«Sistema B es un movimiento que trabaja por una economía donde el éxito se mida por el bienestar de las personas, de las sociedades y la naturaleza impulsando a las Empresas B». Así se autodefine el movimiento que en abril se sumó a la marca Uruguay Natural.
El acuerdo se concretó con la firma de la presidenta local de Sistema B, Giselle Della Mea, fundadora del movimiento en Uruguay y directora de 3Vectores, la primera empresa certificada B en nuestro país, y como no podía ser de otra manera, la primera en adherir a Uruguay Natural y que conforma el equipo de trabajo marca país desde 2012.
Hoy en el mundo existen 2092 Empresas B y en países como Estados Unidos e Italia ya cuentan con una ley especial, de ahí que la incorporación del Sistema B como socio de nuestra marca se puede considerar un hito importante.
En Uruguay son nueve las Empresas B registradas como tal: 3Vectores, Kivoy, Bioterra, R&D Green, Gemma, VerdeAgua, Yo Elijo, YouHub y Mas Bus. A través de Sistema B las actuales y futuras Empresas B pasan a ser socias de la marca país de forma automática. Las expectativas para Uruguay van en aumento en virtud de que 297 empresas locales se han acercado a la herramienta de Evaluación B, y entre éstas, un gran porcentaje desea avanzar en la certificación.
Actualmente, en Uruguay el movimiento cuenta con 75 personas capacitadas para ser «Multiplicadores B» y acompañar a empresas en el proceso para transformarse en Empresa B. De esta manera Sistema B fomenta el emprendedurismo y empodera a los agentes de cambio del país.
Hermanos naturales
Tal como expresó Giselle Della Mea durante la firma del acuerdo, realizada en el MAPI, “la marca país y Sistema B son hermanos naturales casi desde el comienzo”: “Nuestro propósito de mover las palancas de la sustentabilidad van muy de la mano con los postulados de Uruguay Natural. Tenemos un gran desafío en nuestro país y estamos convencidos de que las empresas tenemos que asumir un rol en esta tarea de modificar el orden económico. Todos los sectores han dado mucho, las ONGs han dado mucho pero eso no es suficiente y a las empresas todavía nos falta bastante, tenemos una oportunidad histórica de cambiar el rumbo de la econonomía”, apuntó Della Mea.
Turismo sustentable
En el mismo acto, el subsecretario de Turismo, Benjamín Liberoff señaló que fue la presidenta de SistemaB en Uruguay quien lo convenció “de la importancia de generar empresas a partir de necesidades sociales y que tienen que ser rentable y sustentables”. Y vinculado al mundo del turismo señaló que desde mediados del año pasado, la Organización Mundial del Turismo comenzó a emitir el mensaje que el turismo, “o es sustentable, o no es turismo”.
“Antes el turismo sustentable era como una categoría y nosotros desde nuestro país insistíamos en que el turismo, será de masas, será de sol y playa, pero si no es sustentable, no es turismo. Efectivamente este es un caso de la persistencia del agua que horada la piedra. Desde ese punto de vista, el acuerdo de Sistemas B con la marca Uruguay Natural, es particularmente relevante e ilustrativo del valor agregado que hoy comienza a visualizarse en la marca país. Esa marca que implica calidad de vida y que tiene sus pilares en la armonía y en el espíritu de la sociedad uruguaya”.
Sobre la Ley «B» y el movimiento global
Un grupo de abogados «B» uruguayos está redactando un borrador de la Ley B, basándose en la de «Sociedad BIC» de Argentina, la cual está a punto de ser aprobada.
En América Latina, y en el resto del mundo, miles de personas se reconocen como parte de un movimiento que comparte una misma búsqueda: una nueva “genética” económica que permita que los valores y la ética inspiren soluciones colectivas sin olvidar, al mismo tiempo, necesidades particulares encontrando trascendencia, sentido y propósito. ¿Qué sentido tiene una economía que crece financieramente y que por su misma naturaleza genera inequidad creciente, acaba el agua y otros recursos de la Tierra, profundiza el individualismo y la exclusión de miles de personas?
Las Empresas B
Las Empresas B miden su impacto social y ambiental y se comprometen de forma personal, institucional y legal a tomar decisiones considerando las consecuencias de sus acciones a largo plazo en la comunidad y el medioambiente. Asumen con responsabilidad y orgullo pertenecer a este movimiento global de empresas que quieren hacer un cambio, utilizando la fuerza de mercado para dar soluciones a problemas sociales y ambientales.
Este nuevo tipo de empresa amplía el deber fiduciario de sus accionistas y gestores en sus estatutos para incorporar intereses no financieros de largo plazo, cumpliendo el compromiso de mejorar de forma continua sus impactos socioambientales, y operando con altos estándares de desempeño y transparencia.
Las empresas B aspiran a ser las mejores para el mundo y no solo del mundo.
Más información: Sistema B Uruguay
Fuente: Marca País – Foto: Viviana Bordoli para FIIS Montevideo