Tras un acuerdo entre la ANEP y embajadas francófonas, en 2019 comenzará un proyecto de enseñanza del idioma en diez escuelas del país.
La enseñanza de francés fue obligatoria durante muchos años en los liceos uruguayos, luego pasó a ser opcional y finalmente, en 1996, se eliminó la asignatura, que se sigue dictando únicamente en los Centros de Lenguas Extranjeras (CLE) del Consejo de Educación Secundaria, donde es la segunda opción más elegida por los alumnos, después del portugués. Ahora la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) se propone revertir la tendencia y, por primera vez, enseñar francés en las escuelas.
Ayer la institución firmó un convenio con las embajadas de Bélgica, Canadá, Francia y Suiza y con la Asociación Nacional de Profesores de Francés en Uruguay (Anapfu) para implementar, a partir de marzo de 2019, un proyecto piloto de enseñanza del idioma en los quintos años de diez escuelas del país, lo que abarcará a unos 500 niños.
Las cuatro escuelas de Montevideo serán las que llevan los nombres de los países francófonos que respaldan el acuerdo, y en el interior el plan se aplicará en Salto, Paysandú, Rivera, Punta del Este, Durazno y Mercedes. En 2020 los niños que pasen a sexto año continuarán con las clases de dos horas semanales, y al finalizar el año darán un examen internacional para obtener el Diploma de Estudios de Lengua Francesa en el nivel A1. En nueve escuelas la enseñanza será presencial, mientras que en la restante será por videoconferencia.
Hyacinthe Porcher, una experta asignada por la Embajada de Francia en Uruguay para la coordinación del proyecto, explicó que en las clases se utilizará un libro específico, de enseñanza progresiva del francés, que será entregado en forma gratuita a los niños, a quienes también se les dará acceso a una plataforma digital.
El embajador de Francia en Uruguay, Hugues Moret, valoró que el acuerdo, que se originó en 2015 cuando el presidente Tabaré Vázquez viajó a encontrarse con el entonces presidente François Hollande, “fue largo y a la vez muy rápido”, ya que en los últimos tres meses se concretó el texto. Las embajadas darán apoyo financiero, Anapfu participará en el proceso de selección de los docentes, y el Consejo de Educación Inicial y Primaria asegurará la logística.
Moret apuntó que además de buscar “seducir a los alumnos para que continúen aprendiendo francés después de la escuela”, será necesario “convencer a los profesores”, por lo que se asociará a la Red de Alianzas Francesas al proyecto y a profesores de otros institutos. Si bien el embajador recordó que en 2016 se abrió una cohorte de profesorado de francés en el Consejo de Formación en Educación, aspira a que el funcionamiento de este convenio genere “un reinterés por el estudio de profesorado de francés”, ya que cuando una persona comienza la carrera “tiene que saber que al final de los cuatro años va a poder trabajar. Si se crea una masa de alumnos lo suficientemente importante va a haber una demanda importante también para la formación de profesores”, aseguró.
“Aprender francés es una de las llaves de acceso a la mundialización”
En diálogo con la diaria, Moret consideró que Uruguay es un país “extremadamente francófilo”, pero aseguró que “no puede contentarse con el español y el inglés”.
En Uruguay tradicionalmente el francés se enseñó en secundaria. ¿Por qué en este convenio se optó por introducirlo en las escuelas?
