La riverense Carolina Larratea se impuso en la general de la Sonic Racing Cup y marcó un hito en la pista.

Los numerosos aficionados que siguen los campeonatos nacionales de pista que organiza la Asociación Uruguaya de Volantes están acostumbrados a que el apellido Larratea esté asociado a victorias. Pero la de ayer no fue una de las tantas de Fabricio: su hermana Carolina se quedó con la final de la primera fecha de la monomarca Sonic Racing Cup, un acontecimiento sin precedentes en el automovilismo de pista nacional y seguramente con pocos antecedentes internacionales.

La campeona de la Copa Damas ya había visitado en 2014 el podio de la general y ayer, gracias al sexto puesto obtenido el sábado y al sistema que revierte la grilla de la segunda carrera, largó desde la posición de privilegio junto a la pandense Carolina Cánepa. Una primera fila netamente femenina ya era llamativa, pero la gran historia se comenzó a construir vuelta a vuelta cuando Larratea contuvo los embates de todos quienes se arrimaron a su posición, en especial los de Gonzalo Viñas, que no perdió oportunidad de presionarla en los giros finales.

Carolina no se amilanó y obtuvo una víctoria fantástica que ella, su entorno, la Sonic Racing Cup y todo el automovilismo nacional deben celebrar. Gonzalo Viñas y Camilo Arizaga acompañaron a Larratea en el podio. Una pena el retraso de Carolina Cánepa por el golpe que recibió en los primeros metros, aunque logró asegurar el segundo puesto en la categoría reservada a las damas.

Barbachán imparable

El Turismo Libre parece haber recobrado su lugar en 2015. La potente categoría recibió autos y pilotos del Superturismo que no estarán en la era Cosworth, por lo que creció notoriamente en cantidad y en calidad.

Dos entretenidas series el sábado fueron la antesala de la notable final del día domingo, donde se impuso de punta a punta Richard Barbachán con el VW Gol que prepara el equipo Noceti Motorsport y que fuera campeón del Superturismo 2014 en manos de Paullier. El segundo puesto de Jorge Rainieri (con otro auto del mismo equipo) parece una señal de que la estructura que dirige Diego Noceti no se aparta de la senda triunfadora.

El Fiat Uno no abandonó a Alexis Castro que largó 14º y finalizó en la tercera ubicación, aunque se vio favorecido en parte por la mala suerte de Carlos Silva que mereció un lugar en el podio con un Ford Verona inmaculadamente presentado. Su hermano Darío se recuperó tras un error y apenas 58 milésimas de segundo lo alejaron de la tercera posición.

Miqueiro intocable

Diego Miqueiro logró su segunda victoria en su corta historia dentro de la categoría Superescarabajos. Los populares Fuscas bordearon las 30 máquinas y justificaron plenamente ser el espectáculo que cerrara la jornada. La carrera fue accidentada y debió ser detenida en la vuelta 3 cuando el auto de Luciano Verde quedó estacionado sobre su techo en la curva de boxes.

La lucha entre Miqueiro y el defensor del título, Michell Bonnin, se reanudó minutos más tarde, con su hermano Marcel e Ignacio Abelenda disputándose la tercera ubicación. Un error del menor de los Bonnin lo dejó sin chance, mientras Ignacio Massat se recuperaba y amenazaba la tercera posición que ostentó Abelenda hasta el final. Adelante -y muy lejos- Miqueiro y Michell giraron solos hasta la bandera a cuadros.

Es un resultado alentador para Miqueiro, el piloto más rápido de la categoría en una vuelta lanzada, que aprendió de sus errores en 2014 y es candidato a disputarle el título a Bonnin.

Fuente: El Observador