A un año de la implementación de la Apostilla en el país, la directora de Asuntos Consulares y Vinculación del MRREE, Lourdes Boné, afirmó que el proceso fue exitoso, sin dificultades en su implementación y llevado a cabo con el gran compromiso de los funcionarios del ministerio. “Es importante el número de beneficiarios que vieron simplificada su vida”. Adelantó que ahora se trabaja para incorporar la Apostilla electrónica.

La Apostilla de la Haya es un convenio internacional que suprime el requisito de la legalización tradicional y simplifica la movilidad de los documentos públicos a nivel internacional, a efectos de que los ciudadanos que necesitan realizar algún trámite puedan hacerlo más rápido y a menor costo.

Boné explicó a la Secretaría de Comunicación que el ingreso de Uruguay a la Apostilla, el 14 de octubre de 2012, supuso un hito político en el cambio de enfoque de la gestión consular, donde se consideró al ciudadano en el centro de los servicios que se prestan. “Se cambió el enfoque recaudatorio por un enfoque de derechos y servicios”, señaló.

A modo de ejemplo, dijo que el apostillado beneficia a todo aquel uruguayo que necesite obtener su documento público en el extranjero o al extranjero que reside en Uruguay y precisa presentar los suyos. Recordó que anteriormente se realizaban los trámites a través de las cancillerías de ambos países e involucraban a los consulados, lo cual insumía mucho tiempo y dinero. “Siempre que el otro país sea miembro del mismo convenio el trámite de la Apostilla será válido”, agregó Boné.

También hizo referencia al proceso de concreción, que necesitó de acuerdos interinstitucionales y la creación de un grupo de trabajo que informó sobre el mecanismo de la Apostilla y cómo beneficiarse con ella. También se contó con el aporte de técnicos españoles que brindaron capacitación a los funcionarios uruguayos, sobre cómo utilizar la nueva herramienta.

En este sentido, resaltó la dedicación de los funcionarios que “entendieron sobre la importancia de esta medida que enfocó los servicios en los derechos del ciudadano, demanda largamente solicitada por los compatriotas en el exterior”.

Boné adelantó que se trabaja en el próximo paso que es la implementación de la Apostilla electrónica, con el fin de ofrecer el mismo servicio al ciudadano del interior del país. “Estamos en el inicio de conversaciones, en buscar contrapartes interinstitucionales y con experiencias similares, de la región, que nos asesoren», señaló.

A su vez, reconoció que será un proceso largo ya que requiere que las otras entidades públicas con las cuales se trabajará, con el fin de lograr ciertos aspectos técnicos como la firma, registro o documento electrónico.