El jueves 10 de agosto tuvo lugar el tercer taller dirigido a socios de Marca País, en esta oportunidad enfocado en la sustentabilidad, un tema que despierta el interés de empresas de los más variados portes y rubros.

Giselle Della Mea, directora de 3Vectores y fundadora de Sistema B Uruguay y Tamara Farré, directora de Consultora Gemma, dirigieron el taller en el que se dio respuesta a preguntas tales como ¿Qué es la sustentabilidad?, ¿Cuál es la oportunidad de negocio?; ¿Cuáles son los tipos de modelos de negocio de las empresas B y su triple impacto?, y ¿Por qué las empresas B están siendo competitivas e innovadoras?

“Las empresas B son aquellas que crean o generan un impacto social y ambiental positivo, a través de un modelo de negocio”, explicó Giselle Della Mea, y puntualizó que existen tres tipos de empresas B: las que se abocan a resolver un problema social o ambiental –por ejemplo reciclan basura-; las que abordan problemas sociales como la desigualdad o la inclusión, y la que conjugan las variables económico – social y ambiental.

Según Della Mea, las Empresas B obtienen lucro a partir de un modelo de negocios viable diseñado para generar impacto social o ambiental positivo.
“Tienen mucho que ver las buena prácticas como ser la elección de materias primas, el tratamiento de los residuos, si es un producto o servicio inclusivo o reciclado, y todos los temas que hacen a la transparencia, la gobernanza, y los niveles y las brechas salariales”, apuntó.

A la hora de enfrentar el dilema de necesidad versus problemas, el enfoque de estas empresas también es particular. A modo de ejemplo, Della Mea explicó, “Tener sed es una necesidad, pero no tener acceso al agua es un problema. Una empresa B apunta más a cómo resolver el acceso al agua que a crear una nueva marca de agua”, pero insistió que se trata de empresas económicamente viables: “No se trata de hacer filantropía sino de dejar de lado la idea de que las causas sociales y ambientales no pueden generar lucro. Ese pensamiento es antiguo y con él fue que la humanidad llegó a cifras insólitas de consumo y de desigualdad, un problema que ni la sociedad civil ni el sector público lo podrán resolver por sí mismos”.

A partir de sus ganancias, las empresas B no solo generan lucro propio sino que también logran trasladar la escalabilidad a la solución de problemas sociales o ambientales: “Cuanto más dinero hace la empresa, más personas incluye y mejor le hace al medioambiente”, puntualizó.

En cuanto a la posibilidad de que una empresa tradicional pueda migrar hacia una empresa B, Della Mea afirmó: “Se puede hacer el giro, implica un proceso, por eso hay que evaluar si hay un terreno fértil para poder cambiar o no. Hay empresas que están muy lejos de esto y hay empresas donde se ven puertas entreabiertas. Lo que se debe dar es un cambio en las personas, por lo general esta responsabilidad la asumen los mandos medios”.

Fuente: Marca País