Florencia Sader (Revista Dossier) dialogó con el artista uruguayo Pablo Atchugarry respecto a la construcción del Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry (MACA), que espera su inauguración para el sábado 8 de enero de 2022.

Este museo, diseño del renombrado arquitecto Carlos Ott, consta de unos cinco mil metros cuadrados, en los que habrá cuatro salas de exhibiciones, un cine para 72 espectadores y una cafetería/restaurant. En él se podrá visitar la colección permanente del MACA, además de exhibiciones itinerantes de renombrados artistas internacionales. La imponente estructura, que nada tiene que envidiar en cuanto a diseño a importantes museos del mundo, está siendo realizada en madera de eucaliptus grandis de Uruguay. La madera es llevada a Francia, donde es tratada, y vuelve en forma de imponentes vigas que soportarán la estructura del nuevo museo.

El MACA está emplazado en el predio de la Fundación Atchugarry, de unas 45 hectáreas, a minutos de Manantiales. La Fundación Atchugarry es una institución sin fines de lucro, inaugurada en 2007. Fue creada con el espíritu de promover las artes en todas sus expresiones y ser un espacio de unión entre el arte y la naturaleza. El predio contiene ya las siguientes estructuras edilicias, además del MACA, actualmente en construcción: el taller de Pablo Atchugarry (donde siempre se pueden ver imponentes piezas de mármol de varios colores, materia prima de la mayoría de las obras del escultor), un edificio con tres salas expositivas, un auditorio (destinado a conciertos, proyecciones y conferencias), un escenario al aire libre para la realización de espectáculos, un café, un salón didáctico, en dónde se organizan clases de escultura, pintura, dibujo y cerámica, un espacio que alberga la colección permanente y la obra del fundador, y una capilla diseñada por el arquitecto Leonardo Noguez, que alberga La Piedad, una de las obras tempranas y de las pocas figurativas que realizó Atchugarry. La pieza está esculpida en un bloque de doce toneladas de mármol estatuario de Carrara y fue realizada en Lecco, Italia, entre 1982 y 1983. En el predio también se puede recorrer el Parque Internacional de Esculturas, con más de setenta obras de importantes artistas, estratégicamente emplazadas.

Este parque internacional nació de un encuentro de Pablo Atchugarry con los escultores Enrique Broglia y Octavio Podestá, a quienes había conocido respectivamente en París y Montevideo. A cada uno de estos dos grandes artistas uruguayos le pidió que creara un proyecto de esculturas con el cual comenzarían el parque. Paralelamente, Atchugarry le pidió una obra a su amigo el maestro Miguel Ángel Battegazzore, quien realizó la primera obra del parque, Homenaje a Oteiza, una escultura en acero inoxidable, que según Atchugarry “se relaciona extraordinariamente con el espacio”. Esto marcó el comienzo del Parque Internacional de Esculturas, donde conviven obras de reconocidos artistas uruguayos como el propio Pablo Atchugarry, Verónica Vázquez, Diego Santurio, Ricardo Pascale, Adela Neffa, Águeda Dicancro, Rimer Cardillo, Miguel Ángel Pareja, Enrique Broglia, Mauro Arbiza, Raúl Sampayo, Gonzalo Ramírez, con obras de artistas internacionales como los italianos Giuseppe Uncini y Bruno Munari, el español Ignacio Díaz de Rábago, el colombiano Edgar Negret, el argentino Enio Iommi y el estadounidense James Yamada, entre otros.

Obra del autor colombiano Edgar Negret

La popularidad de la Fundación Atchugarry se ha incrementado año tras año, transformándose en un paseo obligado para visitantes y lugareños. Los conciertos, conferencias, exposiciones y espectáculos que se organizan durante el verano atraen a infinidad de público. Durante el año, grupos de escolares y liceales de localidades cercanas recorren las instalaciones como parte de un programa de acercamiento al arte que realiza la fundación con instituciones educativas de la zona.

La apertura del MACA será un importante hito para la escena de arte de Punta del Este y sus alrededores, ya que la zona no cuenta prácticamente con salas con condiciones museísticas que permitan que lleguen exhibiciones itinerantes de nivel internacional, exposiciones que podrían contribuir a consolidar a el departamento de Maldonado como un destino para el arte contemporáneo de la región.

“El arte es una expresión interior profunda, donde pasado y futuro se funden creando una plataforma para el vuelo de las nuevas generaciones”, dice Pablo Atchugarry, quien, con su elección de volcar gran parte de lo recaudado en su exitosa carrera como artista internacional a esta magnífica obra en Uruguay, se aseguró un lugar en la historia como uno de los grandes benefactores del arte y la cultura del país.

La Fundación Pablo Atchugarry se encuentra en el kilómetro 4,5 de la ruta 104, abre todos los días de 11 a 18 horas. La entrada es libre y gratuita.

 

Fuente: Revista Dossier