Entre 2010 y 2014 la pobreza bajó a tasa equivalente anual del 14,9% según Cepal.

En el período 2010-2014 se registró una reducción significativa de la pobreza y la indigencia, tanto en el promedio regional como a la mayoría de los países considerados de América Latina, lo que se debió principalmente al aumento de los ingresos de los hogares, dice el informe «Panorama social de la región» presentado ayer por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

«Esto ocurrió en un contexto de mejoría de los indicadores del mercado de trabajo (disminución de la tasa de desocupación, aumento de los ingresos laborales —en especial del salario mínimo en varios países—, incremento moderado de la formalización del trabajo y de la tasa de participación laboral de las mujeres) y de expansión del gasto público social y de las políticas de lucha contra la pobreza, entre ellas, los programas de transferencias monetarias», dice el estudio.

La desagregación de las cifras al nivel de los países da cuenta de los avances logrados por varios de ellos en la disminución de los indicadores de pobreza e indigencia, entre los que sobresale Uruguay, así como de los retrocesos que otros países han experimentado en ese mismo período.

Uruguay a la cabeza

En esos cinco años la tasa de pobreza cayó en la gran mayoría de los países y las mayores variaciones se registraron en Uruguay (a una tasa equivalente anual del -14,9%), Perú (-9,8%), Chile (-9,1%) y Brasil (-7,9%). En Honduras, México y Venezuela la tasa de pobreza se elevó a un ritmo anual de entre un 2% y casi un 5%.

En este sentido, el estudio destaca que el proceso de reducción de la pobreza fue acompañado de reducciones de la brecha (mide la distancia media de los ingresos de los hogares pobres respecto a la línea de pobreza y de la intensidad de la pobreza ( forma en que dichos ingresos se distribuyen entre los pobres).

Así la brecha de pobreza en el período analizado cayó a tasas anuales elevadas y por encima de la tasa de pobreza en ocho países: Uruguay (-15,9%), Perú (-12,3%), Chile (-10,5%), Brasil, Ecuador, Paraguay, Colombia y Bolivia (entre un 8% y un 10% aproximadamente). En paralelo, la intensidad de la pobreza se redujo en esos mismos países a una tasa equivalente anual de entre un 9% y un 14%.

Un descenso de la brecha por encima de la caída de la tasa de pobreza significa un alivio relativo de la situación de carencia entre los pobres. Y un descenso de la intensidad de la pobreza, acompañado de una caída de la brecha y la tasa, significa que las personas de menores ingresos entre los pobres han logrado una mejora relativa de sus ingresos en el conjunto de las personas pobres, explica la Cepal.

Proyecciones

Por otro lado, destaca que las tasas de pobreza e indigencia medidas por ingresos se mantuvieron estables en América Latina en 2014 respecto al año anterior (situándose en 28,2 % y 11,8 % de la población de la región, respectivamente), y se estima que ambas se habrían incrementado en 2015.

En 2014 el número de personas pobres alcanzó a 168 millones, de las cuales 70 millones se encontraban en situación de indigencia. El organismo proyecta un aumento tanto de la tasa de pobreza como de la tasa de indigencia para 2015. Esas proyecciones indican que 175 millones de personas (29,2%) se encontrarían en situación de pobreza, de las cuales 75 millones (12,4%) estarían en situación de indigencia.

El estudio da cuenta que de acuerdo con las estimaciones de la CEPAL, las tasas medias de pobreza e indigencia no se alteraron en forma significativa en el conjunto de la región entre 2012 y 2014, lo que, a la luz del contexto económico actual, plantea dudas respecto de las posibilidades de progreso en estos ámbitos en los próximos años.

Visión

«Si queremos lograr el primer Objetivo de Desarrollo Sostenible, que llama a poner fin a la pobreza en todas sus formas, América Latina debe generar más empleos de calidad, con derechos y protección social, cautelar el salario mínimo y proteger el gasto social, que muestra una merma en su ritmo de crecimiento», sostuvo Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL.

«Urge explorar nuevas fuentes y mecanismos fiscales de financiamiento que hagan sostenible la política social y los avances alcanzados en el último decenio», enfatizó la alta funcionaria en un comunicado.

Fuente: El Observador