El multilateralismo es la “única vía para impulsar la construcción ética que implica cada vez más derechos para cada vez más personas”, instó el canciller de Uruguay, Luis Almagro, al hablar este lunes 29 en la Asamblea General de la ONU. “Debemos afirmar la igualdad jurídica de los estados” y abandonar las “medidas coercitivas que contravienen el derecho internacional y los principios de la Carta del foro mundial”, añadió.

Aún mueren en el mundo ocho millones de personas por año solo a causa del tabaco, una increíble acción genocida que no se detiene y reclama cada vez mercados más libres, así como caen bombas militares en escuelas que matan a minorías étnicas y religiosas o que piensan diferente, repasó Almagro al comenzar su alocución ante la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

“También este mundo está lleno de desastres naturales que devastan países año tras año” y de muchos otros males, ante los cuales, lamentablemente, “las Naciones Unidas no han podido construir el sistema que pueda darle solución”.

La ONU “ha fallado fundamentalmente en su dimensión ética, no le han faltado documentos ni reuniones, pero sí soluciones para la gente”, cuestionó.

Por ello, subrayó que se debe seguir trabajando en la ética colectiva, creer en el multilateralismo, porque es la “única vía, el instrumento fundamental para seguir tratando de impulsar esta construcción ética que implica cada vez más derechos para cada vez más personas”, puntualizó.

Para el canciller uruguayo, “las crisis humanitarias que se suceden a las políticas, que a su vez suceden a las crisis financieras económicas y sociales tienen que ver con los valores y éticas comunes en el mundo actual”.

“Acá adentro (del edificio de ONU) tenemos nuestro propio microclima, de trajes elegantes, restoranes caros de coches grandes y modernos, mientras que las cosas malas les pasan a los que no están acá adentro, sino a los que están, por ejemplo, en un campo de refugiados con sus familias asesinadas, y su pueblo destruido”, añadió en su resumen de problemas a enfrentar.

Por eso “a cada uno que ha ganado un derecho no podemos dejar que lo pierda, debemos protegerlo en lo que tiene y darle más oportunidades”, alentó.

“Los Objetivos de Desarrollo para el Milenio (aprobados en 2000 por la ONU) han sido útiles, pero no debemos abandonar ni dejar a los países solos”, advirtió.

“Cada año se debe redoblar esfuerzos en esa construcción, arribando a definiciones más claras en las metas sostenibles que integrarán la agenda pos 2015 de una forma balanceada y transparente que integre las tres dimensiones: social económica y medioambiental”, reclamó Almagro en referencia a la discusión por las metas superadoras de las definidas en 2000 y que tienen como máximo de cumplimiento el año próximo.

El crecimiento económico, el aumento de las exportaciones y las dinámicas de desarrollo productivo deben acompañarse con la lógica de los derechos, instó.

“Somos más desarrollados y más ricos cuando más derechos podemos ejercer, cuanto más garantías tenemos ante la creciente desigualdad del mundo actual, porque la pobreza se mide en múltiples planos y todo esfuerzo es válido para esto, en cada uno de nuestros países”, sentenció.

Añadió que la agenda de desarrollo de la ONU también debe tener una perspectiva de género, clave de derechos, para cada persona que pueda sufrir discriminación.

“La agenda de la mujer es una de los más poderosos vectores que puedan concebirse, pero cualquier forma de discriminación implica subdesarrollo”, apuntó.

En ese sentido, mencionó las leyes de de matrimonio igualitario o de unión concubinaria. “Todos esos derechos que forma parte de la mejor construcción social, el amor es el elemento fundamental que elimina desigualdades y nos identifica a los semejantes entre nosotros”, dijo.

Es que la agenda debe ser “cada vez más derechos para cada vez más personas, debemos continuar avanzando en temas sociales, para combatir las enfermedades transmisibles y las no transmisibles”.

En otro orden, Almagro recordó que Uruguay en 2013 legalizó el cultivo y comercialización del cannabis con un modelo alternativo, que no pretende ser un ejemplo ni construir un camino, sino rediseñar fórmulas porque las que se aplicaban hasta la fecha han fracasado.

Mencionó también la situación crítica de la seguridad alimentaria en el mundo, que es un problema estructural, es el costo de malas políticas.

“Una de cada ocho personas sufren malnutrición crónica, mientras la humanidad desperdicia más de la tercera parte de los alimentos que bastarían para resolver el problema del hambre”, criticó.

“Entre 30 y 50 % de los alimentos producidos anualmente no llegan a ser consumidos”, lamentó.

Y la situación es cada vez peor por la degradación de la tierra, producida por el mal uso de elementos químicos tóxicos en la cadena de producción y por causa del cambio climático. “Es una prioridad, un imperativo moral de cada uno de los que estamos en esta sala implementar políticas para concretar el desarrollo sostenible”, arengó.

“Debemos afirmarnos en principio de igualdad jurídica de los estados, por eso Uruguay rechaza medidas coercitivas que contravengan las reglas de derecho internacional y los principios de la Carta de ONU, como por ejemplo el bloqueo contra Cuba, medida contra la cual expresamos nuestro más firme rechazo”, dijo.

En ese sentido, agregó que Uruguay reclama que Cuba también sea retirada de la lista hecha por Estados Unidos y Europa de países que ampara el terrorismo.

Almagro también exigió poner coto a la especulación financiera de los capitales que se aprovechan de países en crisis para ganar cuantiosas sumas de dinero, los llamados “fondos buitres”.

En cuanto a la paz y la seguridad mundial, para lograr esas metas es esencial la erradicación de cualquier forma de violencia. Debe haber cada vez más soluciones negociadas, pidió.

Finalmente abogó por la más plena vigencia de los derechos humanos para cada una de las personas y el control sobre ellos.

“Uruguay deplora la violencia en todas sus formas y contenidos, (…) Cada vez que un derecho es vulnerado, es responsabilidad de los gobernantes liderar y ejercer la justicia, exigir la debida rendición de cuentas, recordar a quienes no pueden usufructuar sus derechos y trabajar incansablemente para ellos”, sostuvo.

Fuente: Presidencia