La crónica pasa revista a los sitios más panorámicos de una ciudad que todavía conserva su espíritu de casas bajas.

«Son pocos los rascacielos que sobresalen en la panorámica de Montevideo -una torre con forma de vela y los altos edificios del World Trade Center (WTC)-, por lo que las vistas desde los puntos más elevados permiten contemplar casi la totalidad de esta capital bañada por el inmenso río de la Plata», reza la crónica de la periodista Sarah Yáñez-Richards.

Nacida en Suiza, de padre español y madre francesa, y luego casada en Estados Unidos, Yañez-Richards se define como ciudadana del mundo. Viajera incansable, ha recalado en los últimos tiempos en Montevideo, desde donde ejerce como corresponsal para la agencia noticiosa EFE.

Este martes, publicó en dicha agencia una crónica ilustrada también con fotos de su autoría -la imagen es uno de los puntos fuerte de su actividad profesional- donde ofrece un completo «panorama de las panorámicas» apreciables desde las atalayas de la Muy Fiel y Reconquistadora Ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo.

.1. LA JIRAFA
«El rascacielos es una jirafa de cemento armado con la piel manchada de ventanas». Así describió el poeta Alfredo Mario Ferreiro (1899-1959) los 95 metros del Palacio Salvo.
Desde su cúpula puede verse el cogote de la estatua de treinta toneladas y de 17 metros del prócer de la independencia de Uruguay, José Gervasio Artigas, montado en su caballo que corona la Plaza Independencia, así como la península de la Ciudad Vieja.

.2. LA VELA ENCARGADA DE PARAR LOS VIENTOS AUSTRALES
El arquitecto uruguayo Carlos Ott construyó la sede de la empresa de telecomunicaciones estatal uruguaya, Antel -que es el edificio más alto del país-, con forma de vela para «parar los vientos de la zona», según explicó a Efe el trabajador Carlos Delgado.

Su peculiar forma juega con la vista que se aprecia desde los 126 metros del piso 26, ya que desde algunas zonas del edificio parece que el visitante está en la angosta proa de un barco y otras en una amplia popa.
Ott, que también ha edificado otros rascacielos con forma de navío en otras partes del mundo -como el National Bank de Dubái o el Hotel Las Américas Golden Tower de Panamá-, quería que esta torre fuese aún más alta, pero a la hora de levantar los cimientos se perdieron unos 5 metros debido al dragado del agua.
Hecho que no sorprende sabiendo que está en el barrio La Aguada, bautizado así en el período de la colonia por sus fuentes de agua.

.3. PISO CUARENTA
El piso 40 de la Torre 4 del WTC es la planta más alta que uno puede encontrar en Montevideo, ya que pese a ser unos metros más alta la torre Antel solo dispone de veintiséis pisos.
Según contó a Efe uno de los arquitectos responsables del proyecto, Ernesto Kimelman, levantar este monumento de 125 metros en una ciudad en que la media de los edificios más altos rondan los 30 metros, fue fruto de largas negociaciones con la Intendencia.

.4. VISTAS CON BRAZADAS
Nadar en una piscina térmica y, al alzar la mirada, ver el puerto o cenar divisando la Ciudad Vieja a vista de pájaro son algunos de los lujos que pueden disfrutar los huéspedes del hotel Radisson, situado en la Plaza Independencia de Montevideo.

.5. DE DAVID A GOLIAT
Una réplica de la estatua del David de Miguel Ángel es la que da la bienvenida a la Intendencia de Montevideo, situado en la zona centro de la capital.
No obstante, al subir por el ascensor panorámico al undécimo piso, el visitante se siente como si estuviera arriba del lomo Goliat, ya que desde la terraza que rodea la totalidad del edificio puede obtenerse una visión de 360 grados de la ciudad.

.6. DE LO MODERNO A LO CLÁSICO
Desde esta doble azotea del primer coliving (covivienda) del país puede verse tanto las grúas cargando y descargando las enormes embarcaciones del puerto como el arco de la Ciudadela perfectamente alineado con el edificio Salvo y la principal avenida de 18 de Julio.
El proyecto de transformar este antiguo hotel en el corazón de la Ciudad Vieja en este moderno espacio surgió de la mano de la empresa uruguaya Sinergia -que ya es dueña de varios coworking- y de la inmobiliaria ACSA.

.7. LA BANDERA DE URUGUAY
El verde del Estadio Centenario contrasta con el gris y blanco de los edificios y el azul del río de la Plata desde lo alto de los cien metros de la Torre de los Homenajes.
El arquitecto Juan Antonio Scasso obtuvo la idea de coronar el centro deportivo con un mirador tras ver un estadio parecido en Holanda, aunque él se decantó por llenarlo de simbolismos.
En este sentido, el funcionario del museo del Centenario Gerardo Julio Cal explicó a Efe que cada uno de los nueve balcones del mirador representa las franjas de la bandera de Uruguay (cinco blancas y cuatro azules) y que la base de la torre imita a las alas de un avión y a la proa de un barco.

.8. UNA DIANA AMARILLA EN LAS ALTURAS
En lo alto de la Torre 1 Zona Franca del World Trade Center (WTC), como en cualquier helipuerto, hay una enorme diana amarilla y no existe ninguna barandilla que separe las vistas de 360 grados.
Esta edificación, según explicó a Efe el arquitecto Kimelman, fue una «apuesta para el futuro», aunque aún no ha tenido mucho tránsito, ya que solo pueden usarlo helicópteros de dos motores -modelo que no es muy popular en la región- y la crisis económica de los países vecinos afectó al flujo de las naves.

.9. PUESTA DE SOL CON MATE EN MANO
Es normal que cada tarde se desplacen varios curiosos a la Plaza de la Armada, elevada sobre un extremo de la interminable Rambla montevideana, para ver cómo los rosados, naranjas y violetas de la puesta de sol se desvanecen entre los edificios de los barrios de Pocitos y Punta Carretas mientras toman mate.
A la paleta de colores del ocaso se suman los vivos rojos de las flores de las plantas de aloe vera que están dispersas por este montículo verde.
Corona la plaza el Monumento a los Caídos, una imponente escultura del artista español Eduardo Díaz Yepes, que pasó de ser uno de los fundadores de la Escuela de Vallecas a emigrar a Uruguay como yerno de Joaquín Torres-García, creador del Universalismo Constructivo.

10. A LOS PIES DE LA FORTALEZA
No es casualidad que en el Cerro de Montevideo, que es la colina más alta de la capital con más de 130 metros de altitud sobre el nivel del mar, fuese el lugar que los colonos eligieran para construir una fortaleza.

Desde su lomo, uno tiene la sensación de que la capital más austral de América es una pequeña maqueta a la que van a visitar coloridas embarcaciones de todos los tamaños.

A los pies de la fortaleza, además, hay un enorme panel con las letras de «Montevideo», punto perfecto para el deseado selfie.

Fuente: Montevideo Portal
Foto: Sarah Yáñez-Richards/EFE