La ONG Karumbé y alumnos del Instituto de Educación Santa Elena realizaron la primera liberación de tortugas marinas de 2014, en la Playa Buceo. Funcionarios del Ministerio de Vivienda y Medio Ambiente se sumaron a limpiar las arenas.

Las tortugas Luna, Lucas, Aletona, Flora y Ramón fueron devueltas a su hábitat al mediodía de ayer, cuando el sol ya hacía hervir las arenas de la Playa Buceo, a la altura de Solano López y la rambla.

Fue la última fase de un proyecto educativo que la ONG Karumbé desplegó junto a niños preescolares de 4 y 5 años del Colegio Santa Elena.

Los primeros dos ejemplares trasladados al mar en el cortejo festivo habían sido apadrinados por alumnos de Montevideo, y los otros tres por quienes concurren al área de educación inicial de Lagomar.

Ambos grupos participaron durante el año de visitas a la sede de Karumbé, dentro del Programa Aula Tortuguera, diseñado para transmitir temas vinculados a las tortugas marinas, su biología y ecología.

También recibieron información en sus centros escolares antes de observar y experimentar de cerca con los animales juveniles que debieron ser socorridos.

Cuando se ve una tortuga viva en nuestras playas, no es debido a que hayan salido a la arena para desovar o asolarse, sino por otras causas. La más común es la ingesta de plásticos, pero además puede ocurrir por hipotermia o heridas recibidas al topar con elementos de pesca hundidos en las aguas.

Por eso fue que a todos los presentes en el Buceo se les recordó que antes de dejar bolsas tiradas recuerden que pueden atentar contra la fauna.

Desde la organización, que desde 1999 trabaja en la investigación, rescate, curación y conservación de ejemplares que terminan varando a lo largo de la costa uruguaya, se destaca que también entre sus objetivos figura precisamente el deseo de involucrar a chicos y grandes «en la toma de decisiones responsables sobre los ecosistemas que habitan estos carismáticos animales».

Atendiendo a esa meta, previo al acto de liberación de las tortugas, hubo una jornada de limpieza en la cual participaron niños, familiares y personal del Ministerio de Vivienda y Medio Ambiente. Unos 400 voluntarios se habían inscripto antes de iniciar las tareas.

Además de gorras verdes con visera, al bajar a la playa se entregaba a los interesados en colaborar bolsas de residuos y guantes de látex sanitarios, una medida preventiva y muy prudente a juzgar por algunos elementos que terminaron recogiéndose hasta llegar a una tonelada de basura: desde preservativos hasta toallas.

Antes de esta actividad de rastrillaje había disertado el ministro del Mvotma, Francisco Beltrame, y todos los concurrentes pudieron ver a las tortugas dentro de pequeñas piletas de goma, o adquirido colgantes y remeras en la «tortutienda».

Las tortugas verdes, del tipo de Luna, Lucas, Aletona, Flora y Ramón, se distribuyen en aguas tropicales y subtropicales, y en la actualidad se hayan en peligro de extinción.

La cabeza y miembros de esta especie son de color gris oscuro. Las hembras maduras miden entre los 81,2 y 111 cm. de largo curvo del caparazón oval, cuyo color es variable, aunque los expertos afirman que en las juveniles se acerca a un castaño rojizo brillante. Llegan a pesar 120 kilos. Las juveniles miden entre 35 y 50 cm.

Fuente: El País