nin Novoa y hará lo propio con empresarios locales. Luego partirá a Brasil.

En diálogo con El País, la funcionaria del gobierno de Barack Obama habló de Venezuela, los acuerdos comerciales, las elecciones en Estados Unidos y la llegada de exreclusos de Guantánamo a Uruguay.

—¿Cuál es el estado de las relaciones de EE.UU. con Uruguay en lo político y comercial casi al finalizar el mandado del presidente Barack Obama?
—Es una relación que está en muy buen nivel, hay buenos lazos comerciales, de intercambio cultural. Cuando el presidente Obama llegó a la Presidencia su visión para Latinoamérica era de tener relaciones de igual a igual, y de responsabilidad compartida. En Uruguay eso se ha hecho. Nuestro país reconoce el gesto de Uruguay de acoger a personas que estaban en Guantánamo para tratar de cerrar el lugar.

Tenemos un gran interés en que Uruguay tenga un desarrollo económico sostenible. Hay más de cien empresas norteamericanas que emplean unos 20.000 trabajadores uruguayos. Se trata de poder profundizar esas relaciones para compartir los valores que tenemos.

—¿Cómo observa la situación de Venezuela en el Mercosur a raíz de la decisión del secretario general de OEA, Luis Almagro, de aplicar a ese país la carta democrática?
—En Venezuela cualquier herramienta que podamos usar los países de la región y del mundo en poder implementar un diálogo entre las partes y que se usen procesos constitucionales para los cambios que se quiera hacer, ayuda a todos. La Organización de Estados Americanos (OEA) está bajo el liderazgo de Almagro. En su reporte sobre Venezuela él fundamenta la situación. Tenemos que ayudar a un entendimiento a través de la carta democrática, de esfuerzos de otros países de la región que tienen interés en favorecer un diálogo. Todo eso hay que explorarlo. Lo más importante es que Venezuela se estabilice y la gente tenga acceso a alimentos, a servicios médicos, a derechos humanos.

—¿Cree que esta decisión de la OEA favorecerá el diálogo en Venezuela?
—Hay varios esfuerzos para ello y hay que estimularlos. Hay veces que instrumentos o herramientas (N. de Redacción: como la carta democrática)también son efectivas y ese es el objetivo: que Venezuela se estabilice.

—Usted se refirió a la acogida de Uruguay a los exdetenidos en Guantánamo. ¿Cuál es la valoración que Washington hizo sobre la llegada y adaptación de esas personas al país?
—Nosotros valoramos el gesto de este país y esperamos que otros países también puedan inspirarse y repetir el gesto de Uruguay. Uruguay ha dejado ver su generosidad con otros refugiados de otros continentes. Eso ayuda a inspirar a otros países. Siempre va a haber algo para mejorar, pero de eso aprendemos también. Ha habido percances pero eso no nos debe parar. Nos debe servir de lección incluso para nosotros.

—El presidente Tabaré Váz-quez y el canciller Rodolfo Nin Novoa han dicho que se debe flexibilizar el Mercosur. ¿Hay chance en esta administración Obama de replantear una discusión con Estados Unidos para un TLC?
—La tendencia actual respecto a estos acuerdos es regional. Por eso es que Estados Unidos está en proceso del TPP (Tratado de Libre Comercio Transpacífico o Alianza para el Pacífico) y no ha terminado la negociación. Una vez terminada tengo fe que se abra a otros países. Puedo ver como Uruguay si tiene interés, también pueda trabajar para ser parte del acuerdo.

—¿Ha conversado con el gobierno uruguayo sobre esto?
—Yo me reuní con el canciller Nin Novoa ayer y hablamos sobre cómo iba el proceso en Estados Unidos. Asumo que a su debido momento podremos hablar. Pero aún no hay tratado así que no fue una conversación concreta.

—Una estrategia del gobierno argentino de Macri es buscar un acercamiento con ese bloque. ¿Cómo lo ve usted?
—De la misma forma. La relación con el presidente Macri es totalmente diferente a la anterior. Estamos viendo de hacer adelantos en la relación, especialmente comercial.

Es una relación positiva. Hay que cultivar esos ambientes para poder llegar a nuevos entendimientos y cooperaciones.

—¿Cómo se imagina una relación de Estados Unidos con América Latina en caso de ganar las próximas elecciones el Partido Republicano? El empresario Donald Trump sería el presidente en ese escenario.
—Lo que puedo decir es que las elecciones en Estados Unidos tendrán mucha participación. Recuerde que no es obligatorio votar. Pero veo mucho interés. El interés viene de un descontento del pueblo que quiere oír soluciones que no son las tradicionales. Y que se expresan en frases cortas: voy a construir esto, voy a dejar de hacer lo otro, voy a romper tratados. Lo que sucede con eso es que no es realista.

Ahora vamos a entrar en una etapa donde los candidatos van a tener que dar detalles de sus ideas. No todo el pueblo piensa de esa forma. Eso me consuela de las elecciones en Estados Unidos, que cambia la situación a menudo. Uno sufre que otro aparente estar ahora por arriba. Pero va a haber una serie de altas y bajas (en la preferencia popular) hasta noviembre. Es una eternidad en una elección. No sé quién va a ganar, quisiera tener la bola de cristal para hacer mis planes futuros. Pero me da esperanzas de que esto pueda cambiar y pase algo. En Estados Unidos todo el mundo tiene su candidato. No vemos eso a menudo.

—Gane quien gane ¿cree que habrá continuidad en la relación con Uruguay?
—Sí. Uruguay tiene algo muy importante para nosotros: la ausencia de corrupción. Aquí hay muy poca y eso todo el mundo lo sabe. Eso es atractivo para que cualquier país tenga relaciones con ellos.

Perfil

Nombre: Mari Carmen Aponte. Nació: En Puerto Rico. Profesión: Abogada Defensora de las minorías.

Mari Carmen Aponte fue nombrada subsecretaria de Estado interina en la Dirección de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado el 5 de mayo de 2016 por el presidente Barack Obama. Previamente fue embajadora de Estados Unidos en El Salvador, entre 2012 y febrero de 2016. Sus prioridades en El Salvador incluyeron ampliar la prevención de delitos, hacer crecer la economía y hacer que el país avanzara en la democracia, el desarrollo sostenible y los derechos humanos. En Washington fue cofundadora de uno de los primeros estudios jurídicos cuyos titulares eran miembros de minorías. En 1984, fue la primera mujer presidente de la Asociación Nacional de Abogados Hispanos. Continuó ocupando cargos de liderazgo durante los siguientes 25 años, defendiendo a las mujeres y la comunidad latina. Aponte recibió en el año 2015 el premio «Margaret Brent Women Lawyers of Achievement» de la Asociación de Abogados de Estados Unidos, en reconocimiento a su servicio a la comunidad.

Fuente: El País