El aumento de los salarios desplazó a la creación de empleo como motor para reducir la pobreza; la mayoría de quienes dejaron de ser pobres el año pasado ya tenían trabajo.

La creación de nuevos puestos de trabajo fue uno de los principales motores que posibilitaron la reducción de la pobreza en los últimos años. En 2013, a pesar de que el mercado laboral tuvo un alto en el crecimiento del empleo, la pobreza siguió cayendo. El aumento de los salarios, particularmente pronunciado en el sector de menores ingresos, tomó la posta como el principal vehículo de salida de la pobreza.

Durante el último año, 29.000 uruguayos dejaron de ver insatisfechas sus necesidades básicas a pesar de que el nivel de empleo se redujo por segundo año consecutivo, de 59,9% de la población en edad de trabajar a 59,6%. Los datos permiten suponer que la baja de la pobreza, de 12,4% a 11,5% de los uruguayos, estaría impulsada por un incremento del salario.

Según datos del Ministerio de Trabajo, los laudos más bajos fueron los que registraron aumentos porcentuales más grandes en las últimas dos rondas de los Consejos de Salarios.

En la negociación 2010-2011 se previeron ajustes de 14% para el primer año del convenio en el laudo más bajo, mientras que en el sobrelaudo más alto tuvo una suba de 10,8%. Lo mismo sucedió en la ronda 2012-2013, con ajustes previstos de 11,7% y 9%, respectivamente. Al analizar los indicadores sociales desde el mercado laboral, una caída de la pobreza asociada a la creación de nuevos puestos llevaría a una reducción en el número de desocupados en situación de pobreza.