El éxito de la aplicación Coronavirus UY explica parte de la estrategia que empezarán a impulsar los gigantes tecnológicos

Apple y Google eligieron a Uruguay, Alemania y otros dos países para empezar a instrumentar el sistema de rastreo de contagios, anunció este miércoles el presidente de la República, Luis Lacalle Pou.

La elección de estos países, según había informado Informativo Sarandí, es para empezar a probar esta nueva tecnología, que prevén esté pronta a lo largo del mes que acaba de comenzar.
En estos días hubo y próximamente habrá reuniones entre funcionarios uruguayos y representantes de Apple y Google para analizar los pasos técnicos a seguir.

No es una app, es tecnología
Lo que ambos gigantes informáticos están desarrollando no es una nueva app. Están creando la tecnología que permitirá a los gobiernos incorporarla a las apps sanitarias para contener una segunda ola de contagios y aumentar las medidas de desconfinamiento.

El sistema que proponen los gigantes informáticos es que los teléfonos intercambien números a través de bluetooth. Cuando salen a la calle, su celular va registrando códigos que corresponden a otros teléfonos de las personas con las que se tuvo un contacto cercano. Si bien resta saber detalles específicos, es posible que sea con aquellos que se pase más de cinco minutos a menos de tres metros, según explicó El País de Madrid. Si alguno de los contactos con los que se estuvo a esa distancia dio positivo al test de coronavirus en los siguientes 14 días, el usuario podría recibir una notificación en su teléfono.

Uruguay, afín al sistema descentralizado
La nueva tecnología disparó un nuevo debate sobre la privacidad de los datos de los usuarios. Tal como informó Cromo el miércoles, Europa discute cómo se gestionará la información que genere el rastreo de contagios. Algunos creen en un sistema centralizado (la información estará en una computadora controlada por el gobierno) y el sistema descentralizado (donde la información se procesa dentro de los dispositivos y nadie tiene acceso a ellos).

El presidente de la República ha expresado que una vez que el gobierno «esté seguro» de que la información que se transfiera entre los usuarios es «anónima» y no se intercambie información personal, avanzarán en la instrumentación del sistema. Es algo en lo que Google y Apple se han esforzado en explicar: los usuarios solo enviarán códigos numéricos a través de blueooth, que se compararán con una base de datos para detectar casos positivos y alertar de que se estuvo en contacto con alguno. Pero ni el gobierno ni los usuarios sabrán dónde han estado los usuarios ni enviarán información personal de cada uno de ellos.

Esto marca la pauta de que Uruguay va hacia un sistema descentralizado. Distinto al de Reino Unido, donde la app de rastreo de contagios a lanzarse en tres semanas está construida alrededor de una plataforma «centralizada», informó el diario The Guardian. Desde el gobierno británico han dicho a la población que esos datos se utilizarán solo para contener el brote y con fines de «investigación», agrega el medio inglés.

¿Por qué Uruguay?
El mandatario explicó que esta elección obedece al éxito que ha tenido la aplicación Coronavirus UY, desarrollada por el sector privado junto al sector público.

Este desarrollo significa una siguiente fase en el control de la enfermedad. Lacalle Pou lo definió como un «insumo bien interesante como modelo evolutivo para la nueva normalidad».

Fuentes que trabajan en el desarrollo de la app local dijeron a Cromo que uno de los motivos por los cuales eligieron a Uruguay es por la cantidad de gente que lo ha descargado. En poco más de un mes, fueron más de 350 mil los uruguayos que decidieron tener este instrumento en su teléfono.

Para que el sistema de Apple y Google funcione es necesario que la aplicación sea bajada por buena parte de la población. Si no, todo el esfuerzo en tiempo, dinero y desarrollo ingenieril se tiraría por la borda.

De hecho, el Instituto de Big Data de la Universidad de Oxford aseguró que para que estos métodos funcionen se requiere que al menos el 60% de la población la descargue. Singapur ha sido pionero en el tema y creó la suya propia antes del acuerdo entre Apple y Google: tuvo un éxito moderado porque solo la descargó el 17% de la población (1.100.000 personas) y el gobierno de ese país se vio obligado a aplicar nuevas medidas de confinamiento.

Para garantizar confianza en este instrumento, quienes defienden el sistema descentralizado creen que los usuarios deben confiar en que nadie rastreará su información.

Hasta ahora en Uruguay la app la descargó solo el 10%. Si se considera que el servicio solo sirve para reportar si tiene síntomas y hacerse testeos, la cifra es «alta», dijeron ingenieros de la aplicación local. Aseguraron que si el 40% de la población lo descarga, el sistema de prevención de contagios podría funcionar y contener nuevos brotes.

Para esto es indispensable que buena parte de la población tenga teléfonos inteligentes (y tengan bluetooth). El Perfil del Internauta Uruguayo elaborado por el Grupo Radar muestra que hay 2.250.000 personas con este tipo de dispositivos, según cifras de 2019.

Fuente: El Observador