La sexta edición de TEDxMontevideo tuvo lugar el lunes 15 de junio y se realizó bajo la consigna de conversar acerca del futuro desde diferentes ángulos.
Este año, el ciclo de conferencias que apuntó a compartir ideas que valgan la pena difundir, tuvo como primeros tres oradores al vasco Igor Calzada y a los uruguayos Nicolás Loeff y Leo Harari.
Calzada tuvo el desafío de ser el primer orador en pisar el escenario de la sala Adela Reta del Sodre. El académico de la Universidad de Oxford centró su charla en las ciudades y en por qué no todas tienen que aspirar a ser globales. Habló de la «liga de los pequeños jugadores», en la que ubicó a Montevideo. El vasco resaltó la importancia de conservar la identidad de los lugares, sin la cual «nos disolvemos».
El segundo speaker, Loeff (ingeniero con un doctorado en inteligencia artificial), hizo hincapié en la avalancha de datos que genera la humanidad cada día, lo que no quiere decir que se tenga más conocimiento, aclaró.
El experto aclaró que si bien el futuro sigue teniendo forma de pregunta, cuantos más datos «menores son las incertidumbres».
Leo Harari fue el encargado de cerrar el primer bloque de esta edición. Su charla giró sobre la capacidad (o no) de crear un nuevo dios para el siglo X.
Durante el segundo bloque de conferencias, los oradores fueron cuatro: Gabriel Delacoste, Lala Deheinzelin, Pedro Sales y Cecilia Alemany.
De política y economía creativa
El politólogo uruguayo, Gabriel Delacoste, comenzó su charla mostrando un patrón común que descubrió en las charlas de TEDx: más o menos todos los problemas, desde elegir con quién salir o la crisis energética «funcionan mejor si uno los piensa como una empresa». Además, en muchas de las charlas, a su entender, se apela a que casi todo funcionaría mejor con más evaluación y planificación, proactividad y medición. Y entre otras palabras, también destacó el ser emprendedor. Algo que se intenta no solo con las personas sino también con los Estados, pero que para él no sirve en todos los casos. Que el Estado sea como empresa -explicó- quiere decir «que tiene que tener una mejor infraestructura, un mejor sistema juridico y la mejor educación» para tener inversores, lo que lo lleva a competir y por tanto, genera desigualdad y heteronomía. Y esos dos aspectos, cuando se trata de la politica, «no son tan graciosos, porque hace que sea muy difícil sentirse representado».
Por su parte la brasileña Lala Deheinzelin, habló acerca de cómo lograr «futuros deseables». Para ella, las personas se dedican a distintos futuros: los futuros probables, que generalmente son pesimistas y entonces se reacciona para cambiarlos, y los futuros deseables, que son optimistas. Según Deheinzelin, para llegar a ese futuro deseable se debe dejar de lado el mundo competitivo que trabaja con lo tangible y donde todo es lineal, para trabajar con el intangible y en redes. Para llegar a ello, hay que tener una vision 4D que contemple «lo ambiental, lo social, lo cultural y lo financiero» -dijo la oradora- ya que si esas cuatro dimensiones se toman como recurso «pueden convertirse en calidad de vida» ya que se crea economia creativa, compartida, colaborativa y multivalor.
«¿Es posible que nos juntemos todos pasando de generar riqueza a partir de consumo, para generar riqueza a partir de cuidar?», se preguntó, y explico que si todos trabajan para ello, cambiando mentalidades, «solo se necesitarían 33,3 meses para lograrlo», algo que «no es probable pero es totalmente posible y deseable». Recalcó en todo ello la necesidad de la acción y la organización del colectivo, y la confianza en el otro.
Luego de la brasileña llegó el turno del orador más jóven de TEDx Montevideo, Pedro Sales, un joven de 15 años, que ha sido premiado a nivel mundial por sus robots. Sales contó cómo llego a descubrir la robótica y a darse cuenta de que eso era lo que quería hacer, una historia que va desde que desarmó una computadora a los ocho años hasta ser campeón mundial con uno de sus robots. Resaltó en ese sentido la importancia del proceso y de aprender de lo que va sucediendo, y los problemas que se aparecen en el camino.
«El futuro es la razón de ser del presente»
La cuarta oradora fue Cecilia Alemany, representante de UNOPS en Uruguay. Al contrario de la temática que propone TEDx Montevideo para esta edción, Alemany comenzó diciendo que para ella el futuro sí existe. Citó entonces a Gastón Berger, quien dice que “el futuro es la razón de ser del presente”, y por lo tanto, “todos podemos ser agentes de cambio”. Un cambio que empieza en el individuo pero transforma sociedades.
Luego introdujo una de sus especialidades, la Prospectiva, definida como una “indisciplina intelectual”, ya que “implica derrumbar las ideas preconcebidas”. Con eso como referente, Alemany hizo seis recomendaciones, entre ellas, reconocer nuestras ideas y preconceptos para derribarlos y tener en claro que buscamos, los objetivos hacia el largo plazo.
