Surge como un lugar de encuentro y de reflexión, que acerca la naturaleza y la soberanía alimentaria a la comunidad de Sinergia y también a los vecinos de Tres Cruces.
Una huerta, sobre la azotea de un edificio ubicado en el barrio Tres Cruces, con la tecnología suficiente como para sobrevivir en el medio de la ciudad de Montevideo. Así es el nuevo proyecto de Sinergia Design, inaugurado el pasado martes, que apunta a reflejar la filosofía detrás de las empresas disruptivas que buscan generar un consumo consciente en los individuos.
En 2019 nació la idea de la huerta urbana más grande de Montevideo, que se encuentra en Colonia 2235 esquina Acevedo Diaz. Quedó lista tras un año y medio de trabajo en conjunto con Huerta en Casa, la productora agroecológica y experta en frutos nativos Laura Rosano, y el estudio de arquitectos RAMM, de los arquitectos Pedro Berger y Raúl Leymonie.
«Surgió por la necesidad de contar con una plataforma de encuentro y de reflexión, que acercara la naturaleza y la soberanía alimentaria a la comunidad de Sinergia y también a los vecinos, para generar un espacio de intercambio, de conocimiento y de aprendizaje», explicó el gerente de la unidad de alimentación de la empresa, Omar Morales. «Es como un oasis en medio de la ciudad», agregó.
Hace un año y medio en la empresa colocaron la revolucionaria idea sobre la mesa. Primero fue el proceso de creación, de pensar cómo sería la experiencia, de hacía dónde querían apuntar y qué querían comunicar a través de Sinergia, y de generar un compromiso con la huerta para que prospere.
Luego buscaron la manera de plasmar la esencia de Sinergia a través del proyecto. Si bien la huerta surgió antes de la llegada del coronavirus al país, y de que se desatara la pandemia, Morales explicó que la situación conllevó a que todos conecten más «con la salud y la naturaleza». «Creemos fervientemente que esto no es una moda, sino una filosofía de vida. Creo que este tiempo que estuvimos un poco presos en cuarentena conectamos de nuevo con nuestros principios. Aunque no fue derivado de eso, porque el proyecto en realidad venia desde hace año y medio, estamos muy contentos de ser la huerta urbana mas grande de Montevideo», aseguró el gerente de la unidad de alimentación.
La huerta se encuentra sobre la azotea de un edificio en Tres Cruces.
Los canteros fueron diseñados de forma tal que las personas puedan atravesar el proceso natural de los cultivos, tomando en cuenta aspectos aromáticos y multisensoriales. «La ejecución fue ardua, en pleno verano, con mucha gente trabajando al rayo del sol, pero es muy lindo formar parte de eso y ver como todos los días va creciendo», reflexionó Morales.
Explicó que la idea de la huerta es «honrar el ciclo de la naturaleza», y es por esto que la inauguración se llevó a cabo a pesar de la pandemia, porque, una vez ejecutada la huerta, «se hizo imposible evitar la cosecha».
Los canteros fueron diseñados de forma tal que las personas puedan atravesar el proceso natural de los cultivos.
«Arquitectónicamente el proyecto fue bastante desafiante debido a la ubicación», explicó el gerente de alimentación. Agregó que «tener un pulmón verde en un barrio de mucho movimiento, transición y circulación de gente es magnífico, y da la sensación de pausa o de calma». Esto conllevó a que se debiera recurrir a referentes en el rubro por la cantidad de aspectos que hay que tener en cuenta. Para esto debieron realizar una gran inversión y preparar el techo para generar canteros que soporten el peso de la tierra húmeda, además de generar estructuras que sorteen las dificultades que puede traer el sol, la lluvia o el viento.
Para Sinergia, la cosecha de la huerta no significa un ingreso monetario, ya que fue hecha para generar encuentros para residenciales, escuelas, colegios, jardines, vecinos o grupos de personas que quieran conocer el proceso de crear un banco de semillas, el desarrollo natural de las plantas, cómo cuidarlas y cómo cosechar el cultivo.
«Dentro de Sinergia tenemos varias unidades. La idea es que Campus, que es una unidad de educación, pueda generar talleres ahí. Y también que se realicen instancias y cursos de Kitchen Studio, la unidad de educación gastronómica. También cenas o eventos», amplió.
Acciones para concientizar
La inauguración de la huerta forma parte de otras acciones que está realizando la empresa, como el mercado de productos agroecológicos que se ubica debajo de la huerta, talleres que se llevan a cabo en el Kitchen Studio y los talleres en el Campus sobre huertas en casa. Morales explicó que más allá de la alimentación saludable, los proyectos van alineados a un «consumo consciente estacional, que respete los ciclos de la naturaleza y del clima uruguayo, para dejar de comer alimentos importados y conocer lo que ofrecen los productores locales y los frutos nativos».
«Nuestra idea es generar más lugares con estas características en diferentes espacios y que seamos el vehículo para incluir en la dinámica diaria estos procesos naturales de huerta, compost, consumo local y consumo orgánico», afirmó.
Morales explicó que el deseo de la empresa es que luego de cada visita, las personas quieran crear su propia huerta en casa. «Creo que si todos tenemos ese espacio verde en nuestras casas no hay vuelta atrás con el conectar con ese futuro distinto que nos hace bien a nosotros, a la salud y a los demás. Queremos replicar esto, Tenemos la responsabilidad de poder cambiar el mundo a través de la alimentación, por lo que es importante aprovechar este foco de exposición para educar a las nuevas generaciones y conectar con la soberanía alimentaria», agregó.
La idea de la empresa es generar más lugares con estas características en diferentes espacios
«Crear una huerta es un símbolo de revolución alimentaria, de pensamiento, de filosofía de vida, y la verdad es que nos sentimos muy orgullosos de tener un espacio con estas características, donde emprendedores como Huerta en Casa, referentes como Laura Rosano y el estudio de arquitectos RAMM puedan tener este espacio también para crear, donde Sinergia no marca límites, sino que damos rienda suelta para la creatividad», culminó.
Fuente: El Observador
