La empresa uruguaya Conexión Ganadera comenzará a vender cortes vacunos de alto valor vía Internet en Estados Unidos, pero manteniendo la colocación en restaurantes de elite. A la vez trabajará un rancho en Texas.

La carne bovina uruguaya con marca sigue ganando terreno en Estados Unidos y abre un promisorio camino. La empresa uruguaya Conexión Ganadera lleva dos años exportando el producto y apuesta a hacer marca para transformarse en una referencia en un mercado de selectos clientes y altas exigencias sanitarias.

Todavía son volúmenes pequeños, un contenedor mensual, con cortes de alto valor que es enviado vía avión. Pero las metas de Conexión Ganadera miran más lejos y ya se está comenzando a gestionar un establecimiento en Houston (Estado de Texas), en el marco de un proyecto que busca captar inversores locales y estadounidenses.

Ahora, en tan solo 15 o 20 días, comenzará a vender los cortes de alto valor al consumidor final, vía Internet, siempre carne producida a pasto, sin hormonas o promotores de crecimiento hormonales, según destacó a El País Pablo Carrasco, uno de los principales de la empresa.

«En Estados Unidos funciona muy bien este tipo de negocio, todo el mundo está acostumbrado a poner su tarjeta en la red y nadie tiene tiempo de hacer compras en los supermercados», explicó Carrasco. Por otro lado, la seguridad es tan importante que siempre llegan los paquetes a destino.

A través de la venta de cortes vacunos Premium por Internet, Conexión Ganadera busca resolver el problema que representa la zafralidad en el segmento de los restaurantes de alto valor.

Realidad

Tras dos años de trabajo buscando clientes y haciéndose conocer en el mercado de elite, hoy el primer cliente de la carne uruguaya con marca El Terruño en Estados Unidos, es el segmento de los restaurantes de elite. Según la visión de Pablo Carrasco este segmento es «un cliente cautivo, en el sentido de que es difícil que encuentren en Estados Unidos un proveedor de carne a pasto que les pueda vender dos o tres cortes de alta calidad. En Estados Unidos los productores de carne a pasto son propietarios de 10 o 15 vacas y cuando venden quieren colocar todos los cortes», agregó el empresario. Salvo algunas empresas australianas no existen en el mercado proveedores de la escala de Uruguay y esa es una gran ventaja.

Carrasco comentó que los cortes uruguayos están llegando a unos 50 restaurantes en Boston y se está empezando a trabajar en Texas, apuntando en una primera instancia, a colonizar la logística para cubrir los clientes. «Vamos creciendo todos los años e incorporando nuevos clientes», destacó el vocero de Conexión Ganadera.

El otro nicho son los distribuidores y las bocas de venta de carne. «Son nichos complicados porque la intermediación se lleva la parte mayor y el negocio no cierra», argumentó Carrasco. Por el momento, la empresa uruguaya no está explotando este segmento, aunque está en la mira, a futuro, incursionar con carne orgánica.

Apuesta a Texas

Más allá del avance que tuvo la colocación de carne vacuna con marca, la meta es comenzar a explotar un establecimiento de 3.000 hectáreas en Texas.

«Estamos abriendo en Estados Unidos el mismo modelo de negocios que aplicamos en Uruguay, apuntando a captar dinero de inversores estadounidenses y uruguayos para comprar ganado y ponerlo a capitalizar de la misma manera que se hizo aquí», adelantó Carrasco. La intención es ir creciendo y generar una relación con una red de inversores estadounidenses que permita valorizar el negocio; no hay antecedentes de una apuesta similar de empresas uruguayas en la ganadería de Estados Unidos.

«La ganadería estadounidense está en un momento totalmente de quiebre» tras la aplicación de la nueva Ley Agrícola (Farm Bill) donde se suspendieron los subsidios por hectárea y se pasó a subsidiar las primas de riesgo climático y de precios. Estados Unidos vive una fuerte sequía.

«Cuando llegué a Texas vi una extensividad en los establecimientos ganaderos muy superior a la de Uruguay», dijo Carrasco al contar su experiencia a El País. Con esa realidad, sostuvo que la caída del stock vacuno en ese país, en pocos años va a ser historia, porque con las nuevas reglas de juego, el que no trabaja la tierra tiene que pagar muchos impuestos.

En cuando al establecimiento a explotar en el Estado de Texas por la empresa que dirige, comentó que «eran zonas arroceras que fueron abandonadas debido a las grandes sequías. Hoy se han convertido en campo natural, con pasturas estivales» explicó.

Carrasco contó que el promedio de lluvias son unos 1.200 milímetros anuales y que en la ganadería de la zona se usan razas cebuinas que son cruzadas con razas pesadas.

A partir de esos cruzamientos «se producen terneros que pesan 300 kilos al destete y hoy se pagan US$ 5 por kilo. Algo fuera de serie», dijo admirado.

Fuente: El País