La uruguaya de 29 años, Sofía Deambrosi, es la primera en cruzar el Océano Atlántico a remo y lo hizo en una embarcación ecosustentable.

Pocas personas y, menos aún, uruguayas pueden decir que lograron lo que Sofia Deambrosi: cruzar el Océano Atlántico a remo en el marco del Talisker Whisky Atlantic Challenge. Ella (29) es la única oriental que logró atravesar a remo un océano y la primera mujer sudamericana en completar la travesía. Durante casi dos años, la uruguaya radicada en Bristol (Inglaterra) y su equipo, integrado por las británicas Lorna Carter, Phoebe Wright y Sarah Hunt, se prepararon para la travesía que concretaron entre el 12 de diciembre de 2020 y el 27 de enero de 2021.

46 días, 7 horas y 50 minutos, le tomó al cuarteto de remeras atravesar las 3.000 millas (4.800 kilómetros) del Océano Atlántico, que separan la isla de La Gomera (Islas Canarias) hasta llegar a Antigua en el Caribe.

Desde Punta del Este, donde ahora descansa, Sofía aseguró que aún no “bajó” y siente que continúa en un limbo. Al mismo tiempo, evaluando los aprendizajes de la travesía, aseguró enfáticamente que se animaría a embarcarse en una aventura similar.

En 2019, las Bristol Gulls empezaron su preparación: el equipo original sufrió dos bajas y finalmente llegó la hora de formar el cuarteto oficial.
“Hasta finales del 2019 nos enfocamos en formar el equipo. Hicimos mucho entrenamiento físico, remo y otros deportes. Prepararse para una travesía de este tipo no tiene una fórmula específica como sucede en otros deportes. A eso sumamos entrenamiento mental, sobre todo para lograr una buena convivencia y aprovechar al máximo las fortalezas de todas, así como para reconocer cuáles eran nuestras debilidades y cómo lograr que no fueran un problema para el grupo”, relató Sofía.

El equipo se bajó del barco en la ciudad de Antigua (Antigua y Barbuda) más unido que nunca: “A diferencia de lo que pasa con otros grupos que terminan todos peleados, nosotras bajamos más amigas de lo que nos subimos y eso fue porque logramos un trabajo mental muy fuerte”, destacó.

La uruguaya fue la capitana del barco y la líder de las cuatro mujeres: “Aunque yo era la skipper quise que las decisiones fueran democráticas, porque en un equipo, cuando todos pueden decir sus opiniones hay menos inconformidad. Sin embargo, hubo situaciones en las que no hubo oportunidad de que fuera así y el team respondió bien”, señaló.

La uruguaya Sofía Deambrosi, primera mujer sudamericana en cruzar el Atlántico a remo

Sofía Deambrosi y su equipo al llegar al puerto de Antigua en el Caribe. Foto: Cortesía

Viviendo al límite

No fue una experiencia sencilla, el cruce del océano implicó enfrentarse al mal de mar, que Sofía padeció durante las primeras 24 horas de la travesía; o los quiebres emocionales y físicos que soportaron algunas compañeras, pero que lograron superar.

La supervivencia fue posible gracias a que todas cumplieron con sus roles: “Una noche remaba sola, mientras las chicas dormían en sus cabinas. Estaba con línea de vida; vino una ola y cuando quise acordarme el agua nos empujó y el barco se dio vuelta. De pronto estaba abajo del barco y como está diseñado para enderezarse solo, empezó a volver a su posición original y me quedé en el agua subiendo las cosas que habían quedado afuera, al mismo tiempo intentaba subirme. Fue un momento muy extremo, tenía que gritarle a las chicas que estaban en los camarotes para saber si estaban bien y al mismo tiempo mantener un timbre de voz que no les hiciera pensar que era un llamado de auxilio. Mientras intentaba identificar qué teníamos alrededor, el equipo respondió bien: en cuanto el barco de enderezó una de las ellas salió e hizo lo que debía, sin que yo se lo indicara. Luego se sumó la colaboración de otra y así, superamos la adversidad porque cada una cumplió con su rol”, relató.

La uruguaya Sofía Deambrosi, primera mujer sudamericana en cruzar el Atlántico a remo

Sofía Deambrosi, antes y después de cruzar el Atlántico a Remo. Foto: Cortesía

Incomparable

La experiencia a bordo y del cruce del océano es difícil de traducirse en palabras.

El atardecer y el amanecer en el mar, fueron momentos que más le impactaron: “El sol sale delante tuyo, las nubes se tiñen de naranja y ese efecto del atardecer se ve en todo el mar alrededor, es increíble”, contó.
Las estrellas se ven de una manera muy diferente: “Ver la vía láctea o manchas en el cielo es increíble, parecen pintadas; son galaxias o constelaciones que nunca ves”, destacó.

El azul del océano y la pureza y cristalinidad del agua fueron parte del disfrute, además de los animales que se acercaron a curiosear entre los que contaron delfines, ballenas minke y orcas.

“La primera vez que vimos orcas era de noche. Un grupo de unas ocho empezaron a nadar en círculos alrededor del barco. Son animales que trabajan y se mueven en equipo. Estaban intentando identificar qué era el objeto. Lo mejor fue que las sentimos comunicarse entre sí y nos quedamos preguntándonos qué se estarían diciendo”, detalló.

En otra ocasión, mientras luchaban contra grandes olas vio cómo una gran ballena minke nadaba en la ola que iba hacia ellas y describió al momento como impactante por la cercanía de esos animales.

Entre las enseñanzas que le dejó la travesía, Sofía destacó que aprendió a vivir con menos. “La mayor parte del tiempo estás en condiciones de supervivencia que hacen que te des cuenta que no necesitás vivir con mucho”, agregó.

La uruguaya Sofía Deambrosi, primera mujer sudamericana en cruzar el Atlántico a remo

Sofía Deambrosi, la primera uruguaya en cruzar un océano y la primera mujer sudamericana en cruzar el Atlántico a Remo. Foto: Cortesía

 

Fuente: El País