“Dialogar es pensar juntos el Uruguay del futuro”, dijo el Presidente Vázquez al presentar la herramienta de trabajo denominada Diálogo Social, un proceso de generación de insumos en áreas y temáticas relevantes para alcanzar una estrategia de desarrollo ambiciosa, razonable y sostenible a mediano y largo plazo”. “El todos nos une por encima de todo”, sostuvo. Unidad, tolerancia y sentido democrático deben regir el trabajo.

En un acto realizado en el Auditorio del Sodre este miércoles 18, el Presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, dio inicio a lo que es el Diálogo Social, que Uruguay va a abordar a lo largo de 2016.

“Una participación histórica”, dijo el mandatario al comienzo de su discurso ante un auditorio lleno, diverso y plural en cuanto a corrientes de pensamiento, para el cual se cursaron unas 3.000 invitaciones.

“Gracias por responder a la convocatoria que hicimos en base a nuestras convicciones y compromiso de Gobierno. Bienvenidos a este Diálogo Social mediante el cual procuramos generar insumos en áreas relevantes para alcanzar una estrategia de desarrollo del país”, expresó Vázquez.

En materia de Diálogo Social, según la bibliografía internacional, “no hay modelos únicos ni fórmulas mágicas”, aseguró el Presidente, quien agregó que, observando la experiencia internacional, en algunos países el diálogo va por canales institucionales pre establecidos, en otros no está institucionalizado pero forma parte de la cultura política y está permeado por la misma, en otros responde a convocatorias puntuales ante situaciones coyunturales.

“La naturaleza y los objetivos del Diálogo Social pueden ser diversos: mecanismos para alcanzar la paz en situaciones de conflicto armado, método para superar circunstancias de bloqueo político, forma de concertación para la acción política, mecanismo para lograr acuerdos sectoriales o recurso para tener apoyo a propuestas gubernamentales. También puede ser ámbito de catarsis colectiva. Pero no es ninguno nuestro caso”, puntualizó.

“Este proceso tiene por objetivo generar insumos en diversas áreas y temáticas que estimamos relevantes para una estrategia de desarrollo del país que debe ser ambiciosa, razonable y sostenible en términos de mediano y largo plazo”, argumentó.

En este contexto, Vázquez mencionó una serie de características y requisitos para que este diálogo sea “genuino”.

  1. No es un debate, tampoco una negociación. Es un dialogo.
  2. No es un fin en sí mismo, es una herramienta de trabajo.
  3. Es un proceso de trabajo. “No es un fogonazo milagroso que solucione todo”.
  4. No es un proceso eterno, tiene plazos acotados. “Mucha gente no puede esperar más para encontrar solución a sus problemas”.
  5. Tiene agenda temática predeterminada. “No es una reunión improvisdada”.
  6. Para obtener resultados se requieren criterios y una metodología de trabajo.
  7. Demanda conocimientos especializados. “No es una tertulia de talenteo”.
  8. Ha de ser productivo. “No se puede aspirar a soluciones inmediatas y perfectas pero sí a resultados tangibles”.

Asimismo, puntualizó que, como cualquier otro diálogo, se requiere respeto y confianza entre las partes actuantes, pues de lo contrario no es diálogo y está condenado al fracaso antes de iniciarse. “No se trata de negar o disimular matices, diferencias o conflictos, se trata de asumirlos y gestionarlos. Dialogar es pensar juntos el Uruguay del futuro”, señaló.

Este diálogo requiere igualdad de condiciones de participación, total libertad de expresión y procedimientos transparentes, de lo contrario fracasa. “Somos lo que hacemos”, recordó Vázquez, en alusión a que “el fin no justifica los medios”.

Por su naturaleza y objetivo, el diálogo requiere mirada larga y aplomo estratégico, paciencia estratégica, “porque en desarrollo quien no sabe a dónde quiere llegar, no sabe el camino a recorrer”. Vázquez precisó que es una construcción “desde nuestro momento en nuestra historia”.

Por otra parte, aclaró que no se trata de eludir las diferencias del presente, pero que este no es el ámbito para resolverlas. “Este gobierno no rehúye al debate y la negociación, por el contrario, sobran testimonios, pero no estamos aquí para debatir ni negociar, sino para dialogar, y pensar juntos el Uruguay que vamos a dejar a generaciones venideras”, dijo.

El mandatario considera que, si alguien cree que gritando o “metiendo temas por la banderola” va a lograr algo, “se equivoca”. “Vamos a trabajar con unidad, tolerancia y sentido democrático. El todos nos une por encima de todo”, enfatizó en su discurso.

Asimismo sostuvo que, según los manuales de ciencia política, estos procesos tienen su lado oscuro en términos de desgaste de los gobiernos que los promueven, porque son los que pagan sus costos inmediatos.

“Lo sabemos y asumimos este riesgo públicamente”, confirmó Vázquez, para luego agregar que “este Gobierno no se conduce con manuales ni en función de encuestas, que a veces aciertan lindo y a veces se equivocan feo y muy feo” lo que quedó totalmente demostrado.

“Este Gobierno se maneja con valores, principios y compromisos que son legado de nuestros próceres, y con este entramado complejo y fértil que es la sociedad, porque creemos en ella y, a diferencia de otros que solo la invocan, nosotros la convocamos a participar de la democracia y de la permanente construcción del país”, afirmó.

“Sabemos quiénes somos, sabemos de dónde venimos y sabemos hacia donde nos dirigimos. Confiamos en todos los uruguayos y en el país”, concluyó el Presidente.

Fuente: Presidencia