Funcionarios del Museo de Arte Precolombino e Indígena (MAPI), de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UDELAR y del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), se entrevistaron con miembros del grupo indígena perteneciente a la etnia mbyá-guaraní, instalado en Aceguá, departamento de Cerro Largo.

El fin del encuentro fue conocer y reconocer la situación que vive este grupo en relación al resto de la sociedad y ofrecer los conocimientos y la capacidad de mediación de los organismos mencionados para actuar ante cualquier circunstancia que coloque al grupo indígena en situaciones vulnerables por sus prácticas culturales diferentes.

El encuentro se produjo el sábado 5 de agosto, y según se expresa en el Facebook del MAPI, la familia con la que tomaron contacto pertenece a la etnia mbyá-guaraní y “se encuentra instalada, desde hace algunas semanas, en un predio ubicado cercano a la línea de frontera de la localidad arachana, en el que existe un cañaveral que les provee la materia prima para confeccionar canastos de diversos colores y tamaños, producción artesanal que complementan con la realización de tallas en madera y que representan diversos animales autóctonos”.

El grupo representa un teko´a, esto es un grupo de personas unidas por lazos de parentesco bajo la autoridad de un cacique.

Los investigadores constataron que este grupo se encuentra organizado, con sus necesidades básicas cubiertas, trabajando intensamente en su producción artesanal que comercializan entre los vecinos y visitantes de la localidad que se acercan hasta el lugar. También se encuentran programando sus próximos pasos para los próximos meses, es decir, instalarse en un predio rural de la zona con cuyo propietario acordaron la plantación de diversos cultivos entre el ellos el maíz (avachi, en lengua mbyá-guaraní) cuya siembra se realiza entre setiembre y octubre.

La visita fue coordinada desde el MAPI y la UDELAR con la Subsecretaria de Desarrollo Social del MIDES. Estos organismos vienen prestando asistencia a este grupo mbya-guaraní, en un contexto respetuoso de su idiosincracia de modo que les permite continuar desarrollando sus prácticas culturales tradicionales.

Asimismo, el MAPI adquirió un conjunto de artesanías -canastos y tallas en madera- de gran belleza y calidad, las que serán puestas en venta en su Tienda, y así posibilitar que los visitantes del museo montevideano puedan conocer y comprar productos artesanales indígenas originales. El dinero recaudado será destinado a futuras adquisiciones de las artesanías confeccionadas por este y otros grupos mbya-guaraní presentes en el país.

Entre las piezas adquiridas por el MAPI se destacan: ajaka guachu (canasto grande), ajakaí (canasto pqño), chivi (jaguar), karumbe (tortuga), kaguare (oso hormiguero) y urukure’a (lechuza).

Sobre la comunidad Mbya-Guaraní en Aceguá, Cerro Largo
La presencia de esta familia Mbyá-Guaraní, no es un hecho ajeno o excepcional para el Uruguay, si tenemos en cuenta -como expresa la antropóloga social Analía Pérez Landa- que «Los mbya guaraní son un grupo étnico milenario de la región, que se localizan en Argentina, Paraguay y Brasil, reuniendo uno de los mayores contingentes poblacionales indígenas, en este último país. En Uruguay su presencia también es de larga data. Los mbya-guaraní son grupos presentes en estos territorios previo a la colonización, por lo que su existencia es anterior a la conformación de los países tal como los conocemos.

De hecho, una de las características de esta población es la migración por estos territorios, conformados por los actuales países mencionados. Su migración responde a una concepción religiosa-comunitaria, dinamizados por la búsqueda de nuevos espacios para crear y mantener su modo de vida, mantención central del Ñande–reko, “nuestra común manera de ser”.

En rasgos generales, en cuanto a sus características culturales, los mbya guaraní viven en aldeas (teko´a) o comunidades. En ellas no hay distinción entre estrategias económicas y familiares, todo pasa por la vida comunitaria, la salud, la educación, el cuidado, lo religioso. En cuanto a liderazgo, se encuentra el cacique o karaí quien guía política y espiritualmente. El transitar diversos territorios es una decisión guiada por este, que a su vez tiene un cometido específico, religioso, político, identitario.

Conciben al territorio, que engloba estos cuatro países, como una amplia red de ancestralidades, historias y memorias, que unen a su pueblo en una red de pertenencia. Uruguay es parte de su concepción de territorio, de su memoria y vivencias.

Los mbya-guaraní, al igual que los otros grupos originarios americanos, se conciben como un grupo por fuera de los Estados-Naciones, ya que su cultura responde a otros órdenes político-comunitarios, diferentes a los que nuestra sociedad concibe”. Este manejo del territorio representa en nuestro país, considerado y construido por la historiografía como un “país sin indios”, un cuestionamiento de sus categorías de pensamiento y del conocimiento de su propia historia y de los grupos originarios que han ocupado desde hace miles de años su actual territorio político. Esa invisibilidad de lo indígena forzada, tiene como consecuencia que cuando esta ausencia se transforma en presencia, se disparen ideas y enunciados erróneos, como el considerarlos personas “indigentes” o acciones contraproducentes como institucionalizarlos, escolarizarlos, etc. Agrega la antropóloga Pérez Landa, que “estas comunidades son parte de la diversidad cultural de la región, y en tanto diversidad es necesario el respeto. Sí es necesario el diálogo y ayuda, siempre que esta sea desde la consideración de que estamos ante concepciones del mundo diferentes, y que no todo se reduce a una única forma de ver las cosas».

Aquellas personas que deseen conocer más sobre la realidad de los grupos mbya-guaraní o adquirir su producción artesanal, pueden hacerlo en el MAPI, ubicado en 25 de Mayo 279, entre Colón y Pérez Castellano, en Montevideo.

Fuente: MAPI