Jóvenes enamoradas de la naturaleza, comprometidas con su cuidado, dispuestas a brindar su tiempo, abiertas a aprender y aportar, son voluntarias en el Área Protegida Laguna Garzón (Rocha – Maldonado) en esta temporada de verano 2017.

Josefina Villarmarzo, Belén Ocampo, Lucía Moreira, Paulina Serruti conforman un equipo de voluntarias que llegan al área protegida a partir de una necesidad de la zona de fortalecer la infocuidados particulares, los conceptos de un turismo responsable y las posibilidades de disfrute que ofrece el área.

Además del contacto cara a cara con los turistas, las voluntarias aportan al fortalecimiento de la infraestructura del área, a través de la elaboración y mejora de cartelería; ampliación de las instalaciones por ejemplo con la construcción de vallados en madera para impedir el acceso de vehículos a la playa; recolección de semillas; relevamiento de flora y fauna en el área; limpieza de la zona; control de especies exóticas, reconstrucción dunar; entre otras acciones.

“Vinimos con ganas de colaborar y pila de ganas de aprender. Vinimos a hacer de todo, parecen cosas simples, pero con lo que hicimos logramos cosa importantes como disminuir la bajada de vehículos en zonas prohibidas”, señalan.

Estas nuevas “protectoras” de la belleza natural de Laguna Garzón, se suman a la consigna del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP): “Estás en área protegida. Disfrutala, cuidala”.

La experiencia ha sido enriquecedora para todos los actores involucrados. Para Laguna Garzón, el refuerzo de recursos humanos en territorio y durante la temporada de verano, fue fundamental considerando lo sensible de la zona ante la llegada masiva de turistas y las presiones que implica para las conservación de los recursos naturales.

Para las voluntarias, la experiencia es gratificante desde lo personal, “está bueno saber cómo con pequeñas acciones podes aportar”; y a su vez como un enriquecimiento desde la práctica a su formación, ya que todas son estudiantes de Biología en Facultad de Ciencias, de la Universidad de la República (UdelaR).
-Vocación de servicio

El Programa Nacional de Voluntariado es el que da el marco institucional a esta experiencia, a partir la firma de un Acuerdo entre el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) y el Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Durante el 2016, primer año de ejecución del Programa, el Mvotma recibió a decenas de voluntarios que desempeñaron diversas actividades vinculadas a temas de vivienda, restauración de ecosistemas, limpieza de costas y conservación en áreas protegidas.

Reconocimiento internacional

Al cierre de 2016, el SNAP obtuvo un reconocimiento por parte del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que lo situó en la categoría de “contribución significativa con la equidad de género”, en tanto promotor de este tipo de políticas y ejemplo de buenas prácticas.

La experiencia de Laguna Garzón refuerza esta distinción, en una zona donde el personal del área protegida es femenino, y el refuerzo a través del Programa de Voluntariado, llega de la mano de cuatro voluntarias.

Fuente: La República