Sebastián Gaboto, uno de los primeros cartógrafos y expedicionarios que pisó el sur de América, navegó por el río Uruguay e instaló un fuerte a orillas del San Salvador.
Los investigadores comprobaron que en esta zona de Dolores, departamento de Soriano, se produjo el primer contacto entre europeos y aborígenes en el Río de la Plata.
La Comisión Nacional del Patrimonio uruguaya concluyó que el llamado «hallazgo de Dolores» pertenece a la expedición de Gaboto. Se trata de una estructura que fue instalada y ocupada por españoles en un sitio utilizado por aborígenes durante 2.000 años. En el lecho del río San Salvador fueron hallados en enero de 2011 restos de un barco del siglo XVI.
Se estima que esa zona se utilizó para el mantenimiento o calafateo de los barcos de esa época. En el lugar, se instaló un fuerte que años después fue utilizado por Ortiz de Zárate, lo que se conoció como ciudad Zaratina. La hostilidad de los indígenas llevó a que los conquistadores desistieran de permanecer en ese enclave. Transcurridos 500 años, apenas quedan vestigios.
«Por su identificación, por su configuración y contexto, los materiales hallados corresponden absolutamente con lo que nos describen los documentos de la época», expresó el antropólogo José López Mazz, al presentar los resultados de la primera etapa de las investigaciones del proyecto arqueológico «Paisaje Cultural San Salvador» que tuvo lugar en la Intendencia de Soriano.
«Durante tres años llevamos adelante investigaciones que nos permitirían descartar o confirmar si ese lugar correspondía a los hechos históricos del puerto de Gaboto de 1527 y la ciudad de Ortiz de Zárate de 1574, que de alguna manera estuvieron superpuestas», informó el especialista.
Varios elementos permitieron confirmar el hecho de singular contenido histórico. López Mazz explicó que ya en 1801, los españoles con el piloto Luis de Oyarbide, iniciaron con resultado infructuoso la búsqueda del primer asentamiento de Gaboto.
La investigación fue retomada en varias oportunidades por diferentes actores pero con igual resultado hasta que en enero de 2011, los buzos Alfonso Quian y José Luis Gómez, actual intendente de Soriano, encontraron en el lecho del río, una nave del siglo XVI. Una maestra los ayudó con información histórica con lo que se percataron de la presencia de elementos que estuvieron sumergidos durante 500 años.
Proyectan un sitio cultural
Las investigaciones se están desarrollando desde noviembre de 2012 en un área de 5 kilómetros cuadrados. Ahora el intendente de Soriano, José Luis Gómez, piensa dejar encaminado para la próxima administración la construcción de un proyecto turístico cultural. Para ello se utilizará un plan elaborado por expertos en la materia.
Fuente: El País