La película uruguaya Una noche sin luna, ópera prima de Germán Tejeira, fue seleccionada para competir en el Festival Internacional de San Sebastián. Está protagonizada por Marcel Keoroglian, Roberto Suárez y el tanguero argentino Daniel Melingo.

El título del filme que representará a Uruguay en el prestigioso festival a realizarse en septiembre, Tejeira lo extrajo de la canción Sin luna de Daniel Melingo. El argentino está íntimamente ligado al proyecto, porque además de tener un rol protagónico, fue quien inspiró al realizador a escribir la historia.

«Todo empezó en un recital de Melingo en 2004 en la Sala Zitarrosa. Hubo un apagón y él siguió cantando. Fue un momento muy lindo y me disparó la idea. Yo no lo conocía pero escribí la película pensando en él, no podría haberla interpretado otro actor. Tuve que viajar varias veces a Buenos Aires para conocernos mejor y al final aceptó», explicó Tejeira a El País, con ganas de celebrar su llegada a San Sebastián en el segmento Nuevos directores.

Para él «es un notición» y lo lleva a reflexionar que «nunca se sabe hasta dónde puede llegar lo que uno hace», especialmente porque «se postularon películas de todo el mundo y muy poquitas eran de América Latina, eso también me motiva: representar a Uruguay en España». Una noche sin luna es su ópera prima. Anteriormente dirigió varios cortos como Matrioshka y Gol (en los que también participan Marcel Keoroglian y Roberto Suárez, su dupla predilecta) y fue uno de los productores, montajistas y guionistas de Anina, filme de animación que se estrenó en 2013 y ganó el premio del público del Bafici como mejor realización extranjera.

La película que recién se exhibirá en Uruguay en el primer semestre de 2015, narra tres historias que transcurren durante la noche de Año Nuevo en un pueblito del interior del país. Keoroglian encarna a un hombre que va a pasar las fiestas con su hija a la casa de su ex mujer que ya tiene otra pareja. Roberto Suárez se mete en la piel de un mago de fiestas populares que debe llegar al club de esa misma localidad para hacer su espectáculo, pero se le rompe el auto y conoce a la muchacha que trabaja en el peaje.

A su personaje Daniel Melingo lo define él mismo: «Encarno a un músico uruguayo de folclore que está preso desde hace diez años y pide permiso para ir a tocar a su pueblo natal, pero sucede que nadie se acuerda de él y todos están confundidos y borrachos. Se corta la luz. Y él pasa sin pena ni gloria y decide no regresar a la cárcel». El rodaje se realizó a principios de 2013 durante treinta días: veinte en Montevideo y diez en Córdoba, Argentina, donde construyeron un peaje en una pista de aterrizaje desierta. También hay tomas en un parque de diversiones de Colonia Suiza.

Tejeira asumió el trabajo sin ansiedad puesto que venía de Anina, que le llevó ocho años de dedicación. «Aprendí la lógica del cine en Uruguay, esto es como una bodega y para tener vino hay que saber esperar, es parte del proceso. Ahora estoy en otros proyectos y sé que se harán en un tiempo. Hay que pensar de acá a cuatro o cinco años siempre».

El cineasta acaba de terminar el rodaje de un documental que se estrenará en noviembre en TNU y Tevé Ciudad, titulado Cadí, en referencia a las personas que cargan los palos de golf, donde ofició de productor. Al mismo tiempo está filmando un documental sobre Vladimir Roslik, el último muerto de la dictadura a pocos meses de instaurarse el régimen democrático. Con Una noche sin luna, más allá de la anécdota que presentan los personajes, Tejeira intenta plasmar el espíritu que asalta a las personas cuando se acerca fin de año y parece que todo va a cambiar. «Es una ilusión apenas, porque posiblemente nada cambie, pero estamos todos un poco sensibles. Ahora me genera mucha intriga cómo será la recepción del público en el País Vasco. Me parece muy enriquecedor que gente distinta vea la película», agrega.

Fuente: El País