Un multitudinario desfile de color, ritmo y desenfado sirvió anoche de arranque oficial de la fiesta más importante de Uruguay, su ecléctico carnaval, conocido como el “más largo del mundo” y conformado por una singular receta folclórica que envuelve y hermana tradiciones españolas, africanas y brasileñas.

“Esto es plenamente la cultura uruguaya. Lo que todos esperamos durante todo el año, vivamos en el país o en el extranjero. Nos representa”, cuenta Verónica, una joven expectante al otro lado de la valla que separa al público del cortejo inaugural.

La céntrica avenida 18 de julio de Montevideo cambió el tradicional y denso tráfico diario de los automóviles por el de los humoristas, parodistas, revistas, murgas y las agrupaciones de negros y lubolos (blancos pintados de negro), que recorrieron por orden el kilómetro y medio del desfile cantando y bailando.

Se trata de los 42 conjuntos que participarán en el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas que comenzará el próximo lunes en el Teatro de Verano de Montevideo, así como grupos fuera de concurso y otros invitados, que sumaron en total más de 70 conjuntos.

A la cabeza del desfile, un majestuoso camión blanco con tecnología de última generación proveniente de China con las reinas de Carnaval, Llamadas y Escuelas de Samba, como inquilinas de excepción.

“El carnaval empezó mucho antes, pero para el imaginario colectivo hoy es el comienzo oficial”, explicó anoche a Efe Fernando González, gerente de eventos en la Intendencia de Montevideo, organizadora de los actos del Carnaval capitalino, el más multitudinario y popular del país.

Y es que ya en octubre comenzaron las primeras pruebas de admisión para algunos de los actos más emblemáticos y en diciembre se celebró el llamado Carnaval de las Promesas, protagonizado por los más pequeños.

Así, aunque la fiesta uruguaya por antonomasia se extiende hasta la primera semana de marzo, una casi siempre meteorología adversa acaba teniendo como consecuencia la extensión, hasta bien entrado marzo, de la celebración del concurso principal, lo que supone agrandar la etiqueta de “Carnaval más largo del mundo”.

Gran parte de los miles de espectadores presentes, de todas las edades, adquirieron entradas los días previos para poder presenciar sentados y los más cómodos posible el desfile, por lo que pagaron entre 110 y 240 pesos (de 4,5 a 9,7 dólares).

“Esto es lo que une al país. Porque todo el mundo, pueda o no pagar la entrada, está aquí prendido. Eso es lo que une. El Carnaval lo vivimos como una fiesta”, dice otra joven con una sonrisa de oreja a oreja.

Más de 500 efectivos de seguridad del Ministerio del Interior velaron por un desarrollo sin contratiempos del desfile, cuya duración rondó las cuatro horas y que está provisto de premios para las mejores formaciones.

“Este es un desfile de las clases más humildes y populares de la ciudad, con presencia mayor de público de los barrios alejados del centro y la costa -de mayor nivel social-”, agregó Fernando González, convencido del carácter “ecléctico” de la fiesta, que se nutre de las diferentes culturas que a lo largo de los años han caracterizado a Uruguay como país receptor de inmigrantes.

Desde hoy, en desfiles o sobre escenarios, el Carnaval sacará a la calle toda su artillería, coloreada por murgas derivadas del carnaval gaditano o tambores al ritmo del candombe, herencia de los esclavos africanos que llegaron a Uruguay en tiempos de la colonia.

Para González, se trata del único Carnaval de América del Sur que tiene una expresión de “carnaval de escenario, más que de calle”, ya que el resto de países, opinó, basan su fiesta, ante todo, “en desfiles y bailes” y no en una “gran muestra de teatro al aire libre” como es, a su juicio, el Carnaval uruguayo.

Esta noche se celebrará el Desfile de las Escuelas de Samba, influencia del vecino Brasil, mientras que el 5 y 6 de febrero será el turno del Desfile de Llamadas, uno de los actos centrales y más llamativos del Carnaval, que tendrá por bandera el ritmo del candombe como exponente de la cultura afrouruguaya, declarado en 2009 Patrimonio Intangible de la Humanidad por la UNESCO.

Más del 50% del presupuesto público destinado a los festejos -un millón de dólares- tendrá como fin que el Carnaval llegue al mayor número de barrios y de estratos sociales posible a través de la colocación de diferentes escenarios populares.

El Carnaval y el fútbol son las dos aficiones que despiertan al máximo las pasiones en el segundo país más pequeño de América del Sur.

Fuente: Euronews