En simultáneo con el lanzamiento del Proyecto de Competitividad de la Cadena Cárnica, en el MGAP se concretó la firma de un convenio que apunta al fortalecimiento de la cadena cárnica bovina del Uruguay a través del uso integrado de los sistemas de información ganadera (trazabilidad individual y cajas negras), así como de herramientas genómicas.

Enmarcado en el programa «Mejora de la competitividad de la ganadería uruguaya por el desarrollo de herramientas genómicas que mejoren la eficiencia de alimentación y la calidad de canal de la raza Hereford», el convenio implica el trabajo en conjunto del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), la Asociación Rural del Uruguay (ARU), el Instituto Nacional de Carnes (INAC), el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP- OPYPA) y la Sociedad Criadores de Hereford del Uruguay (SCHU).

La Ing. Agr. Elly Navajas, Coordinadora del Proyecto, destacó que la convergencia de tecnologías favorecerá el mejoramiento genético de la eficiencia de conversión de alimento, fortaleciendo la capacidad competitiva de la producción de carne vacuna y generando valor, por medio del trabajo integrado de la Red interinstitucional conformada.

La implementación de esta iniciativa, cuyo presupuesto asciende a casi dos millones de dólares, es financiada en más del 50% por los integrantes de la Red, con una contribución significativa del sector privado. La ANII cofinancia el 45% del monto total.

Las innovaciones más relevantes de este proyecto son:

  • uso integrado de los sistemas de información ganadera;
  • mejora genética de la eficiencia de conversión de alimento y calidad de canal en la raza Hereford;
  • articulación entre organizaciones públicas y privadas.

El uso integrado de los sistemas de trazabilidad individual y de cajas negras representa un salto cualitativo para el sistema nacional de información agropecuaria. Su conjunción con la formación de poblaciones de entrenamiento para la selección genómica permitirá, a través del mejoramiento genético, la reducción de los costos de alimentación y mejora de la competitividad global por reducción de costos; impactos ambientales favorables por un menor consumo de agua por kilo de producto generado y reducción de la huella de carbono; incremento del rendimiento carnicero con beneficios económicos para toda la cadena; y fortalecer el posicionamiento del recurso genético y la producción nacional a nivel internacional.

Asimismo, está previsto que se genere una plataforma nacional a través de la articulación de los componentes técnicos y políticos estratégicos, que junto a la formación de recursos humanos calificados, viabilizarán su expansión a otras razas y especies pecuarias.