La escuela rural N°88 dirá presente en el Simposio Internacional de Ciencia Virtual Globe 2019 que se realizará en Detroit.

Los alumnos de sexto año de la escuela rural N°88 “Alfred Nobel” monitorean la calidad del agua del arroyo Canelón Chico usando macroinvertebrados como bioindicadores desde 2016.

Este estudio se titula “Macrocientis” y se transmite como legado entre los estudiantes del último grado de la institución canaria ubicada en Las Violetas. Recibió el premio a la mejor investigación científica del Rotary Club de Atlántida en 2016, pasó a la instancia nacional de Clubes de Ciencia del MEC en 2018, y el viernes 17 de mayo conquistó el máximo galardón al quedar seleccionado entre los seis proyectos que integrarán el Simposio Internacional de Ciencia Virtual Globe 2019 (IVSS) por la región América Latina y Caribe.

Ese viernes, los alumnos de sexto dejaron el aula a las 12:30 para escuchar en vivo al director de la Globe anunciar qué equipos calificaban. Al ver que por América Latina desaparecían los otros tres nominados y quedaba “calidad de agua en zonas cercanas a Canelones” saltaron de alegría y felicidad.

“Se te eriza la piel, y te pasan mil cosas por la cabeza. Empezás a organizar cómo hacer para preparar a los gurises en los dos meses que nos quedan”, comenta Darío Greni, director de la escuela N°88.

Cinco personas volarán el 10 de julio a Detroit (Estados Unidos) para representar a Uruguay. Integran la delegación Darío Greni, Esther Martínez (docente), Nicolás Verde (alumno de 6°), Belén Viera y Mariano Aguiar (exalumnos de la Alfred Nobel que lideraron el staff de Macrocientis en 2016 y 2017).

Un trabajo «a pulmón» para pagar el viaje
El IVSS de Globe es un programa dependiente de la NASA que promueve prácticas científicas entre escolares del mundo. Los proyectos elegidos reciben dos mil dólares en viáticos, pero ese monto no alcanza para costear pasaje y estadía de los cinco viajeros uruguayos. Así que se puso manos a la obra para juntar fondos y poder decir presente en Detroit.

Se abrió una cuenta en Red Pagos (N° 69440), un Paypal (www.paypal.me/MaestroDario), y se organiza la rifa de una canasta con productos chacinados cedidos por la empresa donde trabaja el padre de Mariano Aguiar. Agó Páez, amiga personal del maestro Darío, donó reproducciones de obras propias y de su padre, Carlos Páez Vilaró, y está previsto armar una subasta en el pueblo.

El equipo de Macrocientis trabaja con protocolos y metodologías de Globe desde el origen, y para postularse al simposio internacional dedicaron dos días enteros de Semana de Turismo a traducir el texto del informe 2018 al inglés y armar los gráficos. El domingo se reunieron en casa de Darío para planificar los lineamientos de cara a la feria científica en Detroit.
Allí harán una exposición en Power Point para estudiantes y educadores del mundo, y científicos de la NASA. Y pasarán dos días en una isla trabajando en base a los protocolos Globe.

Docentes de inglés del Liceo N° 2 de Canelones los ayudarán a armar las presentaciones, y Esther Martínez los orientará en oralidad y expresión con miras a que hagan el mejor papel durante la ponencia en Detroit.

A los alumnos no les preocupa tener que quedarse después de hora porque están felices de ser embajadores de su escuela. Mariano quiso faltar al liceo para escuchar en los fallos en vivo, pero Darío le insistió para que no perdiera clase. Se enteró de la noticia al llegar a su casa de boca de su madre.

“Me pareció genial poder ir a defender los colores de mi país. Es un honor para mí poder representar a la escuela Alfred Nobel porque allí se me brindó mucho aprendizaje, oportunidades, viajes, amigos, y conocí al maestro Darío, que es un genio, te apoya en todo, y está ahí para lo que necesites”, dijo orgulloso Mariano.

La vocación es el mejor mimo al alma y ego
En agosto de 2017, el ingeniero de la NASA Peter Falcon se dio una vuelta por la escuela Alfred Nobel aprovechando su estadía en Uruguay para dar talleres sobre protocolos de observación de nubes y temperatura. Pasó cinco horas hablando con los alumnos sobre ciencia y sus experiencias en la NASA, y ninguno quiso salir al recreo, según dijo el maestro Darío Greni. “Incluso había dos niños que lloraban cuando se fue”. Este científico suele enviar mensajes para saber de los chicos, y lo volverán a encontrar en Detroit.

Darío quedó preseleccionado entre los 50 mejores maestros del mundo en 2018, y aunque no se trajo de Dubai el premio que entrega la fundación Varkey, la gala le sirvió para conocer a docentes de todo el mundo. Está en contacto con colegas de América Latina y el plan es escribir un libro junto a ellos relatando sus experiencias educativas. Darío quiere dedicar un capítulo de la publicación a la ruralidad en Uruguay.

Este 15 de junio viajará a Japón durante un mes becado por Jica y visitará escuelas rurales de ese país para luego aplicar los modelos de trabajo en la Alfred Nobel.

Fuente: El País