La obra se había pintado en un túnel de la OEA y ahora está abierta a las visitas

Desde 1960, un mural de Carlos Páez Vilaró adorna el costado de un túnel que une dos edificios de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la ciudad de Washington, Estados Unidos. Sin embargo, muy pocos lo sabían.

El mural, titulado Raíces de la paz, fue renovado por el artista uruguayo en 2002, pero se mantuvo en las sombras por servir exclusivamente como pasaje para los funcionarios de la organización. Ahora ese pasaje salió a la luz, y desde agosto se podrá recorrer como parte de la visita guiada del edificio.

Según explicó a The Washington Post Pablo Zúñiga, director del Museo de Arte de las Américas –que depende de la OEA y que se encarga de la manutención de la obra–, durante 50 años el mural solo fue visto por operarios que utilizaban el túnel por motivos de mantenimiento, y se había mantenido oculto un «tesoro». Ahora se incorporó a las visitas públicas que se organizan día a día. “Es algo que recién estamos despertando”, aseguró Zúñiga.

La OEA se creó en 1948, pero antes funcionaba como la Unión Panamericana en el mismo lugar. En 1940, un emigrante cubano llamado José Gómez Sicré comenzó a reunir obras artísticas para la organización, y entre ellas estaba la obra de Páez Vilaró, a quien conoció en un viaje a Uruguay.
Gómez Sicré lo encontró cuando Páez Vilaró luchaba por mantener en pie un mural en un edificio que sería derrumbado. Entonces le dijo que tenía el lugar perfecto para un nuevo mural. «No podemos pagarle», le dijo Gómez Sicré, «pero va a ser un lugar histórico». Claro: hablaba del túnel.

El proyecto demandó 900 libras de pintura (aportados por Inca desde Uruguay) y 400 pinceles diferentes. En total, el trabajo fue de tres semanas. «No es solo una pintura, es una declaración diplomática», dijo Zuñiga al medio estadounidense.

Fuente: El Observador