Mujica advirtió en la Asamblea General de ONU que si el mundo no cambia su rumbo, y controla los enormes cambios que la globalización ha impuesto, la especie humana corre el riesgo de sucumbir. “Es posible un Mundo con una humanidad mejor, pero tal vez hoy la primera tarea sea salvar la vida”. “El Mundo requiere a gritos reglas globales que respeten los logros de las Ciencias, que abunda pero no gobiernan”, dijo.

El Presidente de la República, José Mujica habló en la 68º Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York (Estados Unidos). Comenzó su discurso aludiendo a su procedencia del sur y describió brevemente al Uruguay, su evolución y su resurgimiento en el mundo globalizado, “aprendiendo del dolor”. Recordó rápidamente su historia personal, como la de un muchacho que quiso cambiar su época y su mundo, con errores que asume pero que son hijos de su tiempo. Dijo no mirar hacia atrás porque “el hoy real surgió en las cenizas fértiles del ayer”.

Cuenta regresiva contra la naturaleza

Mujica aseguró que es posible un mundo con una humanidad mejor, pero insistió en que la primera tarea es salvar la vida. Dijo que carga con los millones de compatriotas pobres de América Latina, con las consecuencias de la vigilancia electrónica que solo siembra desconfianza y envenena, con la deuda social y con el deber de luchar por una patria para todos. Carga con el deber de luchar por la tolerancia para con aquellos que son distintos. “La tolerancia es el fundamento de poder convivir en paz y entendiendo que en el mundo somos diferentes”, enfatizó.

Insistió en el combate a la economía sucia, al narcotráfico, a la corrupción, las que definió como “plagas contemporáneas”, y al “antivalor” de creernos más felices si nos enriquecemos a cualquier precio.

“Parecería que nacimos solo para consumir, y cuando no podemos, cargamos con frustración, pobreza y autoexclusión”. En este sentido, sostuvo que nuestra civilización montó un “desafío mentiroso”, porque entiende imposible colmar el sentido de despilfarro que se le dio a la vida, que se masifica como cultura de acumulación y mercado. Lo considera una cuenta regresiva contra la naturaleza y contra el futuro. Dijo que esta civilización atenta contra la naturaleza y contra las relaciones humanas: el amor, la amistad, la familia y la solidaridad, así como contra el tiempo libre. “Aturdidos huimos de nuestra biología que defiende a la vida misma, y la suplantamos por el consumismo funcional a la acumulación”, insistió. Criticó las campañas de marketing y la incidencia sobre los niños para tener el territorio asegurado en el futuro.

Ciencia, alta política y la necesidad de reglas globales

El mandatario habló de la crisis como “la impotencia de la política”, incapaz de entender que la humanidad no se escapa del sentimiento de nación, “que está incrustado en nuestro código genético”. Dijo que es tiempo de empezar a batallar para preparar un mundo sin fronteras. “La economía globalizada no tiene otros intereses que el privado y cada estado nacional mira su estabilidad continuista. El capitalismo productivo está prisionero en la caja de los grandes bancos”.

En esta línea, Mujica afirmó que el mundo requiere reglas globales que respeten los logros de la ciencia, pero recordó que no es la ciencia la que gobierna el mundo. Dijo que es necesaria una larga agenda de definiciones. “Sería imperioso lograr grandes consensos para desatar solidaridad hacia los más oprimidos, castigar impositivamente el despilfarro y la especulación. Movilizar las grandes economías no para crear descartables sino bienes útiles sin frivolidades, ni obsolescencias calculadas; para ayudar al mundo pobre. Mucho más redituable que hacer guerras, es volcar un neokeynesianismo útil de escala planetaria para abolir las vergüenzas más flagrantes del mundo”.

«Ni los Estados nacionales grandes, ni las trasnacionales y mucho menos el sistema financiero, deberían gobernar el mundo humano. Sí la alta política entrelazada con la sabiduría científica. Esa ciencia que no apetece el lucro, pero que mira sino el porvenir y que dice cosas que no atendemos», agregó Mujica.

Fuente: Portal Presidencia