«Uruguay continúa aprovechando su marco institucional sólido y transparente y su bastante alto grado de conectividad digital gracias a los continuos esfuerzos para reducir la brecha digital con las economías avanzadas», señala el último informe anual sobre competitividad del World Economic Forum (WEF), en el cual el país ocupa el puesto 85, tras haber retrocedido desde el puesto 74 que ocupó el año pasado.
El Informe Global de Competitividad 2013-14 del WEF se conforma en base a una encuesta de percepción realizada entre empresarios, a la que se suman datos extraídos de organismos oficiales de cada país. La encuesta pregunta sobre una serie de pilares que hacen a la competitividad, a los que se le asigna un puntaje de 1 al 7. En este caso, de un total de 111 variables que mide la encuesta, solamente 32 provienen de “datos duros” provenientes de fuentes internacionales tales como el FMI, UNESCO, y el Banco Mundial.

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Según el WEF el retroceso en el ranking de Uruguay se debe al resultado de una combinación de factores que incluyen «un deterioro de las condiciones macroeconómicas, una alta tasa de inflación que afecta el acceso a la financiación en el país, las condiciones laborales restrictivas y las debilidades en la calidad de educación y la capacidad de innovar», sin embargo afirma que, «estos últimos factores están ganando importancia en Uruguay dado que el país se mueve hacia etapas más avanzadas de desarrollo, donde la necesidad de una mano de obra calificada y de mayor capacidad innovadora son cruciales para el aumento de la productividad de la economía».

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El informe del WEF señaló asimismo que la competitividad se está «estancando» en América Latina y que por tanto son «necesarias» desde «hace tiempo reformas e inversiones que aseguren el futuro crecimiento económico». «A pesar del robusto crecimiento económico de años anteriores, América Latina sigue contando con bajas tasas de productividad»
«La región sigue afectada por un funcionamiento de las instituciones débil, infraestructura deficiente e ineficiencia en la asignación de factores de producción, como resultado de un nivel insuficiente de competencia y ? aspecto muy importante ? una brecha en materia de formación y capacitación, tecnología e innovación que impide a muchas compañías y naciones avanzar hacia actividades de mayor valor añadido», sostuvo el organismo internacional.
A nivel mundial Suiza encabeza la clasificación por quinto año consecutivo y le siguen Singapur y Finlandia en segundo y tercer lugar, respectivamente. En tanto Alemania subió dos lugares (4º) y Estados Unidos revirtió la tendencia de cuatro años a la baja y subió dos lugares para posicionarse en el quinto lugar.