Ubicada en las cercanías de Punta del Este, la ruta gourmet apunta al turismo de experiencias y propone un recorrido de la mano de sus pequeños productores.

Conocer a una pareja de franceses que se dedica a la cría de gansos y patos para elaborar paté o foie gras; o a productores que encontraron su pasión a través de la viña, de la producción de quesos artesanales y de olivos, o continuando la tradición de la cría de ovejas. Todo a través de la experiencia; todo bajo el manto de la Sierra de los Caracoles. Es lo que propone Ruta Gourmet que, ubicado entre las rutas 9 y 12, a unos 30 kilómetros de Punta del Este, busca incursionar en una nueva forma de turismo que pone en el centro la vivencia y el poder ser parte de las historias del lugar.

«Todos los turismos son vivenciales; esto es integrar (a los turistas) por un día a una manera de vivir», explicó a El Observador una de las creadoras del emprendimiento, Isabel Mazzucchelli. Recuperar recetas, costumbres, y el placer de las cosas sencillas son algunas de las experiencias que llevaron a Mazzucchelli, Alejandro Echevarría y Anita Jardí a querer compartir su enamoramiento con la zona. Y mostrar a su vez el trabajo de otros productores que, como ellos, buscan elaborar productos de calidad, auténticos, en los que según Mazzucchelli –jueza internacional de vinos y olivos– se transmite «el verdadero concepto de productos de autor».

La propuesta

Ubicada a 150 kilómetros de Montevideo, Ruta gourmet, –que se presenta hoy en el Club de Golf de Punta Carretas y comenzará a funcionar en setiembre– pretende entonces ser una apuesta alternativa para el turismo que llega a Maldonado no solo en verano, sino en las diferentes épocas del año.

Por ejemplo, en los meses de marzo y abril se podrá disfrutar de la vendimia, mientras que en mayo y junio se podrá atestiguar la cosecha de los olivos, o la poda, en un intento por dar vida a las cosas hechas por pequeños productores.

Según explicó a El Observador Echevarría, la idea es que los turistas realicen visitas de uno o más días en las que se pueda recorrer al menos tres emprendimientos, a través de un circuito flexible, que cambia dependiendo la época del año. Actualmente son cinco los productores de pequeña y mediana escala que se unieron a la propuesta: Finca Babieca, Alto la Ballena, Los galos, Nonno Antonio y Las Terrazas (ver recuadro). La intención es que quien se acerque a la Sierra de los Caracoles tenga la posibilidad recorrer los diferentes establecimientos y ver el trabajo diario de los productores, con la sierra como eje, pero en el que también se pueda «descubrir algunos secretos» que le permiten al turista «llevarse algo más» del lugar, dijo Echevarría.

Así, se pretende dar una nueva impronta a las producciones a través del contexto cultural e histórico, resaltando el valor paisajístico de ese territorio. «Lo que nos propusimos es construir el relato de un territorio, de un terroir -combinación de suelo, topografía y clima- que imprime algo en los productos», afirmó. Por otra parte, los turistas podrán degustar los productos locales: quesos, olivos, vinos y cordero, a través de un almuerzo al aire libre en la cocina denominada Mendiko -montaña en euskera- en honor a los inmigrantes vascos que se instalaron en el lugar para realizar la cría de ovejas.

Los «secretos» de la sierra

«Todo el mundo pasa por ahí, y pocos saben lo que esconde la sierra», señaló Echeverría a El Observador. En ese sentido, la ruta gourmet de las Sierras de los Caracoles invita a recorrer antiguas taperas que supieron ocupar las primeras familias vascas que se instalaron en la zona; o molinos de cuando en esa zona se producía trigo y funcionaban con el agua del arroyo Maldonado. También se podrá recorrer las caleras denominadas «Hornos del rey», que se usaron durante la construcción de la capital departamental; o los puestos policiales que controlaban la vaquería.

Se trata de una forma de turismo que comienza a instalarse en Uruguay y propone conocer los lugares no solo a través del paisaje, sino en el encuentro con los protagonistas. De salir del formato tradicional y que el paseo se transforme en un experiencia genuina. «Capaz que no hay demasiado confort, pero es auténtico», aseguró Echevarría.

Las rutas del vino

Unas 15 bodegas de Uruguay, agrupadas en la organización Los Caminos del Vino buscan en un sentido similar la realización de actividades y estrategias para impulsar el turismo enológico en el país. El enoturismo es además un proyecto que promueve el Instituto Nacional del Vitivinicultua (INAVI) en los departamentos de Canelones y Montevideorural.

Fuente: El Observador