El futuro del cerebro y la genética
Con una sala Adela Reta colmada llegó el tercer –y último – bloque de la edición 2015 de TEDx Montevideo y le tocó a la ciencia abrir el espacio. El neurocientífico y director ejecutivo del Instituto Pasteur Luis Barbeito hizo foco en el cerebro y la importancia de estudiar y entender sus primeros años de desarrollo para asegurar el futuro de la humanidad.
Barbeito pasó de la teoría del Big Bang hasta el descubrimiento del ADN para ilustrar cómo la clave está además en el manejo y estudio de toda la información que brinda la genética. “Hoy el hombre es un ingeniero de la vida. Hoy conocemos bien las piezas con las cuales está formada la vida, del ADN para adelante podemos estudiar la estructura de cada molécula”, sostuvo.
El neurocientífico presentó como ejemplo el estudio que el Instituto Pasteur está realizando sobre el genoma uruguayo –algo así como un mapa con las instrucciones con cómo se desarrollará un ser humano en el correr de su vida – anunciado en setiembre de 2014, para manifestar sus intenciones de que cada niño que nazca en Uruguay tenga parte de su genoma secuenciado.
El investigador comparó esta posibilidad con el Plan Ceibal y dijo que, de realizarse, permitiría a Uruguay ser una especie de “laboratorio del mundo” por tener a todos los niños del país con su información genética ingresada en una base de datos. Esto habilitaría a comparar esos datos con historias clínicas y sacar importantes conclusiones sobre cómo la genética determina el desarrollo humano y qué elementos lo condicionan.
Política del siglo XXI
El parlamento del siglo XIX y el del siglo XXI se parecen mucho. “Mientras todo cambió, el sistema cambió muy poquito”, dijo el sociólogo argentino Agustín Frizzera, el penúltimo en subir al escenario en la jornada de las TED montevideanas. Con la tecnología, se podría cambiar radicalmente la forma de legislar.
El sociólogo utilizó una plataforma digital llamada Democracy OS, pensada para organizar debates y conversaciones políticas. En Buenos Aires se lanzó con el nombre de Demos y allí los ciudadanos podían elegir qué leyes querían tratar y debatirlas en línea. En cuatro semanas, “las tres leyes más votadas tuvieron más de 650 comentarios que pudimos traducir en aportes concretos”, resumió. Sus conclusiones: las minorías fueron más atendidas con esta dinámica y los aportes se se podían incorporar a las prácticas parlamentarias. “Creamos un método para decidir colectivamente sobre iniciativas políticas” sobre una tecnología simpe y fácil de usar, sostuvo.
Con este experimento a sus espaldas, Frizzera se convirtió fundador del Partido de la Red, una organización política para Buenos Aires que prometió, en caso de ser electo, votar siempre lo que decida la ciudadanía en una plataforma online en la que podrían incidir de forma directa sobre cada aspecto discutido. “Nos llamaron desde vanguardistas a idiotas y nosotros creemos que no somos ninguno de los dos”, concluyó y sintetizó “nuestra estrategia tiene que ver con un cambio cultural”.
El aprendizaje del futuro
De niño tuvo que repetir el año escolar en que le enseñaron a escribir, al mismo tiempo en que le diagnosticaron dislexia. Jamás pensó que sus estudios se fueran a centrar en la educación y mucho menos se imaginó que llegaría a formar parte del mundo académico. Sin embargo, dictó conferencias sobre educación y tecnología en 30 países, trabajó con gobiernos y hace seis meses que trabaja para el Plan Ceibal como especialista en tecnología y educación. El chileno Cristóbal Cobo estudió un fenómeno curioso: cursos a través de internet que terminan en encuentros reales entre personas de carne y hueso, instancias conocidas como MeetUp.
“Algunos se reúnen para revisar los contenidos, pero hay un profundo interés en contactar a otros”, explicó. “En entornos de hiperconexión, el contacto cara a cara juega un papel fundamental”. En momentos en que la función de la tecnología en el aula está aún definiéndose, Cobo planteó situaciones en las que se le pone un freno a las herramientas digitales: zonas libres de wifi o empresas que prohíben el correo electrónico en los fines de semana.
La conclusión de Cobo es que el aprendizaje informal y las experiencias en carne propia son una parte esencial en el aprendizaje que debería combinarse con la tecnología al igual que “la posibilidad de conectar aprendizajes viejos con aprendizajes nuevos”.
Las jornada de ocho horas de charlas, conocimiento e ideas culminó con la presentación en vivo del cantautor brasileño Paulinho Moska quien tocó una dulce versión acústica de su tema «Pensando em voce» traducida al español.
Fuente: El Observador