Este acuerdo es histórico por eso. Es la primera vez que se va a enseñar francés en la enseñanza pública primaria. Nunca entendí por qué no había francés en la escuela, que es donde se obtiene la base lingüística para la expansión de los idiomas. Cuanto más jóvenes se enseña a los alumnos es más fácil que después continúen aprendiendo. La originalidad de este proyecto está en tres elementos. El primero es que involucra a escuelas de todo el país, porque es necesario que exista la igualdad y que no se enseñe francés solamente en Montevideo. El segundo es que va a haber una evaluación del proyecto; al final del segundo año los alumnos van a pasar un test que va a evaluar el éxito pedagógico de este proyecto. Lo queremos llevar lo más lejos posible. Los alumnos serán recompensados con un diploma escolar que los va a estimular a seguir los estudios a nivel secundario y en la universidad. El tercer elemento es que nos vamos a esforzar tanto en la parte lingüística como en el acompañamiento cultural del proyecto, que para nosotros es fundamental. A una lengua se accede conociendo su gramática, pero también hay que dar a los alumnos elementos para que puedan acceder a la cultura, no solamente a la cultura francesa, también a las francófonas, para darles ganas a los alumnos de consumir productos culturales franceses pero también canadienses, suizos, libaneses, africanos…
Uruguay uno fue de los países de América Latina con mayor desarrollo del francés, pero eso cambió en la década de 1990, cuando dejó de ser una materia de la enseñanza secundaria. ¿Qué significa, desde esa perspectiva, este acuerdo?
Encuentro que Uruguay es un país extremadamente francófilo: quiere a Francia y a la lengua francesa. Me llama la atención que en todas las instituciones que visité siempre encontré alguien que hablaba francés: en los ministerios, las instituciones culturales, el mundo económico, científico, médico. Durante muchos años el francés fue un idioma obligatorio en la enseñanza secundaria. Después hubo un período menos favorable, la dictadura sacó el francés como idioma obligatorio y lo puso como opcional; el desafío ahora es construir sobre una nueva generación. Pienso que es importante para Uruguay, porque es un país que tiene muchas ganas de insertarse en la mundialización, y uno de los desafíos de la mundialización es que sea plural: no solamente lingüística, también cultural. El inglés está muy bien, pero para la mundialización el francés también es muy bueno. Si quieres participar en programas espaciales, tienes que ir a Francia; si quieres participar en programas de aviación, tienes que ir a Toulouse; si quieres llegar a ser un gran chef cocinero, es mejor hablar francés; también para tener intercambios culturales o científicos fuertes es bueno hablar francés. Aprender francés es una de las llaves de acceso a la mundialización.
Usted reivindica que para un joven uruguayo, que puede tener otras opciones de estudio de idiomas, como el portugués, es importante aprender francés.
Uruguay debe ser un ejemplo de país plurilingüe. Tiene un idioma universal, el español; aunque es necesario aprender inglés como todo el mundo, no pueden contentarse únicamente con el inglés y el español. La geografía impone también aprender el portugués, y después, ¿qué otra lengua da acceso? El francés permite cubrir Europa, África y América del Norte. Para mí, el futuro alumno uruguayo podrá dominar, además del español, el inglés, el francés y el portugués.
¿Hay conversaciones para lograr que el francés vuelva a la enseñanza secundaria en Uruguay?
Esta reflexión sobre primaria no puede estar aislada de una reflexión sobre secundaria, simplemente porque si funciona y, al final de los dos años, el programa se extiende a todo el sistema primario, los alumnos que terminaron este programa en primaria van a querer estudiar en secundaria. Los lazos se van a realizar naturalmente.
¿Considera que existe la voluntad de que vuelva el francés al sistema educativo?
Me llama la atención que haya una verdadera ambición educativa y lingüística en el seno de la ANEP. Sin esa ambición este proyecto nunca habríaa podido despegar. Hubiésemos podido gritar: “francés, francés, francés”, pero si del otro lado no había una ambición, ese proyecto nunca se hubiera podido concretar.
Quizá la dificultad sea presupuestal. ¿Cree que después de este piloto pueda haber continuidad?
No podemos anticipar el éxito de este programa, pero sí nos vamos a dar los medios para que sea un éxito, y en dos años veremos. Me llama la atención el entusiasmo que tienen los actores que están trabajando en el proyecto, la ANEP, la asociación de profesores de francés y un compromiso destacable de los embajadores. Eso es muy auspicioso.
Fuente: La Diaria