“El logro cosechado es mérito del Presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, verdadero campeón de la salud pública y defensor de principios de medidas fuertes para disminuir el tabaquismo y salvar vidas”, señala uno de los socios del estudio de abogados que dirigió la defensa legal de Uruguay ante la demanda presentada en 2010 por la tabacalera transnacional Philip Morris. “Este caso concluyó con éxito bajo su dirección”, añadió.

La empresa de abogados Foley Hoag, representada por sus socios Paul Reichler, Lawrence Martin y Clara Brillembourg, de Washington, y Andrew Loewenstein, de Boston, dirigió el equipo de la defensa legal de Uruguay en la impugnación presentada por la empresa transnacional estadounidense Philip Morris.

La defensa exitosa de Uruguay, en tanto, estuvo dirigida por el secretario de la Presidencia, Miguel Ángel Toma, y el embajador de Uruguay ante Estados Unidos, Carlos Gianelli.

En un informe por escrito, indicó que el tribunal arbitral fue constituido en 2010, de conformidad con los términos establecidos por el tratado bilateral de inversiones entre Uruguay y Suiza bajo los auspicios del Centro Internacional Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) en Washington.

Philip Morris impugnó dos medidas de control de tabaco de Uruguay: una es el requisito en cuanto a que las etiquetas de advertencia gráficas debían cubrir 80 % del anverso y reverso de las cajillas de cigarrillos y; la segunda es que cada marca de cigarrillos tuviera una única presentación, es decir, que solo existiera una clase de cigarrillos, como por ejemplo, Marlboro, y no Marlboro Red, Marlboro Gold y Marlboro Blue.

El tribunal rechazó las reclamaciones interpuestas por Philip Morris contra las dos normas impugnadas por ser arbitrarias, por constituir expropiación y por violar los derechos de marca de PMI (Philip Morris Inc.).

Más bien, el tribunal arbitral afirmó las dos medidas como ejercicios razonables del derecho soberano —y deber— de Uruguay de proteger la salud pública del riesgo de muerte o enfermedades causadas por el tabaquismo.

Uruguay probó que, a raíz de estas y otras medidas, el índice de prevalencia entre adultos disminuyó de 35 % a 22 % entre 2005 y 2014. Entre adolescentes, el impacto registrado fue aún mayor, pues el índice se redujo radicalmente a 8,4 %.

Además de ratificar las medidas impugnadas de Uruguay, el tribunal arbitral ordenó que Philip Morris reembolsara a Uruguay en concepto de honorarios y otras costas incurridas en el caso, un monto en exceso de siete millones de dólares.

“El fallo del tribunal debería poner fin a la incertidumbre cultivada por las compañías tabacaleras sobre si los países pueden y deben movilizarse firmemente para reducir la incidencia de muertes y enfermedades causadas por tabaquismo por adoptar políticas razonables de control de tabaco”, dijo Lawrence Martin de Foley Hoag.

“El tribunal aclaró que las personas son más importantes que las ganancias económicas”, añadió.

La defensa exitosa de Uruguay contra las impugnaciones opuestas por PMI estuvo dirigida por Miguel Toma, secretario de la Presidencia y Carlos Gianelli, el Embajador de Uruguay ante los Estados Unidos de América. Además de Foley Hoag LLP, Uruguay estuvo representado por el profesor Harold H. Koh de la Facultad de Derecho de la Universidad de Yale.

Fuente: Presidencia