Mientras Estados Unidos y Rusia atraviesan tensiones que recuerdan al mundo bipolar de la Guerra Fría, el gobierno uruguayo parece estar en el mejor momento de sus relaciones con ambas potencias. El mismo día y con tan solo unas horas de distancia la Casa Blanca y el Kremlin elogiaron y agradecieron a Uruguay, y ambas lo consideraron como un «socio». Es que el presidente José Mujica está convencido de que su país debe tener una «política pendular» y jugar en «toda la cancha». Por eso, al mismo tiempo que tiene gestos amistosos con la potencia norteamericana, se reunió con el presidente ruso Vladimir Putin para incrementar las relaciones comerciales entre los dos países.

«Jugamos con el que se descuide», dijo Mujica a Búsqueda al ser consultado luego de la reunión que mantuvo ayer miércoles con Putin en Brasilia. «Tenemos que ser abiertos, teniendo un poquito acá y otro poquito allá y no quedarnos con uno solo y jugarnos todos los boletos ahí», añadió.

En el marco de su participación en el encuentro entre líderes del grupo denominado Brics —Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica— y los presidentes de Unasur, celebrado durante la VI Brics Summit (Sexta Cumbre de Brics), Mujica aprovechó para mantener una reunión bilateral con el presidente Putin buscando que las empresas rusas se interesen en el proyecto del puerto de aguas profundas que planea construir Uruguay.

«El presidente Putin mostró interés en todo. En afianzar la relación comercial, en ver formas de cooperación científica. Quedaron las puertas abiertas, ahora hay que seguir trabajando», dijo Mujica tras el encuentro.

Un par de horas antes de la reunión, Washington confirmó el traslado de seis prisioneros de Guantánamo a Uruguay. Según publicó la agencia EFE, basada en fuentes del Departamento de Estado, la administración del presidente Barack Obama notificó al Congreso sobre la intención de transferir a los prisioneros. «Estados Unidos agradece a Uruguay, nuestro socio, su importante gesto humanitario y aprecia la generosa asistencia del gobierno uruguayo mientras Estados Unidos continúa con sus esfuerzos para cerrar Guantánamo», informó un integrante del gobierno norteamericano.

Aquí queda Uruguay. Sobre las 19 horas de ayer miércoles, Mujica arribó a la Embajada rusa. Putin se reunió primero con el presidente venezolano Nicolás Maduro, y luego con el boliviano Evo Morales. «Fue un gran placer conocerlo en Argentina», le dijo Putin a Mujica cuando se saludaron ante la prensa. El presidente de la Federación Rusa parecía bastante distendido y tenía una media sonrisa en el rostro. «Quiero subrayar que vemos a Uruguay como un socio de mucha perspectiva para nosotros en la región de América Latina. Tenemos temas que trabajar», le dijo. Mencionó el desarrollo de infraestructura portuaria, el ferrocarril, la hidroenergía, y la cooperación técnico-militar.

Mujica consiguió que el presidente se sonriera divertido cuando ante la sorpresa de los presentes, desplegó un gran mapa de Uruguay. «Para hacer economía de palabras, le voy a mostrar un mapa», le dijo. Y comenzó a explicarle algo de la geografía sudamericana. Putin se apresuró a retirar el florero de la mesa que había entre ambos para que Mujica desplegara el mapa. «Nuestro país es pequeño, pero está en una esquina importante», le explicó el uruguayo. Para los productos de la región «lo lógico económico es salir aguas abajo, por el Río de la Plata. Y yo tengo que sacar los barcos», prosiguió. «Uruguay está acá, en la puerta del océano. Tenemos la idea con un socio, Brasil, de hacer un puerto importante para la región. Invitamos a las empresas rusas a que participen cuando presentemos el proyecto para realizarlo», le dijo.

Por otra parte, Mujica le mencionó el interés de comprar material de Defensa. «Es probable que haya petróleo en el Río de la Plata», y Uruguay necesita garantizar la seguridad de las empresas que perforen la zona, le explicó. «Probablemente tengamos que comprar material militar para ofrecer seguridad», afirmó.

Más tarde, Mujica dijo a la prensa que también le propuso «repotenciar» la represa de Salto Grande, que fue realizada con «maquinaria soviética».

«Se lo planteé y ellos tienen mucho interés», afirmó.

«Tampoco trabajan gratis, no es una reunión de Reyes Magos. Pero ellos tienen interés en vender, y nosotros también», reflexionó. «Si contraemos algún crédito para material rodante o para la reconstrucción de Salto Grande, pero nos aseguramos la amortización con venta de carne, nos estamos asegurando un mercado para algunos años», añadió.

Mujica informó que una delegación rusa «de primer nivel industrial» se encuentra en este momento en Montevideo para reunirse con el ministro de Industria Roberto Kreimerman, y suscribir un acuerdo para la venta de carne.

«Un bloque contra otro no creo sea bueno para el mundo del mañana, mejor la cosa repartida, para tener alternativas. La nuestra es una política pendular, jugando en toda la cancha», dijo Mujica a Búsqueda. «El otro día estuve en la casa de la embajadora de Estados Unidos, y hoy estoy acá conversando con Putin. Política abierta, de buena vecindad con todos», afirmó. «Si uno se entierra dentro en un caparazón lo único que hace es debilitarse. Esta política nos da mayores posibilidades y la globalización no la ve el que no la quiere ver».

Brics. Por otra parte, Mujica destacó la presencia de grandes potencias como Rusia y China en América Latina: «Es un camino nuevo, nunca habíamos tenido una negociación de este tipo. Nunca se había dado. La venida de Rusia a la región empieza abrir ciertas posibilidades. Primero refleja que la región tiene algún valor para el mundo, y puede ser que el resto del mundo nos empiece a cotizar un poquito mejor», dijo a los periodistas luego de su reunión con Putin.

«El hecho de que estas potencias se hayan arrimado a esta parte de América es síntoma inequívoco de que algo valemos», añadió, consultado por Búsqueda. «No hay que olvidarse que todo esto sucede mientras tenemos la negociación abierta con Europa. Por tanto, esta jugada de los Brics sirve para que los europeos se den cuenta también de que no estamos tan aislados». Mujica resaltó que el grupo Brics «representa el 42 % de la población del mundo y casi el 25% del PBI y un poder de compra global que supera al de Europa».

El presidente Mujica tenía desde hace tiempo los ojos puestos en los Brics. Ya a principios de 2013 aseguraba que si no avanzaba el acuerdo del Mercosur con la Unión Europea, «lo más probable» era que se buscara un acercamiento con el bloque de los Brics. Finalmente, sus pronósticos se cumplieron. Ayer miércoles, en el marco de la VI Brics Summit, Itamaraty, la sede de la Cancillería brasileña recibió a los 16 mandatarios que conforman los bloques de Unasur y Brics.

El día anterior, en Fortaleza, los Brics acordaron la creación de un Banco de Desarrollo, con un capital inicial de 100 millones de dólares para financiar proyectos. Además, crearon un Fondo de Reserva para responder ante posibles crisis económicas. «La decisión de fundar el Banco y el Fondo es muy importante porque dibuja claramente una alternativa financiera», opinó Mujica. El banco creado por los países emergentes del Brics nació como una forma de contrapeso a instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Fuente: Búsqueda