Falta el proceso de validación que, de concretarse, permitiría reducir tiempo y costos de los testeos del virus

Un grupo de investigadoras del Instituto Clemente Estable logró desarrollar un kit de diagnóstico que permite detectar la presencia del virus SARS-Cov-2, que provoca el nuevo coronavirus, en menos de 45 minutos. La semana pasada obtuvieron el primer resultado de una primera prueba que funcionó, según explicó a El Observador la ingeniera biotecnóloga Paula Da Cunda.

Se trata de una investigación que venían desarrollando desde marzo y que tuvo sus primeras pruebas. Es una tecnología diferente a la que se está empleado actualmente que no precisa del mismo equipamiento ni de personal altamente calificado como sí es necesario para los Real Time PCR, explicó la investigadora grado tres del Departamento de Microbiología del Clemente Estable que dirigió el equipo que logró estos resultados, Paola Scavone.

Esto significa que se reducen significativamente los costos y el tiempo necesario para obtener el resultado. Todo el proceso, desde que se obtiene la muestra hasta que se conoce el resultado puede realizarse en menos de 45 minutos.

Además de Scavone y Da Cunda, el equipo que logró estos resultados lo integran Ana María Ibáñez, Felipe Burgos, la Msc. María José González y el PhD. Eduardo Volotao.

En la actualidad, la mejor manera de detectar el coronavirus implica tomar una muestra de mucosa introduciendo un hisopo en el fondo de la garganta y dentro de la nariz. La muestra tomada con el hisopo, o prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR), tiene que ser enviada a un laboratorio que se demora unas horas en procesarla.

Nueve de cada 10 personas que asisten en auto a uno de los centros de pruebas reciben los resultados dentro de 24 horas. Pero todavía no es un servicio instantáneo.

Aunque hay experiencias que permiten obtener el resultado más rápido, se trata de un mínimo de dos horas.

Sin embargo, las investigadoras pretenden ir más allá y dejar de usar el hisopado como forma de obtener la muestra. El objetivo es poder conseguir los mismos resultados a partir de una muestra de saliva. Investigadores del todo el mundo trabajan por estas horas para lograr un test a partir de esta muestra.

Una de las principales investigaciones se está realizando en la Universidad de Southampton (Inglaterra) y ya se están practicando pruebas piloto.

¿Cómo funciona?
Lo que está trabajando el grupo de investigadoras del Instituto Clemente Estable es un ensayo basado en el uso de la saliva pero que todavía no está pronto. “Es hacia donde vamos”, aseguró Scavone.

En los test que lograron realizar la semana pasada, a partir de una muestra que sabían que era positiva, se utilizaron dos enzimas. Primero una retrotransmisión que se hace con una enzima a una temperatura particular. Un punto a favor de este proceso es que no precisa del termociclador, que sí precisa el PCR y que es un equipamiento caro. Luego, el siguiente paso, es con otra enzima y a otra temperatura que permite detectar si está el virus presente.

El último paso es muy similar al de un test de embarazo. A partir de una tirita de flujo lateral se obtiene el resultado. “Si aparecen dos rayas es positivo, si aparece solo una es negativo”, explicó Scavone.

El próximo paso es validar este proceso. Para eso es necesario realizar este test al mismo tiempo que los PCR y ver cuál es la “perfomance” del nuevo kit de diagnóstico.

Esto requiere hacer un número mayor de muestras. “Nosotros esperamos que la perfomance de este test sea igual o mayor que el que se usa actualmente”, aseguró Da Cunda.

La idea es validarlo en saliva. El hisopado, además de ser una forma de extraer la muestra mucho más invasiva, precisa del hisopo y de un medio de transporte específico. Dejar de utilizarlo también permitiría reducir el costo del test.

Falta financiación
Hasta ahora todos las investigaciones y pruebas realizadas en este ensayo fueron financiadas con recursos propios del Clemente Estable pero no existe financiación particular para este kit.

Sin embargo, para realizar el proceso completo de validación, que puede llevar entre dos y tres semanas, el grupo de investigadoras va a precisar de más financiamiento.

Ni que hablar de si la idea es poner en el mercado 100 mil test de este tipo. “El Instituto cuenta con pocos recursos. Somos un grupo de investigadores que estamos viendo cómo hacerlo”, explicó Scavone.

Fuente: El Observador